Del Bosque y el ya se pudo

El viernes 11 de junio, día inaugural de la Copa del Mundo de Futbol de Sudáfrica, la prensa española daba cuenta de un estudio en el que 76.1% de los habitantes del país afirmaba creer que la situación económica general de España es “mala” o “muy mala”. Realizado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el denominado barómetro revelaba que en el mes de mayo apenas un ínfimo 2.4% de los españoles consideraba “buena” o “muy buena” la situación económica de su país, mientras que sólo uno de cada cinco la calificaba de “regular”.

No la están pasando bien en la España que gobierna el socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Enfrentan una situación atribulada que comparten con otros países europeos y han tenido que entrar a dolorosos y convulsivos procesos de ajuste que han generado fuertes reclamos, inconformidad en las calles y rebeliones por cauces institucionales de amplios sectores sociales.

En ese contexto de sacudidas llegaron los seleccionados españoles de futbol a Sudáfrica: cargados de ilusiones de millones de españoles que pasan por uno de los peores momentos desde la transición democrática.

Los futbolistas hispanos también iban por el “ya se pudo” que significaba ganar por primera vez el Campeonato Mundial, aunque partiendo de un altísimo nivel competitivo en varias ramas del deporte, con un Rafael Nadal número uno en el tenis, con un Fernando Alonso triunfador en el automovilismo de Fórmula Uno, con un Pau Gazol conquistador de título en el basquetbol profesional de Estados Unidos. Y con su propia historia, que apenas hace dos años les había dado la cúspide en la Euro derrotando a Alemania.

Ayer, España se coronó campeona del mundo al derrotar merecidamente a Holanda. Y aunque hay muchas claves en el éxito de esta selección joven que juega muy bien al futbol, me parece que una de las fundamentales se llama Vicente del Bosque.

Compañero de viaje de Del Bosque durante largos años, un ex jugador de basquetbol y médico del Real Madrid escribió hace unos días en el diario El País: “En la alta competición lo decisivo es la psicología. En esto, Del Bosque es un maestro. Su manejo de los grupos humanos es fabuloso, porque tiene un gran corazón. Se hace querer no por sus palabras, sino por su forma de actuar. Ni en las situaciones más desfavorables se sale de su cauce. Nunca le vi salirse de tono con los jugadores. Nunca le vi perturbarse por las críticas que le hicieron. Las absorbió con humildad y jamás recurrió a la energía o al autoritarismo para imponer su criterio. Es capaz de conseguir los mismos resultados que otro que da puñetazos sobre la mesa. Su librillo es tan antiguo como la inteligencia”.

Con el anhelo de dar a su país por primera vez el ansiado “ya se pudo”, la selección española aterrizó en Johanesburgo el viernes 11 de junio pasadas las nueve de la mañana. Fue la última selección en llegar, y la crónica deportiva de ese día rubricaba: “En el ánimo de todos está también ser la última en regresar, con la ansiada Copa”. Lo hicieron; por si alguien acá quiere tomar nota.

(vwario@hotmail.com)