Martes, 26 de Noviembre 2024
Jalisco | Hay niños menos afortunados que, entre los transeúntes, piden ''su Navidad''

El Centro, entre las prisas y el regateo del 24 de diciembre

Visitar el primer cuadro de la ciudad es enfrentarse a historias, conversaciones, vendedores y el bullicio de la temporada

Por: EL INFORMADOR

Santa se abre paso para saludar a los más pequeños entre la multitud que cubre las calles del Centro Histórico. EL INFORMADOR / R. Tamayo

Santa se abre paso para saludar a los más pequeños entre la multitud que cubre las calles del Centro Histórico. EL INFORMADOR / R. Tamayo

GUADALAJARA, JALISCO (24/DIC/2015).- Una señora y su niña se acercaron a un Santa Claus que agitaba una campanilla en la esquina de Pedro Moreno y Colón, en el Centro de Guadalajara. Cuando detuvo el paso, la señora le preguntó cuánto la foto con Santa y el fotógrafo le respondió que 50 y le enseñó una foto de muestra. La niña se sorprendió y preguntó:
 
-¿Pero por qué cobra, mami?
 
Una señora, quien escuchó la conversación al pasón, dijo:
 
-Porque Santa Claus es un lacayo del sistema.
 
En la esquina de Morelos y Colón había otro Santa Claus de pie. Agitaba también una campanilla. Una señora se detuvo a verlo desde una distancia de aproximadamente tres metros y le dijo a su acompañante:
 
-¡Mira nada más la panzota que tiene ese señor! ¡Parece que trae una pelota!
 
Visitar el Centro tapatío el 24 de diciembre implica atestiguar una epifanía de este tipo de conversaciones entreveradas con esa rola del ''Buki'' que dice "¡Llega Navidad y yo sin ti, en esta soledad, recuerdo el día que te perdíííí...!", o esa de Los Mier que dice "Lo que vi no es un sueño era real, Santa Claus le dio un beso a mamá...".
 
Horas antes de la Navidad, el Centro le regala al paseante la oportunidad de ver a mujeres estirando los calzones rojos y amarillos que se pondrán la próxima semana para recibir al 2016. De ver a un hombre regateando el precio de un celular que cuesta tres mil 700 pesos: "Garantizado, primo. Es lo menos".
 
En los portales del Centro hay piñatas colgadas, pero a unos metros del Matute Remus de Vallarta hay personas tiradas y niños con tazas de plástico pidiendo su Navidad a los transeúntes que caminan por la banqueta.
 
Estar en el primer cuadro de la ciudad la mañana del 24 de diciembre es ver a la gente acelerada, a bordo de sus coches o a pie, apretando el paso luego de sacar dinero del cajero automático que está aun lado del edificio del Poder Legislativo ubicado en Juárez.
 
Es ver a gente con globos con forma de corazones, señoras con copete de salón y recogedores de cartón con gorrito navideño raído.
 
Es ver la Catedral semivacía y la Plaza de la Tecnología de López Cotilla llena. Es escuchar a los vendedores: "Tenemos tabletas. Son marca WePad. 580 pesos. 512 de memoria RAM y ocho de memoria expandible a 32".

Es hundirse en el hormigueo de compradores y escuchar a una persona ponerse paranoica: "Cuando hay tanta gente en un espacio tan pequeño me da vértigo. Luego luego pienso en incendios, en temblores".
 
Es preguntar cuánto es lo menos, a qué hora cierran y si van a abrir el 25.


EL INFORMADOR / GONZALO JÁUREGUI

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