Degradados, 73% de suelos de la Cuenca Lerma-Chapala

GUADALAJARA, JALISCO (07/MAY/2012).- Diputados federales encargados de la revisión y seguimiento de la Cuenca Lerma-Chapala-Santiago afirmaron que 73% de los suelos de la cuenca “presentan algún tipo de degradación debido a la disminución de vegetación y al incremento de áreas de cultivo en zonas poco aptas para ello, con sistemas agrícolas extractivos y altamente mecanizados”.

En lo que han presentado como el Plan Final de Trabajo, los legisladores miembros de la Comisión Especial de la Cuenca Lerma-Chapala-Santiago –cuyo presidente es el diputado panista de Jalisco César Octavio Madrigal Díaz–, han reiterado que “el estado de deterioro del conjunto de los recursos naturales, suelo, vegetación, biodiversidad y agua en la cuenca Lerma-Chapala, ha sido ampliamente analizada en el marco de las relaciones socio-políticas que se presentan entre los estados de México, Guanajuato, Jalisco, Querétaro y Michoacán”.

Como evidencia de la pérdida de la vegetación natural en la cuenca, se afirma en el documento que “durante el periodo 1976-2000 se registró una disminución de 817.2 kilómetros cuadrados de selvas y mil 562.2 kilómetros cuadrados de bosques”, todo para favorecer la expansión de áreas de cultivo por unos 107.86 kilómetros cuadrados, para pastizales cultivados e inducidos por 758 kilómetros cuadrados y para matorrales y bosques por 263 y 975 kilómetros cuadrados, respectivamente.

A decir de la Comisión Especial de la Cámara de Diputados, el geosistema de la cuenca se ha modificado de tal modo que “entre 80 y 85% de área se emplea para actividad agropecuarias o forestales y poseen infraestructura urbana o industrial hasta en 3% de su territorio”.

La alteración ecológica ha provocado incluso la reducción de la superficie de los cuerpos de agua en 97 kilómetros cuadrados, lo que –advierten los legisladores– ya podría modificar el ciclo hidrológico de la región y aun alterar el funcionamiento de la cuenca, así como disminuir la existencia de vasos reguladores ante situaciones hidroclimáticas extremas.

Se afirma en el escrito, publicado en la Gaceta Parlamentaria de la Cámara de Diputados, que el Lago de Chapala tiene una extensión de 76 kilómetros. Y su cauce natural, a partir del desfogue del lago hasta la desembocadura de San Blas, Nayarit, es una extensión de 475 kilómetros. Y otros 705 desde su nacimiento en el altiplano del Valle de Toluca hasta su entrada en el lago.

Se lee en el documento que “a lo largo de la segunda década del siglo XX la Cuenca del Lerma, principal afluente del lago de Chapala, sufrió una serie de transformaciones que significaron la concentración de población en urbes como Toluca, Querétaro, Celaya, Silao, Salamanca, La Piedad, Zamora, etcétera”.

Se añade que “el aumento en la actividad industrial y la apertura de tierras a la actividad agrícola y pecuaria se tradujo en una mayor necesidad de consumo de agua, de ahí la construcción de obras hidráulicas (presas e infraestructura de riego) que dieron sustento a la actividad económica y humana de la cuenca. Y como resultado de la gran demanda de agua también se generó negativamente aguas residuales que son vertidas en algunos casos directamente” al río.

EL DATO
Geosistema modificado

Entre 80 y 85% de área de la cuenca se emplea para actividades agropecuarias o forestales, y posee infraestructura urbana o industrial hasta en 3% de su territorio.

FRASE

"Durante el periodo 1976-2000 se registró una disminución de 817.2 kilómetros cuadrados de selvas y mil 562.2 kilómetros cuadrados de bosques (en la cuenca) "

César Octavio Madrigal Díaz,
presidente dela Comisión Especial de la Cuenca Lerma-Chapala-Santiago de la Cámara de Diputados.