Desmienten aumento de depresión en fiestas decembrinas

GUADALAJARA, JALISCO.- Es ya una idea generalizada que las fiestas de Navidad y de Año Nuevo son fechas en las que se incrementan las posibilidades de padecer una depresión, debido a las bajas temperaturas, la ausencia de seres queridos o la falta de ingresos económicos.

No es raro escuchar a alguien decir que terminar un año provoca melancolía, nostalgia e incluso tristeza.

Pero según el coordinador de Comunicación Educativa del Instituto de Salud Mental (Salme), Julio Horacio Villegas Olguín, esto es sólo un mito y se trata más bien de una predisposición por parte de la sociedad.

No es lo mismo sentir tristeza o melancolía que padecer una depresión, pues ésta implica falta de energía, desgano generalizado e incapacidad para realizar algunas actividades durante 15 días, la mayor parte del día.

“La gente dice sentirse triste por ratos, pero no todos los días”, recalcó.

Sin embargo, acepta que quien ya padece de algún trastorno depresivo o que lo vivió durante el año, probablemente durante estos días de festividades tendrá una recaída si no continúa con su tratamiento.

“No está documentado que haya aumento, no podemos decir que aparezcan nuevos casos de depresión durante esta temporada; es diferente a los casos que ya fueron diagnosticados, sean tratados o no, que experimenten los síntomas en este periodo del año”.

Villegas Olguín destaca que lo que sí puede incrementarse en esta temporada es el estrés y la ansiedad, sobre todo en aquellas personas que no tienen una red social bien cimentada, que añoran mayores recursos económicos o que perdieron a un ser querido recientemente y no lo ha podido superar.

Contrario a lo que se dice, en el mes de diciembre, el Servicio de Intervención en Crisis otorga un 10% menos de atenciones en consulta externa y hospitalización, a comparación de meses previos y posteriores.

El médico recomienda a las personas que ya padecen de un trastorno depresivo, que se apeguen al tratamiento y que se acuerden cómo han enfrentado la intensificación de su tristeza, para que lo vuelvan a hacer en la temporada navideña.

Una Navidad con salud mental

Para la población en general, se recomienda seguir el siguiente decálogo:

1. Distinguir entre una tristeza pasajera y una depresión.
2. Buscar compañía adecuada, no obligatoriamente deben ser los familiares.
3. Realizar alguna actividad de voluntariado.
4. Reconocer que los problemas no desaparecen con la Navidad, continúan.
5. Valorar lo alcanzado durante el año, y lo que se quedó pendiente afrontarlo mediante metas realistas.
6. No encontrar el sentido de la Navidad en los regalos.
7. Hacer un plan para no endeudarse y apegarse a su presupuesto.
8. Tener tiempo para compras y preparativos.
9. No sentirse obligado a realizar todas las actividades sociales.
10. Mantener el autocuidado; no tomar en exceso.