Diputados enmudecen ante Elisa Ayón

GUADALAJARA, JALISCO (14/DIC/2013).- No tuvo recato para tomar la palabra. Elisa Ayón anunció que había solicitado un juicio político contra cada uno de los diputados que tenía frente a ella; terminó su advertencia, se levantó y se fue.

La regidora priista con licencia asistió a comparecer ante la Comisión de Responsabilidades del Congreso del Estado, pero no hubo una sola pregunta para ella. En silencio la escucharon los diputados. Para cuando se decidieron a cuestionar, Ayón ya había abandonado el Salón Prisciliano Sánchez.

Tuvieron oportunidad al inicio pero ninguno aprovechó el uso de la voz como la propia regidora: ella dijo que no tiene nada que temer y que el juicio político contra los diputados que integran la Comisión de Responsabilidades, presentado en el Legislativo ayer al mediodía, es porque en el proceso de la comparecencia violaban algunos de sus derechos.

“No puedo convalidar esta violación al marco constitucional y no los puedo acompañar en sus ilegalidades. Presenté juicio político contra todos y cada uno de ustedes por esta violación al marco institucional”, leyó a los diputados.

Los cuestionamientos se escucharon ya sin presencia de Ayón. Que era la oportunidad para que aclarara sobre sus propiedades, lamentó el diputado Juan Carlos Márquez. Que le hubiera gustado saber sobre el “patrón”, referido en los audios que involucran a Ayón en supuestos actos de corrupción, dijo el diputado Gildardo Guerrero. Que van a solicitar se inspeccionen sus propiedades y verificar si coinciden con su declaración patrimonial, mencionó Salvador Zamora.

Coincidentemente, no hubo presencia de los diputados priistas y del Partido Verde que integran ese órgano legislativo, señalaron los legisladores en la mesa. Rafael González adujo cuestiones de salud pero de Jaime Prieto y Jesús Palos Vaca no se supo nada.

Ayón salió de la sala seguida por un tumulto. La acompañaba su familia. Paró un momento su paso para decir que estaba tranquila y que si regresaría o no a su cargo como regidora y si continuaría o no como militante del PRI, se resolvería jurídicamente. Logró salir del tumulto y se fue. Para cuando los diputados reaccionaron, era ya tarde.