GUADALAJARA, JALISCO (05/DIC/2016).- Ya sea porque tuvieron una mala experiencia en el primer matrimonio, un divorcio difícil o simplemente dejaron de creer en el matrimonio como institución, el número de personas que se casa por segunda vez en Jalisco es mínimo. Esto, a pesar de que los divorcios han aumentado hasta en 200% en comparación con el año 1985, así lo dio a conocer el director general del Registro Civil del Estado de Jalisco, Roberto Delgadillo González.En un vaciado de su base de datos la institución registró que de casi 400 mil matrimonios, es decir alrededor de 800 mil personas, sólo cinco mil 154 se han casado por segunda vez de 2010 a la fecha. Si bien es cierto que no todas estas parejas se han divorciado, la cantidad es muy pequeña ya que sólo en 2015 hubo siete mil 475 divorcios.“Nos dimos cuenta que no llega ni al 0.8% las personas que vuelven a contraer nuevas nupcias, es decir, es mínimo el porcentaje de las personas que vuelven a casarse. Y una de las muestras más importantes de este muestreo es que el 0.65% de las mujeres se vuelven a casar, contra el 0.80 por ciento”.Para el profesor investigador del Departamento de Sociología de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Mario Gerardo Cervantes Medina, este fenómeno es multifactorial. “Primero está el factor psicológico de decir ‘bueno, sí me vuelvo a enamorar, pero no me vuelvo a casar’, porque ya viendo papelito de por medio, la gente piensa que ya está seguro y tiene el compromiso. Pero, por otro lado está el miedo a volver a fracasar, porque tenemos nosotros una construcción social y cultural de que la persona que está casada y se divorcia, fracasó”.Es por eso, dice, que muchas veces prefieren vivir junto a su pareja o simplemente, llevar una relación de noviazgo en donde “todo el día están juntos, hacen las compras juntos, pero no viven juntos”.En cuanto al hecho de que los hombres divorciados se casan más que las mujeres, asegura que tiene que ver con una cuestión de género. “Al divorciarse, ¿quién se queda con los hijos? Pues la mujer. Y entonces se la piensa no una, sino hasta cuatro o cinco veces para volver a meter a alguien a su casa. O simplemente se sacrifican y dicen ‘cuando mis hijos ya no dependan de mí, entonces me doy una oportunidad’”.A pesar de que son pocos los que se dan una segunda oportunidad, la institución del matrimonio en Jalisco sigue vigente, tan es así que el número de matrimonios se ha mantenido, unos 38 mil al año, desde 1985. “Creemos que la institución del matrimonio es una de las más sólidas que tenemos en Guadalajara, una institución en la cual cree la gente, es por eso que tenemos una constante”, puntualiza Delgadillo González.BUSCAN ESTABILIDADLas nuevas generaciones tardan más en casarseA pesar de que la población ha ido en incremento, los matrimonios se han mantenido constantes, con aproximadamente de 38 mil al año en Jalisco. El profesor investigador del Departamento de Sociología de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Mario Gerardo Cervantes Medina, comenta que las nuevas generaciones prefieren no casarse o se casan a una edad más avanzada que hace algunos años.“Hay la conciencia de lo que implica el ir a tener una relación ya formal y los chicos dicen: ‘¿sabes qué?, yo quiero tener una estabilidad económica, quiero tener finanzas sanas, quiero tener ya un carrito o, si se puede, hasta un departamento y, entonces, hasta que yo no tenga la estabilidad económica, entonces voy a amarrarme’, y eso se logra hasta los 30, 33 años, cuando ya estás trabajando y eres profesionista”.En el vaciado realizado por el Registro Civil estatal, de 400 mil matrimonios, destaca que “tenemos estadísticas de hace 30 años, cuando una mujer se casaba entre 19 y 22 años y que ahora el dato específico es sobre los 27 años, los hombres es de 30 años y que la diferencia de edades entre las parejas, en promedio, es que la mujer es tres años menor que el varón”, dijo el director general, Roberto Delgadillo González.“Yo creo que tiene que ver mucho con los nuevos estilos de vida, sobre todo que tienen los jóvenes, sobre todo los millennials, que tienen esta concepción de preferir el cambio y eso es lo que hace que haya una dinámica nueva, en donde ya no hay esa estructura tradicional, porque además está en crisis la credibilidad en las instituciones. Entonces, la gente dice ‘no quiero una relación como la de mis padres y pues si no funciona, pues a otra cosa’. Por eso hay esa concepción cultural de una nueva modalidad de familia, sin el matrimonio”.UNIONESFechas, género y edades• Desde 2010 a la fecha, 11 mujeres y 31 hombres se han casado tres veces, dos mil 327 y dos mil 785, respectivamente, han contraído matrimonio dos veces.• En 2010, se casó un hombre de 97 años.• En 2015, una mujer de 85 años.• La diferencia de edad promedio entre la pareja es de tres años, pero en 2015 hubo unas personas cuya diferencia era de 65 años.• En 2015 hubo siete mil 475 divorcios.“No porque te vaya mal una vez, será siempre”Sendy se casó por primera vez con apenas 18 años. Lo hizo para cumplir un capricho social: estaba embarazada y no podía tener un hijo fuera del matrimonio. Le fue mal. Durante años sufrió violencia intrafamiliar, su ex esposo la maltrataba física, psicológica y económicamente.Un día, se cansó y decidió divorciarse. No fue un proceso sencillo, asegura, pero lo hizo. “Mi divorcio duró un año y ya después me di cuenta que el abogado no había presentado en el Registro Civil los papeles, entonces no tenía un Acta de Divorcio, lo último lo tuve que hacer yo sola”.Ella no se dio por vencida y al poco tiempo de separada conoció al que ahora es su segundo esposo. Aunque al principio parecía que la historia iba a repetirse, ya que Sendy quedó embarazada de su segundo bebé, pero decidió vivir en unión libre por un tiempo, antes de casarse de nuevo.“Ya me había ido mal una vez y no quería que pasara lo mismo. Viví con él durante dos años y me decidí. Estaba muy a gusto, sabía que ahora sí, si me casaba, ya me iba a quedar con él”.Sendy asegura que el matrimonio representa mucho para ella, ya que es el pilar de una familia y, en materia de trámites, facilita muchas cuestiones. “Además, no porque te vaya mal una vez, te va a ir mal siempre”.