Miércoles, 23 de Octubre 2024
Jalisco | Obtienen hasta 300 pesos diarios

Detectan que utilizan a los ancianos como pedigüeños

Personas de la tercera edad y hasta niños son usados para que pidan dinero en las principales calles de la metrópoli

Por: EL INFORMADOR

Los DIF municipales afirman que ya casi no hay personas en situación de calle, pero es común ver ancianos pidiendo limosna. EL INFORMADOR / A. García

Los DIF municipales afirman que ya casi no hay personas en situación de calle, pero es común ver ancianos pidiendo limosna. EL INFORMADOR / A. García

GUADALAJARA, JALISCO (21/NOV/2015).- La compasión rinde frutos y es rentable. El método es cotidiano. Temprano, hombres o mujeres de edad avanzada en silla de ruedas o con signos de alguna enfermedad son llevados a distintos cruceros o puntos estratégicos de la metrópoli, donde el flujo de personas o automovilistas es constante. El objetivo es recaudar dinero con la complicidad de sus familiares, quienes son los que los transportan y se benefician principalmente de los ingresos de los conocidos como pedigüeños

Se observan en las principales calles y avenidas. Sus familiares les brindan casa, comida y financian sus medicamentos a cambio de ejercer la mendicidad y entregarles parte de las ganancias. En 2009, la administración tapatía hablaba de ganancias por 250 millones de pesos al año entre estas personas (incluyendo niños que hacían la misma actividad), pero actualmente el Ayuntamiento no maneja cifras ni estimaciones.

“En promedio ‘charoleando’ (pidiendo dinero) ganó 300 pesos mínimo diarios… si me va mal 240 o 250 pesos. Eso no los gano ni siendo licenciado, a menos que sea diputado”, dice Martín Vargas, quien con una venda en el brazo y una receta médica sobrevive en la ciudad desde hace tres años.

María García llega a Guadalajara cada tres meses a realizarse chequeos médicos y visita la Plaza de la Liberación, pero califica como un “martirio” estar sentada y cada minuto recibir la petición de un pedigüeño que la aborda pidiéndole una moneda: “Necesito un costal de dinero para darle a todos los que pasan”.

Otros lugares donde se ejerce esta actividad son en las afueras de las iglesias, en los tianguis, mercados, centros históricos y plazas.

“Recuerdo a una señora grande enferma, en silla de ruedas. La invitamos a irse al albergue y nos dijo que a ella la ayudaba una persona, que le tenía donde vivir, le daba de comer y le compraba sus medicamentos, porque estaba enfermita. Por eso se negó a recibir el apoyo de nosotros y nos dimos cuenta que hay personas que se dedican a eso: dejan a la persona que cause lástima y genera el ingreso de los ciudadanos que le ofrecen una limosna”, afirmó Jorge López Ramírez, ex coordinador del Centro de Atención y Desarrollo Integral para Personas en Situación de Indigencia de Guadalajara, quien afirmó que no se puede hablar de alguna explotación de algún tipo porque existe un acuerdo entre las personas involucradas.

Al ser detectados, cambian de lugar y aparecen en otros cruceros o puntos de la ciudad, donde realizan la misma actividad. Por ello las autoridades descartan que los estén retirando de las calles.

Aumentan “artistas callejeros”

Desde hace unos meses pululan en varios cruceros de la Zona Metropolitana de Guadalajara algunos “artistas callejeros”, pero en realidad son pedigüeños, que buscan recibir algunas monedas a cambio de mostrar su “arte”.

Malabaristas, mimos, tragafuegos, payasos, porristas, artistas del balompié, escritores de poemas y  músicos, entre otros, tratan de alegrar y sacar una sonrisa a los automovilistas a cambio de una moneda, y se unen a hombres y mujeres que traen a niños en brazos, limpiaparabrisas, lavacoches, enfermos, niños haciendo piruetas, entre otros tantos que solicitan dinero en los cruceros de la Zona Metropolitana.

El semáforo es el aliado perfecto para realizar su “arte”. Sin embargo, el peligro está latente, cuando el color rojo cambia a verde, hay que tener una coordinación perfecta y buscar de inmediato la acera o el camellón para no ser embestidos por los vehículos.

Estar frente a los autos no es fácil, realizar malabares, tablas gimnásticas, arrojar fuego o hacer piruetas.

Los automovilistas a veces sonríen, en tras otorgan una moneda y varios ven con desprecio a los pedigüeños.

Algunas personas reciben insultos; sin embargo, Marcela Farías es estudiante de medicina en la UdeG y dice que dedica dos o tres horas del día, junto con otros compañeros, a realizar tablas gimnásticas en algunos cruceros.

“No es un trabajo, pero gracias a eso podemos obtener dinero para completar para el transporte, o para pagar algunos viajes de estudio. A la gente le gusta lo que hacemos, hemos tenido buena respuesta”.

Desconocen cuántos piden dinero en la vía pública

La rotación de algunas personas en situación de calle o pedigüeños en algunos cruces tradicionales para solicitar algunas monedas se debe principalmente al acoso de la autoridad policial y al enojo de la gente por verlos a diario, por lo cual emigran a otras zonas más “productivas”, en donde buscan el sustento económico para sus familias.

Los ayuntamientos argumentan que, cuando termina la temporada de vacaciones, las personas en situación de calle también regresan a sus lugares de origen.

Otras personas han emigrado del Centro Histórico de Guadalajara por la construcción de la Línea 3 del Tren Ligero, ya que al no existir un alto número de visitantes, sus ingresos se ven disminuidos.

Los ayuntamientos de Guadalajara, Zapopan, Tonalá y Tlajomulco afirman que han visto una reducción en el número de estas personas, principalmente por la implementación de programas sociales, la entrega de becas para que adquieran un oficio y se alejen de las calles, por los apoyos institucionales y por la reintegración de la vida laboral.

Tlaquepaque no dio cifras al respecto.

Pero los DIF del Gobierno de Jalisco, Guadalajara, Zapopan, Tonalá y Tlajomulco no cuentan con un censo exacto del número de personas en situación de calle, ya que su constante migración y la llegada de migrantes de otros estados y Centroamérica es difícil contabilizarlos.

En Zapopan, de enero a julio de 2015, registraron en 106 cruceros del municipio a 93 niños, niñas y adolescentes en situación de calle, pero ninguno de duerme en la misma, no son indigentes, solamente laboran en la calle, según DIF.

En Tlajomulco, de 2012 a julio pasado, se detectaron 64 personas en situación de calle, a los que se les ha apoyado con diferentes programas y se busca su integración a la sociedad.

Tonalá ha localizado a 54 familias en esta condición, las cuales laboran en el municipio con todos los miembros del núcleo familiar, incluyendo hijos, nietos, yernos, nueras  y abuelos, pero el DIF negó que sean pedigüeños, ya que tienen donde dormir y solamente ejercen la mendicidad o venden algunos productos en los cruceros.

La Policía de Guadalajara negó que exista algún operativo reciente para retirar de la vía pública a las personas en situación de calle y solamente acuden cuando tienen reportes o quejas como en ocasiones sucede con los limpiaparabrisas de Federalismo e Hidalgo, quienes al calor del alcohol o drogas se violentan e insultan a los automovilistas que no los dejan limpiar o no les dan algunas monedas.

LA FRASE

"Nosotros nos movemos constantemente porque la gente se cansa de darnos una moneda en el mismo lugar. Por eso buscamos otros sitios. En el Centro de Guadalajara ya no se puede porque está todo cerrado por las obras del Tren Ligero".

Silvano Garza, persona en situación de calle.

GUÍA
El sector

— ¿Quién es un pedigüeño?
— Persona que pide dinero o cosas con insistencia.

— ¿Quién es indigente?
— Es quien no cuenta con recursos de ningún tipo y comúnmente pernocta en la calle por las noches. Su condición denota un estado de abandono, no tiene ningún tipo de apoyo.

— ¿Quién es el indigente clásico?
— Es el que está en la calle pidiendo dinero, saca comida de los botes de basura, trae cosas  cargando y no tiene una actividad productiva.

 — ¿Quién es el indigente institucionalizado?
— Son los que viven de la asistencia social, de las instituciones. Se inscriben en programas sociales y buscan siempre la manera de que el Gobierno les facilite algunas cosas.

CENTRO DE ATENCIÓN TAPATÍO
Descartan mafias

Jorge López Ramírez, quien fuera coordinador del Centro de Atención y Desarrollo Integral para Personas en Situación de Indigencia de Guadalajara, descartó antes de terminar la pasada administración que el grupo de personas en situación de calle o pedigüeños estén afiliados a un sindicato o cualquier mafia. Lo que afirmó es que los “apartalugares” son quienes sí están agremiados y pagan cuotas a los sindicatos.

“Los que lavan y apartan lugares para los autos en las calles nos han afirmado que están afiliados a sindicatos, muestran credencial y dicen que tienen permiso para trabajar. Ellos afirman que dan cuota, el llamado derecho de piso, a los sindicatos, mientras éstos les dan garantía de trabajar en las calles”.

En los DIF tampoco han detectado redes de pedigüeños; incluso, afirman que los vendedores ambulantes en los cruces tienen permisos de las direcciones de Mercados, pero desconocen si los sindicatos han intervenido. López Ramírez comentó que, sin ser una red, han descubierto a grupos de mujeres indígenas que son traídas para trabajar desde Oaxaca o Chiapas. “Pero no es una red ni mafia, son personas llamadas ‘Marías’, personas con rasgos indígenas. Hemos intervenido  y nos han dicho que vienen de sus lugares de origen y se vienen con hombres, los cuales les ponen casas para que vivan en grupo con otras mujeres y se dedican a vender papitas u otros artículos”.

Al realizar un recorrido por el Centro Histórico, las vendedoras de papas afirman que algunas de sus compañeras sí viven en casas y les entregan el producto para que lo vendan.

TESTIMONIO
De vendedor de donas a profesor

Luis Hernández Olmo nunca pensó que tres denuncias ante el DIF de Tonalá por presunta explotación y maltrato infantil, interpuestas por alguna persona mal intencionada, pudieran darle la posibilidad de transformar su vida y la de sus hijos, al reincorporarse al mercado laboral formal tras dejar la venta de donas en la calle y convertirse en profesor. Ahora enseña en el DIF a fabricar productos de limpieza para que las amas de casa instalen sus negocios propios.

Hace cuatro años, Luis enviudó y trabajaba en una empresa como jefe de seguridad. Al quedarse como responsable de cinco hijos tuvo que enfrentar una difícil realidad: salir a trabajar y dejar solos a los menores, ya que su hija mayor se casó y se fue de la casa, por lo que los restantes cuatro menores de edad necesitaban de toda su atención y decidió renunciar a su empleo.

Fue así como decidió fabricar donas caseras y venderlas casa por casa en Tonalá. Luis las fabricaba y sus pequeños las vendían, por lo que el negocio familiar creció, ya que les compraban en promedio 100 donas diarias.

“Yo fabricaba las donas y ellos las vendían, pero a los tres o cuatro meses recibí una demanda por explotación de menores… decían que yo explotaba a mis hijos, que me quedaba en mi casa viendo televisión, cosa que no era cierto. Me llamaron del DIF para hacer las investigaciones, les hicieron estudios físicos, me pidieron los datos de las escuelas donde acudían. Fueron seis meses difíciles, las ventas de las donas cayeron porque dos veces a la semana tenía que acudir al DIF, estuvimos seis meses en cursos de psicología y me hicieron la propuesta de estudiar en el Centro de Capacitación para el Trabajo Industrial (Cecati)”.

Explica que le dieron un curso de fabricación de productos de limpieza hace tres años y medio, “le eché ganas, hacíamos donas y empezamos a fabricar productos de limpieza. Nos fue bien y dejamos el negocio de las donas para fabricar productos como cloro, suavizantes y gel, pero le pedí al DIF que si me apoyaban con otro curso de panadería y repostería porque tengo la meta de dejarle un negocio a cada uno de mis cuatro hijos: tengo dos niños y dos niñas entre los nueve y 16 años”.

Hoy, Luis ofrece clases gratuitas en el DIF de Tonalá a las personas que, como él, buscan superarse. Tiene un grupo de amas de casa que aprenden cómo hacer productos de limpieza para emprender su negocio. “Yo hago esto gratis porque siento que tengo que  regresar algo de lo que ellos me ayudaron”.

Faltan cambios en las políticas públicas

La apariencia de las personas en situación de calle, sobre todo por la ropa sucia, provoca en ocasiones temor y antipatía por conductores o peatones, incluso porque muchas hablan solas.

Comerciantes de Avenida Revolución, 5 de Mayo y Analco se quejan de la falta de vigilancia y rondines de la Policía de Guadalajara, ya que los indigentes utilizan los sitios de estacionamientos de sus negocios como baños públicos durante las noches en donde pernoctan.

“Pueden quedarse en el lugar a dormir, el estacionamiento está  techado y pueden dormir en el lugar, el problema es que hacen sus necesidades y por las mañanas tenemos que levantarlos muy temprano para lavar… eso no nos gusta, por eso se solicitó el apoyo a la Policía de Guadalajara para que los invite a retirarse”, afirma Guillermo, vigilante de un estacionamiento afectado.

Marcela  Sánchez, psicóloga de la Univa, comenta sobre el tema: “Somos una sociedad con prejuicios, la autoridad trata de hacer su trabajo con programas sociales para aminorar la problemática de la indigencia, pero como sociedad existen pocas instituciones dedicadas al tema. Como ciudadanos, les negamos una moneda o les damos algo de comida, pero hacemos poco por ellos”. Subraya que “ofende que no existan mayores políticas públicas para ofrecerles servicios de salud, seguridad y educación a que la gente vive en la precariedad, en situación de calle”.

El único refugio abierto todo el año

El Centro de Atención y Desarrollo Integral para Personas en Situación de Indigencia de Guadalajara es el único que brinda servicio los 365 días del año. El resto de los municipios tiene refugios temporales. Este albergue es una  alternativa para los indigentes o personas en situación de calle, el cual ofrece estancia para dormir, bañarse y tomar alimentos tres veces al día durante todo el año.

Además cuenta con  áreas de trabajo social, psicología, evaluación médica, pláticas motivacionales contra las  adicciones, talleres de capacitación laboral y la unidad móvil de asistencia social, que recorre el municipio invitando a las personas a que acudan al albergue.

Se reducen 25% las atenciones
    
El Centro de Atención y Desarrollo Integral para Personas en Situación de Indigencia del DIF Guadalajara estima que, de 2013 a agosto de 2015, se ha reducido 25% las personas que atiende, las cuales son indigentes, personas en situación de calle y migrantes nacionales y Centroamericanos.

Dicho organismo atendió en 2013 a tres mil 264 personas, en 2014 a tres mil 574 y hasta agosto de 2015 mil 300 personas, por lo que la baja es considerable.

Lugares donde pernoctan los indigentes

• Antigua Central Camionera.
• Estación del ferrocarril.
• Mercado San Juan de Dios.
• Mercado de  Abastos.
• Plaza Juárez.
• Parque Agua Azul.
• Centro Histórico.
• Hospicio Cabañas.
• Antiguo Hospital Civil.
• Debajo de los pasos a desnivel.
• Iglesias.
• Negocios.
• Andadores.

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