Dos grupos políticos, por la presidencia del Poder Judicial

GUADALAJARA, JALISCO (13/DIC/2012).- El Poder Judicial de Jalisco se enfrenta este fin de semana a una prueba que, de acuerdo con analistas, enfrentará a dos diferentes proyectos políticos locales y a los líderes que han hecho sentir su influencia al interior de este Poder del gobierno local: el relevo en la presidencia del Supremo Tribunal de Justicia (STJ).

Los especialistas aseguran que se trata del encuentro entre dos alianzas políticas por el control de la máxima instancia judicial local para los próximos dos años. Por un lado, Luis Carlos Vega Pámanes, magistrado cercano a Celso Rodríguez González y a Aristóteles Sandoval, próximo gobernador del Estado, también con el apoyo del senador Arturo Zamora y de panistas como Fernando Guzmán Pérez Peláez; por el otro lado, Carlos Raúl Acosta Cordero, un magistrado de larga trayectoria que ya presidió el STJ y que llega a los días finales de esta contienda con el apoyo del Grupo de la Universidad de Guadalajara (UdeG) y del senador panista José María Martínez.

De acuerdo con especialistas, la alianza entre Vega Pámanes Leonel Sandoval, padre de Jorge Aristóteles, pone a debate la autonomía y la imparcialidad de este poder. De acuerdo con esta lectura, detrás de la renovación no existe una contrastación de proyectos o visiones alternativas de las vías para hacer más eficiente la administración de justicia en el Estado, sino simplemente la pugna por el control de la cúpula.

Sin embargo, a horas de que se renueve la dirección máxima del Poder Judicial, la unidad no está descartada. Las gestiones para que Luis Carlos Vega Pámanes se convierta en el nuevo titular están muy avanzadas. El bloque opositor carece de mayoría en el grupo de 33 magistrados que elegirán al sucesor de Celso Rodríguez, por lo que sobre la mesa hay un acuerdo que permita una votación unánime el viernes y no exhibir divisiones internas. De esta manera, según los cálculos del bloque que impulsa a Acosta Cordero, en caso de llegar a votación, la victoria de Vega Pámanes sería incuestionable.

La intervención del Congreso

La transición política en Jalisco, que culminó con la llegada del Partido Acción Nacional (PAN) a la gubernatura, tuvo como efecto la dispersión del poder al interior del sistema de justicia estatal, con lo cual se fracturó la estructura judicial donde antes sólo mandaban los abanderados del Partido Revolucionario Institucional (PRI). En realidad, el Poder Judicial estaba atado al jefe del Ejecutivo, que repartía cuotas en consonancia plena con las estructuras centrales del partido a escala estatal, atentando plenamente contra la autonomía judicial; es decir, el Judicial estaba subyugado al Ejecutivo. “Eso de que los panistas no lograron vulnerar y respetaron al Poder Judicial es una verdad a medias: también le entraron al juego de proponer magistrados y crear redes al interior”, señala Carlos Enrigue, abogado y especialista en el Poder Judicial.

La llegada de los panistas a las instituciones de Gobierno no trajo consigo una democratización plena del Poder Judicial, pero sí una extensión de los líderes políticos que están directamente inmiscuidos en la realidad internacional del sistema judicial jalisciense. Sin embargo, la entrada de los panistas no fue fácil.

A pesar de esto, los actores con más peso en el Poder Judicial siguen siendo los priistas. Javier Galván, Javier Guízar, Arturo Zamora, Aristóteles Sandoval y Guillermo Cosío son ejemplos de políticos que han logrado control en ese aparato interno. En el caso del PAN, José María Martínez, y un poco menos Fernando Guzmán, son personalidades que han ido adquiriendo influencia en el STJ y en la estructura del Poder Judicial. También se puede contar a Raúl Padilla López, ex rector de la UdeG.

En palabras de Carlos Enrigue, la única forma de incrementar el nivel de autonomía del Poder Judicial es a través de una reforma que elimine la elección de los magistrados como una de las prerrogativas del Congreso del Estado. “Los jueces tienen que ser elegidos por los propios jueces, y entre los secretarios; hay tantas posiciones que sería imposible controlar todas las designaciones. Ante esta imposibilidad, el mérito sería el elemento a tomar en cuenta por los jueces para elegir a los ocupantes de las responsabilidades vacantes”. Así, para el notario público, el Judicial es un poder contra la pared, sin posibilidad de maniobra ni de planificación institucional.

EL ABC DE LA SUCESIÓN
Así se elige al nuevo presidente

La duración de la Presidencia del Supremo Tribunal del Estado de Jalisco es de dos años.

Se elige al presidente el último viernes laborable del mes de diciembre, por mayoría de sufragios y en votación secreta y con escrutinio público.

En caso de empate, el magistrado presidente tendrá voto de calidad para desempatar la contienda.

El primer día hábil del presidente electo, en sesión extraordinaria, el pleno determinará la integración de las salas, en votación secreta por cédula y con escrutinio público.