Jueves, 10 de Octubre 2024
Jalisco | Entrevista con Enrique Ibarra Pedroza, candidato a la gubernatura de Jalisco en 2006 por el PRD

El Congreso del Estado está en una “trampa” por la Reforma Electoral

Jalisco tiene en este momento un IEyPC en condiciones anómalas, tras la renuncia de dos consejeros electorales

Por: EL INFORMADOR

GUADALAJARA, JALISCO.- Enrique Ibarra Pedroza, candidato a la gubernatura de Jalisco en 2006 por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), fue representante del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Instituto Federal Electoral, en el proceso 1999-2000. A su vez, el maestro Miguel Bazdresch Parada, académico e investigador del ITESO, es consejero de la Junta Local del IFE en Jalisco.

Jalisco tiene en este momento un Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEyPC) en condiciones anómalas, tras la renuncia de dos consejeros electorales que fueron indemnizados por el Congreso del Estado, una inminente elección de dos nuevos consejeros, y dos suplentes que reclaman ocupar los espacios vacantes ¿Cómo diagnostican esta situación?

Enrique Ibarra (EI).- México es un país -y Jalisco en consecuencia- con una sucesión que parece interminable de reformas políticas. Ha sido el tema dominante, con excepción del petróleo, pero México se ha caracterizado por eso en toda su historia, reforma tras reforma. Recuerdo, a partir de una de las más importantes, que fue un parteaguas en este capítulo, la reforma de 1977, la que impulsó Reyes Heroles, que vino a modificar un modelo electoral, y luego la del 96, que fue consensuada por todas las fuerzas políticas nacionales. Siempre buscaron fortalecer y mejorar el déficit de los mecanismos electorales, y hay que decirlo: siempre bajo presión de la oposición en ese entonces, al PRI, y sobre todo de expresiones ciudadanas, y cada vez que se analizaba el saldo de una reforma, encontrabas cosas positivas. Esta reforma electoral que se hizo en Jalisco en mayo de este año, lamentablemente ha generado más problemas que fortalezas. Ha propiciado más debilidades que vigorizamiento del sistema electoral para el Estado de Jalisco.

Hay dos temas que están en el centro de la opinión pública: este asunto de los dineros, la inmoralidad de los partidos de subirse hasta 700%, y ahora llamándolos a la redención como si fueran actos de arrepentimiento, al no aceptar todo el dinero. El otro tema, muy lamentable, el que tengamos un organismo electoral vulnerado en su autonomía, vulnerado en su independencia, y que es un eslabón fundamental para que haya certidumbre en una elección, y vemos un árbitro a todas luces debilitado, menguado, sin fuerza moral, es más, ni siquiera con certeza jurídica para organizar y preparar las elecciones que empiezan, si mal no recuerdo, el próximo mes.

Miguel Bazdresch (MB).- Me parece que el Congreso del Estado se ha encontrado con situaciones que no esperaba, y entrampadas jurídicamente, porque cualquier cosa que hiciera se iba a pisar el callo a alguna de las normas, producto de una reforma, para decirlo en una sola palabra, “malhecha” jurídicamente. Desde el principio, lo que luego la Corte echó para atrás, respecto del artículo transitorio que obligaba a renunciar a los consejeros, en ese entonces del Instituto Electoral del Estado de Jalisco (IEEJ), se vio el apresuramiento y el enmascaramiento que quería hacer el Congreso o los partidos. Yo no sé si tenían algún tipo de cuenta pendiente, que es lo que uno tiene que pensar porque jurídicamente no se explica de otra manera para renovar el consejo. El consejo no había hecho un mal papel en anteriores elecciones, tampoco de excelsitud ni mucho menos, pero bueno, sacó la elección con algunas dificultades, la gran mayoría de las impugnaciones fueron resueltas a su favor, de manera que otras evidenciaron algunos defectos de la elección misma, y sin embargo yo no he encontrado ningún elemento propiamente electoral que justificara la renovación de los consejeros. Estaban nombrados hasta el 2010, y por lo tanto tenían que conducir esta elección del 2009, que ya se nos viene encima, y que a todas luces es mejor un grupo experimentado que un grupo nuevo que quién sabe cómo iba a sacar una elección, aunque es una elección sencilla, en el sentido de que hay una elección difícil y una sencilla: la de diputados y municipales es más sencilla que la de gobernador, que implica más enredo.

De manera que yo diría que no tiene un motivo fundamental, para ese detalle de la renovación de los consejeros, y entonces ahora se encuentran en una trampa jurídica, de que les echan para atrás el artículo y entonces ahora tienen que mantener a los actuales, maniobrar para que se fueran aparentemente los dos que querían que se fueran, porque pues les dieron una cantidad de dinero estratosférica para que dijeran que sí se iban, con confusión porque no saben si es una renuncia o un despido, el Congreso no se sabe si es patrón o si es el tesorero, hay una incerteza que no se ha ventilado y que probablemente si alguien se pone los detalles, tendríamos una nulidad jurídica por estar en una incerteza jurídica. Yo particularmente no me he metido a los detalles, pero decir con toda precisión que este órgano está afectado de nulidad, pero podría decir que hay un desaseo jurídico, hay una confusión de papeles; el Congreso despidiendo, los otros recibiendo por una renuncia una indemnización…es una confusión que jurídicamente no se ha aclarado.


Dirigentes de partidos han dicho: Tenemos derecho a meterle mano al Instituto Electoral porque finalmente nosotros somos los participantes, por lo tanto, ¿por qué se asustan de que nosotros digamos quiénes son consejeros y quiénes no? ¿Qué opinión les merece esta postura?

EI.- Creo que eso es algo muy delicado, lo que hicieron y lo que están haciendo los partidos políticos porque eso significa regresión. ¿Cuáles fueron los grandes logros de las reformas del 90 y del 96?, que sustituyeron un modelo ya colapsado en materia electoral, que provenía de la ley de 1946. Quitaron a los partidos de su papel de partes y jueces, de su papel parcial, porque los partidos, y eso es lícito, tienen la visión parcial porque van por el poder y eso es consustancial a los partidos políticos.

Pero, en el 90 y en el 96, los partidos pierden derecho de voto, se ciudadanizan los organismos electorales, y ya se habló de un cuerpo ciudadanizado que irradiara confianza al electorado, que ese es nuestro déficit mayor en el modelo electoral mexicano. Si ves en Estados Unidos, están votando desde hace dos semanas, están votando por correo, y en las urnas no hay representantes de ningún partido político. Aquí se había logrado la ciudadanización de los organismos electorales, sobre todo con la reforma del 96, y luego viene este contrarreflujo, y los partidos nuevamente se posicionan del control de los organismos electorales. Eso es regresivo, porque quieren ser parte, y quieren ser juez, y quieren tener la conducción.

Yo sí comparto lo que decía Miguel, que con el Consejo, como había funcionado en el 2006, nos hubiéramos ido a la elección del 2009, y qué fue lo que ocurrió, que se dan dos renuncias que también están en la controversia, llámense salidas o separaciones, tienes un organismo mutilado, y tienes una decisión del Poder Legislativo exhibida por la Suprema Corte de Justicia que declara inválidas varias disposiciones de esa reforma. Ahorita estamos con un órgano con sólo cinco de sus integrantes, y con dos ciudadanos que alzaron la mano, que dijeron “oye, no saques convocatoria para elegir nuevos consejeros porque yo tengo mis derechos como consejero suplente”, del presidente y de la consejera que se separó del cargo. Eso por supuesto no manda buenas señales de encarrilarnos a una elección en el 2009, en la normalidad y en la regularidad que todos desearíamos.

Confianza al electorado, es lo que tienen que transmitir los órganos electorales, confianza en que el árbitro va a ser imparcial, que está preparado, que sabe cómo conducir el partido, que sabe aplicar las normas. ¿Estamos en estas condiciones en Jalisco?

MB.- Bueno, habrá que esperar a ver como lo hacen, ya que se juegue el partido. Pero las señales previas nos hablan de dos factores que pudieran empañar la confianza de las personas: una es no precisamente el órgano electoral, pero sí el ejercicio del Gobierno que han hecho los partidos, especialmente en el Congreso, que casualmente hay que elegirlos ahora a los sustitutos de estos representantes. Entonces la gente ya tiene ahí un primer indicio de desconfianza para decir “para qué hago una elección si tengo esta clase de representantes que miran su ombligo y su bolsillo antes de mirar las situaciones estatales de pobreza y una serie de necesidades y demandas”. Entonces hay un desaliento, se genera esta sensación de inutilidad de las elecciones, que quizás no es desconfianza pero es algo peor, es desconfianza por inútil. Se puede revertir en la medida en que el Congreso sea eficaz y los partidos dejen de mostrar una cara de rijosos y de empeñados en sacar sus ideas sin incorporar la atención a las demandas de los ciudadanos, además ahora con una dificultad adicional que pone la Ley Federal Electoral, que es que no pueden hacerse promoción, entonces, con las dificultades de esa ley es que no pueden salir al público sin que puedan caer en algunos de los supuestos de esta ley, y por lo tanto tienen menos armas para revertir esta imagen.

Lo segundo es este organismo que sí ha sido intervenido, ha sido manipulado y que finalmente, legalmente queda en manos del Congreso. Está bien que el Congreso defina los integrantes en una disputa pública, eso me parece bien; la dificultad está en dos elementos: en este desaseo con los consejeros anteriores, y segundo, con la elección del presidente, que ahora la hace el Congreso y no los propios consejeros. Eso pudiera parecer adecuado si uno confiara en los partidos, ya no en las elecciones, sino en los partidos, y probablemente haya ahí ante la ciudadanía un pleito mal llevado, mediático, donde se disputen quién nombra al presidente, los nombres de los posibles presidentes, la gente va a ver, traducido en argot albañil el “gandallismo”, y entonces, aunque uno no tenga fundamentos jurídicos para afirmarlo, lo que las personas vemos es un pleito por el botín. Entonces eso hace que haya desconfianza y vamos a tener un problema serio si eso no se revierte, porque recordemos que son los ciudadanos los que son funcionarios de casilla capacitados para recibir los votos, contarlos, sellarlos y enviarlos a la cabecera de distrito para que queden en todo caso, a disposición del consejo. Ese dato es clave, es crucial. La gente no va a querer ser funcionario de casilla en una elección en la que no tiene confianza.

Parece, por lo que dicen los dirigentes de los partidos, que la opinión desfavorable de mucha gente no les importa…

MB.- Uno tendría que pensar que el razonamiento que está atrás de esto es que van a una elección con mayoría de abstención, porque en una mayoría de abstención son las clientelas las que deciden, no el ciudadano de a pie, y las clientelas están muy definidas. Entonces pareciera un cultivo de las clientelas para ver quién tiene dos o tres votos más, y los ciudadanos normales, que son los que deciden y los que reciben o no el beneficio de un Congreso operante, quedan al margen por la vía de la desconfianza. Es una hipótesis; no digo que esté en la cabeza de ningún dirigente partidario, pero pareciera por sus argumentos, que a esa jugada van…que haya abstención, no importa, para ellos es más fácil resolver una elección abstencionista que una elección numerosa como la del 2006, que generó tantas dificultades.

EI.- Creo que los partidos han mostrado al menos dos actitudes hacia los reclamos de la opinión pública y también de organismo productivos como Coparmex, que han sido de los más críticos, y han mostrado insensibilidad para modificar o para atenuar esas críticas. Hasta ahora que a medias están tratando algunos partidos de revisar la recepción de los ingresos, pero pues es insuficiente. Entonces esa insensibilidad y esa soberbia va enrutando a que predomine una abstención, a que sea mayoritario el porcentaje de abstención, y eso aunado al desgaste que también sufrieron instituciones electorales federales como el IFE, hay que decirlo, y me refiero al consejo general del IFE, porque el IFE tiene servidores públicos extraordinario en los distritos y en el andamiaje de las juntas locales, pero sí va encaminado a que predomine la abstención, y ahí si los partidos más grandotes de México como el PAN y el PRI llevan ventaja, porque son los que tienen más hecho el ejercicio, más hecha la práctica y la cultura de que en ese lenguaje se llama movilización del día de la elección, y que aquí Miguel introducía una palabra que es el sustento de esa movilización, que es la clientela, los leales, los que están por alguna razón, por alguna motivación dentro y en la disposición para apoyar a ese partido, porque por ejemplo el PAN, que siempre criticó esas prácticas que ellos llamaban “clientelares”, del PRI, ahora lo practica con singular alegría y con singular cotidianidad. ¿Cuáles han sido las pugnas en el grupo gobernante aquí en Jalisco? Las estructuras administrativas de donde surgen empleo, nómina, prerrogativas, porque ellos lo utilizan en dos vías: uno, en la determinación de sus candidaturas y sus dirigencias, es decir, sus votaciones internas, porque todos los que están como delegados en las asambleas municipales, y en las asambleas estatales están en nómina del Ayuntamiento del estado, o del Ayuntamiento determinado, o en algún programa sobre todo de carácter social, y también lo traslada y lo lleva a las elecciones constitucionales. Entonces yo sí creo que vamos a ir a una elección no en los mejores augurios de normalidad y sí con riesgos de que se exacerben esas prácticas clientelares.

A mí me da la impresión de que el grupo gobernante y las dirigencias partidistas, su slogan es “de aquí a que llegue la elección, a la gente ya se le olvidó”, y esto ha trascendido en los medios, que son expresiones del núcleo que gobierna a Jalisco, a raíz de los desaciertos o entuertos como el placazo, el limosnazo y otra serie de deficiencias en su actuar.

EL INFORMADOR/Víctor E. Wario

Versión resumida del programa “Cara a cara” transmitido por Grupo Promomedios Radio el viernes 31 de octubre de 2008.

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