GUADALAJARA, JALISCO (31/MAY/2014).- Existe una prueba llamada espirometría, que consiste en soplar a través de un equipo especial que mide el flujo y fuerza con la que sale el aire, y la cantidad del mismo que sopla el paciente. Esto da una muestra real del grado de obstrucción pulmonar que tiene una persona.

El estudio permite identificar de manera temprana a las personas que tienen EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) y no lo saben, para así poder ofrecer una mejor respuesta al tratamiento.

De no detectarse a tiempo, el paciente puede llegar a depender de alguien para que lo asista, pues la función pulmonar deteriorada provoca que la persona no pueda hacer ningún esfuerzo.

“Hay mucho subdiagnóstico, porque hay muchos pacientes que tienen el problema de EPOC y no lo sabe; tenemos un problema de subdiagnóstico como de 40%, personas que tienen el problema, no lo saben y sigue fumando”, señaló el jefe de la división de Neumología y Fisiología Pulmonar del Nuevo Hospital Civil, Raúl Ortiz Peregrina.

La EPOC no se cura, sólo se puede retrasar su progresión si se detecta a tiempo y se da un tratamiento al paciente.

Según el médico, de cada 100 personas que fuman, al menos 15 van a llegar a padecer EPOC. El resto de fumadores desarrollará infartos cerebrales, enfermedad cardiovascular o algún tipo de cáncer.

Los consumidores que comienzan a fumar en la adolescencia y continúan haciéndolo de manera regular tienen 50% de posibilidades de morir a causa del tabaco y de reducir hasta en 22 años su esperanza de vida.

Los síntomas más comunes de la EPOC son la falta de aire, la expectoración anormal y la tos crónica. Conforme la patología empeora, actividades diarias como subir escalones o cargar una bolsa pueden tornarse difíciles.

Si bien consumir tabaco es la causa más importante de la EPOC, cocinar con leña y absorber el humo, así como exponerse a contaminación por tiempos prolongados, también son factores de riesgo importantes.

Daño que causa el humo

Imagine una  persona dándole una fumada al cigarro. Cuando absorbe, las partículas viajan hacia las partes más distales del pulmón, al momento de dar “el golpe”.

El humo se desplaza por el organismo y comienza a irritar la vía respiratoria. Ante cualquier adversidad e irritación, la vía comienza a producir  moco, lo que produce inflamación y hace que se atrofie.

Con un solo cigarro, esta agresión se repite varias veces. En consecuencia, el pulmón empieza a realizar un mecanismo de remodelación; se inflama con el humo y se desinflama automáticamente, y así sucesivamente.

Este proceso hace que la mucosa interna del pulmón se haga más gruesa y obstruya la vía área. Primero afecta los bronquios chicos, después los medianos y al último los grandes.

Es por eso que el paciente no siente que el cigarro sea dañino; el daño se refleja con síntomas hasta que los problemas afectan todo su aparato respiratorio.

La primera etapa de la EPOC se refleja con una tos crónica o bronquitis. Después viene la  obstrucción de la vía aérea y comienzan las fatigas y faltas de aire. Es entonces cuando el daño es irreversible y las vías respiratorias ya sufrieron por años la agresión del humo de tabaco.

TESTIMONIO
Fumaba 20 cigarrillos diarios

Hace más de 60 años fumar era algo prácticamente normal en los pueblos. La gente empezaba muy joven a fumar cigarrillos, y el hábito se pasaba de generación en generación.

La señora María de Jesús Rizo Vega, originaria de un pueblito perteneciente a Zapotlanejo, es un ejemplo de ello. Cuenta que inició a fumar desde muy joven, y lo hizo por más de 30 años, fumando hasta más de 20 cigarros por día.

Ahora tiene 79 años, pero hace cinco dejó de fumar tras verse enferma y entrar con neumonía al hospital.

María padece EPOC, y cada cuatro meses acude a consulta con su neumólogo, quien la mantiene con un tratamiento basado en fármacos e inhaladores para mejorar la capacidad respiratoria.

La enfermedad no le permite hacer ningún movimiento brusco, ni esforzarse, después de que ella tuvo a nueve hijos y a todos los cuidó sin cansarse.

SABER MÁS
Enfermedad prevenible

La representante en México de las Organizaciones Panamericana y Mundial de la Salud, Maureen Birmingham, indicó que el tabaquismo es la primera causa de mortalidad prevenible y una de las mayores amenazas para la salud en el mundo.

Subrayó que una de cada 10 defunciones de adultos es debido al tabaco, y de las seis millones de muertes anuales, cinco millones son por uso directo y más de 600 mil por estar expuesto al humo del cigarro, son los conocidos fumadores de segunda mano o pasivos.

NUMERALIAS
En cifras

80% de las mujeres que tienen EPOC tuvo contacto con humo de leña, o bien, su esposo es fumador. El esposo no tiene la enfermedad, y ella sí.

35%  de los niños con asma tiene algún papá o mamá fumador.

4 mil sustancias tóxicas contiene el humo del tabaco, y 50 de ellas son cancerígenas.

9 personas mueren al día en Jalisco por enfermedades ocasionadas por el hábito de fumar.

EL DATO
Atención

Si una persona tiene más de 10 años de consumir tabaco, fuma al menos 10 cigarrillos diarios y ronda los 40 años de edad, debe acudir al médico para realizarse un estudio de diagnóstico de EPOC.

Como no presenta síntomas, la enfermedad puede avanzar sin mostrar ningún cambio aparente en la persona. No obstante, el daño puede ser avanzado y de no atenderse a tiempo las consecuencias pueden ser fatales.