Diario de un snob

GUADALAJARA, JALISCO (06/MAR/2011).- Y este fin de semana arrancó en Guadalajara el magno proyecto “Pink power”, cuyo fin es fotografiar a por lo menos mil prominentes mujeres que bajo la exquisita lente de Martín Gavica, han estado posando en una serie de retratos que se publicarán en un maravilloso libro; el fin, no nos puede parecer más noble y altruista... se trata de recaudar a través de la venta del mismo, fondos para apoyar una macro campaña de concientización y prevención del cáncer femenino; una detección a tiempo puede salvar muchas vidas y más si se trata de mujeres plenas y en edades productivas, en un país como el nuestro en donde –queramos o no–, el eje central de una familia y de una sociedad entera lo constituye la mujer, a la  falta de ésta, o al mero diagnóstico de un cáncer, se desmorona en todos sentidos no sólo la familia, sino el micro cosmos que la rodea. Así pues no podemos ser ajenos a este tipo de apoyos. Y hemos de lamentar el deceso de esa encantadora dama que fue Catalina Lancaster-Jones y Padilla, esposa de Carlos Morett Sedano, fallecida en esta ciudad la pasada semana víctima de un severo problema de salud. Ella fue hija del notable historiador don Ricardo Lancaster-Jones y Vera (familias de las cuales hemos hecho referencia constantes veces) y de doña Beatriz Padilla España de Lancaster-Jones, una de las damas más elegantes y de más prosapia de su tiempo, como que descendía de personajes de la talla de Cristóbal de Oñate, Baltazar Temiño de Bañuelos, Juan de Tolsá y Miguel de Ibarra, fundadores en 1542 de esta (¿aún noble?) ciudad... además de ser descendiente directa del mayorazgo de Porres Baranda, el más importante de cuantos hubo en tierras de la Nueva Galicia... a Cathy le sobreviven su esposo Carlos Morett y sus dos bellas hijas, Catalina e Isabel, ambas ya casadas y con hijos pequeños. Además de sus numerosos sobrinos y cuñados, sus hermanas, la encantadora Chabe Lancaster-Jones viuda de Toño Pérez García-Diego y Parra Martínez Negrete (dama de la orden del Santo Sepulcro de Jerusalem) y la más joven, Leonor Lancaster-Jones, esposa de Miguel Barraza Armentilla… ellas son miembros de una gran familia que nos tocó conocer por completo y a los que veíamos muy continuamente en su casa de al lado de avenida Lafayette, o bien en su hacienda, la Santa Cruz, cercana a Tamazula... Por razones que nos son ajenas de pronto  las personas que de alguna forma constituyeron una parte importante en nuestras vidas comienzan a desaparecer; unas físicamente aunque no se hayan “ido al otro mundo”, y otras que por desgracia ya se han ido y han dejado de habitar “el mundo de los vivos”... en fin, las inecrutables “leyes de la vida”...!! Y así, unos días antes también dejó este mundo Sherie Stokes, la que fuera “guapísima” esposa de Xavier Gómez España y González Paul, era a su vez este último, primo de la referida Cathy Lancaster-Jones por una de tantas ramas...!! En su momento, allá a mitad de los años sesentas del pasado siglo, Javier y Sherie constituyeron una de las parejas más in y atractivas... ella llegada de California, era la imagen perfecta de una mujer de su época... en el tiempo en que California era considerada la “meca” de la vanguardia, los movimientos sociales y las modas. Al momento de su deceso ya era viuda de Javier, con el cual procreo tres hijos: la guapísima y muy querida amiga Marcela Javier (cariñosamente apodado “Chiquihuite”, en una ciudad donde nadie escapa de los apodos) y Sherie la menor... y vivían en Ajijic, a orillas de Lago  de Chapala con su pareja, un caballero norteamericano-inglés de gran educación y buena cuna; a todos ellos nuestro muy sentido pésame. Esta familia encabezada por don Ignacio Gómez España y Gallardo y doña María Teresa González-Paul en su momento la constituyeron, Martha, Nacho, ya convertido en un otoñal galán, tan simpático como siempre... Javier (fallecido)... la adorable Catalina (quien lleva también este nombre en honor de su antepasada, la nobilísima Catalina de Temiño, del ya citado mayorazgo de Porres Baranda), Elia, Jorge (fallecido hace años) y Carlos, el menor... una familia como lo eran las de antes: divertidos, fiesteros, ocurrentes, siempre inventando situaciones entretenidas y amigos hasta de sus enemigos...!! Y muy a propósito, pues todas estas damas que hemos venido mencionando líneas arriba fueron en su momento alumnas del más tradicional y famoso colegio que ha existido en la antigua Guadalajara; nos referimos obviamente al colegio del Sagrado Corazón, mejor conocido como el “colegio de las damas”, cuyas antiguas condiscípulas acaban de celebrar lo que llaman la comida anual de EXSAC, o “Dándonos la mano”, en esta ocasión teniendo como maravilloso escenario la bella hacienda que perteneciera a los Capetillo y Villaseñor por los rumbos de Buenavista... integrantes además de “Ayuda Mutua A.C.”, que se ocupan de lograr fondos para apoyar económicamente a aquellas antiguas compañeras que pudieran estar en problemas económicos y que su condición o edad no les permita trabajar. Loable labor de todas estas alumnas de "las damas", que además de excelente institución escolar, fue el semillero de las mujeres más guapas de Guadalajara… nos informó Paulina Name de Gallardo que actualmente Colegio Guadalajara (el nombre oficial del mismo) retoma día a día, aunque de forma actualizada, los criterios y apostolados que marcaron e hicieron época en la manera de educar a generaciones de chicas tapatías desde ¡¡Hace ya 115 años!! Entre el actual grupo de activas colaboradoras de “Dándonos la mano”, recuerdo a Güicha Bustillos de Ramos, Ileana Lamadrid, Teresita Baruqui de Guerra, la incansable Pinky Corvera de Charpenel, Lupe Servín, María Carroll, Ana Rosa de la Mora y más elegantes damas, las que esa tarde calurosa portaron mexicanísimos rebozos, muy ad-hoc al elegante –pero campirano– ambiente de la hacienda y de su anfitrión. Y no se puede quedar sin concluir la restauración de Santa Mónica, considerada la joya más preciada del barroco mexicano… buena Iglesia que a los ojos de muchos tapatíos ni les suena, ni la ubican y ni siquiera la conocen... sobre todo esos que insisten en vivir en una ciudad de mentiras o de ficción, en los suburbios de lujo, que no dejan de ser andurriales de lujo tal vez, pero andurriales. Pues bien, la iglesia de Santa Mónica, antigua sede de las monjas Agustinas Recoletas, cuya fachada ubicada en la calle de Santa Mónica, entre San Felipe y Reforma, en el Centro de Guadalajara, es quizá la más bella y exuberante de la arquitectura barroca no sólo de México, sino de América... y gracias a donativos canalizados a través de “Adopte una obra de arte A.C.” se comenzó a restaurar no sólo la fachada (que se caía a pedazos) sino los interiores también... pero... ¡ay!... siempre en esta ciudad existen los “peros”… se ha quedado inconclusa su restauración y ya casi al punto final se están pidiendo donativos de personas educadas, con gusto por las artes, amigos de lo bello y lo exquisito y generosas (¿aún quedan?) y por sobre todo en el sentido de devolver a Guadalajara lo mucho que nos ha dado. adopteunaobradeartejal@megared.net.mx... para cualquier informe al respecto y además deducible de impuestos...!