Destrabar venta de hígado es decisión de ayuntamientos: Salud

GUADALAJARA, JALISCO (05/JUL/2011).- Destrabar o no la venta de hígado en su territorio es decisión de cada Ayuntamiento, y aunque todavía hay desconfianza para comercializar esta víscera, que estuvo prohibida durante más de 10 años debido a la aparición de casos de intoxicación por clembuterol, la Secretaría de Salud Jalisco ( SSJ) descarta riesgos a la población.

Luego de que los gobiernos de Guadalajara y Tlaquepaque anunciaran que está pendiente la decisión de permitir o seguir prohibiendo la venta de hígado de res, el director de Regulación Sanitaria de la Secretaría de Salud, Juan Carlos Olivares Gálvez, asegura que desde que se levantó la alerta, hace un par de semanas, hasta hoy, en Jalisco no ha aparecido ningún caso de intoxicación por el anabólico.

“Cuando levantamos la alerta sanitaria estamos diciendo que, con base en la investigación epidemiológica, no existe ya la restricción desde el punto de vista de los resultados, de la presencia de muestras positivas y de casos de intoxicación para mantener una alerta”.

Independientemente de que algunos rastros tomen la decisión de seguir sin comercializar el hígado (aún con la anuencia de la dependencia sanitaria), los muestreos de carne se seguirán haciendo de manera habitual y “no se bajará la guardia”, según indicó el funcionario.

La SSJ envió un documento a los ayuntamientos, en donde se les informa de acciones y nuevos lineamientos de las autoridades municipales para reforzar la vigilancia de la calidad sanitaria del hígado.

No obstante, lo que se busca también es que la población que guste de consumir hígado lo adquiera en sitios confiables, en donde el comerciante se comprometa a tener, no sólo esta parte de la res, sino toda la carne, libre de sustancias como clembuterol.

En este mismo sentido, desde hace más de tres años la SSJ comenzó a entregar cartas compromiso a carnicerías que vendieran carne segura.

El funcionario anunció que ya se mandaron imprimir cinco mil cartas más para entregarlas a comercios que hace falta que establezcan el compromiso, y para renovar las de los negocios que cuenten con su documento en malas condiciones.

“Lo que pretendemos es crear un nexo de confianza entre el consumidor, el proveedor y las propias autoridades. La carta compromiso forma parte de una secuela en donde podemos tener la confianza de la rastreabilidad desde el proveedor hasta el comerciante, previo al consumidor”.