Deterioro del ciclo de agua, problema en Guadalajara: especialista

GUADALAJARA, JALISCO (17/MAR/2016).- La escasez de agua no es el problema en la Zona Metropolitana de Guadalajara, sino la alteración de los ciclos del agua debido, entre otras causas, a la deforestación y construcción de edificios en terrenos donde hay depósitos subterráneos del líquido.
 
El investigador del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD), Arturo Gleason Espíndola, agregó que la urbanización de terrenos donde se recarga el agua de lluvia en el área conurbada de Guadalajara, es causante también de mala distribución del agua.
 
Durante la conferencia "El deterioro del ciclo del agua en la zona metropolitana de Guadalajara", que impartió en esta ciudad, urgió a crear redes de monitoreo que midan el agua subterránea, en el ambiente y los escurrimientos.
 
"Sin estos elementos no se puede planear, y como consecuencia se afecta el medio ambiente y las finanzas públicas, además de que podrían resultar dañadas las próximas generaciones", consideró.
 
Agregó que si la gente extrae agua de los acuíferos sin la posibilidad de que se recuperen, estos se van a secar, lo que afectaría a la temperatura e incidiría en las cuencas.
 
"Podría no haber lago de Chapala que pueda satisfacer nuestra sed, a eso hay que agregar el crecimiento en el número de habitantes. Llegaría a ser caótico lo que se aproxima".
 
Manifestó que hace falta voluntad política para que haya monitoreo del agua; falta de conocimiento, concientización de la autoridad y, sobre todo, compromiso social.
 
Precisó que las fuentes de abastecimiento de agua para la ciudad son Chapala, la Presa Calderón y los acuíferos de Atemajac y Toluquilla.
 
Estimó que de todas ellas se extrae nueve metros cúbicos por segundo, según datos del año 2000, cuando se requiere de 12 metros cúbicos.
 
Gleason Espíndola comentó que con la presa el Zapotillo "se pretende dotar de agua a León, Guanajuato; a Los Altos de Jalisco y a Guadalajara, y cubrir el déficit que hay en la zona metropolitana, pero no resuelve el problema de fondo".
 
Lamentó que se autoricen urbanizaciones "que cubren la superficie terrestre y no permiten la infiltración y la recarga acuífera; se construyen edificios altos u horizontales, y sin ningún tipo de previsión técnica los terrenos son excavados y cimentados".
 
Muchas veces, cuando terminan de construir un edificio entra agua al estacionamiento donde se ensucia con el aceite de los automóviles, y esa agua que servía para consumo humano queda inservible, alertó.
 
Es común que la urbanización se hace donde se recarga el agua de lluvia, ésta deja de penetrar el subsuelo y se mezcla con aguas negras, lo que ocasiona desequilibrio, concluyó.