Deficiente e insegura, red de ciclovías

GUADALAJARA, JALISCO (13/ENE/2016).- Siete años han pasado desde que la primera ciclovía sobre Federalismo se abrió paso en la metrópoli. Desde entonces sólo se han construido 40 kilómetros en Guadalajara, Zapopan y Tlajomulco, y además la falta de mantenimiento las ha convertido en espacios descuidados, inseguros y desconectados. En eso coinciden autoridades y activistas que visitaron la redacción de esta casa editorial para discutir sobre la movilidad sustentable.  

“No hemos creado una red conectada segura y homologada en su diseño”, advirtió Mario Córdova España, titular del Instituto de Movilidad de Jalisco, quien apuntó que se deben corregir los problemas de diseño: “Tampoco están resueltos sus cruceros, que son la parte más peligrosa para un ciclista en la continuación de su viaje… prácticamente no hay un semáforo que les dé prioridad”.

Pone un ejemplo: “La ciclovía de Washington fue construida en doble sentido cuando debía haber sido de uno; además, no cumple con las dimensiones requeridas ni con la segregación de seguridad”.

Añade que “en el programa Mi Bici, en Guadalajara, hay temas de señalética que no quedaron bien, sobre todo, la cuestión de los estados de pavimentos”.

Mario Silva, a cargo de los proyectos de movilidad del Ayuntamiento tapatío, se suma: “Hay un déficit de señalética... para el polígono del Centro no existe señalética para que se desmonten de la bici en los andadores peatonales”. También considera que se deben incrementar las condiciones de seguridad: “Falta poner en común una campaña de educación vial”.

En la metrópoli se realizan más de 212 mil viajes diarios en bicicleta, a pesar de la falta de infraestructura adecuada para el uso de este medio de transporte. Sin embargo, sólo hay cinco ciclovías: Federalismo, Washington, La Paz, Santa Margarita y Periférico. Sin duda, la más descuidada es esta última, sobre todo en el tramo de Federalismo y Tabachines.

Para Felipe Siqueiros, director de Guadalajara 2020, uno de los grandes problemas para el ciclista es la desconexión: “De repente se acaban y no llevan a ningún lugar… el ciclista debe jugársela en las calles. Todavía no está la infraestructura para que invite de forma masiva a la población a usarla”.

Por su parte, Mario Albert Ríos, representante de GDL en Bici, cuestionó la desatención de los accesos a la ciudad: “Si yo quisiera salir de la ciudad en bici es un riesgo; tenemos que establecer un cuadrante específico para entrar y salir de la ciudad”.

Con los próximos proyectos que “cocinan” los gobiernos, la meta de Mario Córdova es que 7% de la población se desplace en bicicleta en la metrópoli.