Jueves, 28 de Noviembre 2024
Jalisco | El Río Azul que se hizo negro…

Dan bienvenida a Vizcarra con petición de saneamiento de aguas

Los arroyos donde la familia disfrutaba hace 20 años se convirtieron en una pesadilla para vecinos de Loma Dorada y zonas aledañas

Por: EL INFORMADOR

TONALÁ, JALISCO.- Los escenarios confirman que en las ciudades lo único que queda de los afluentes son recuerdos de cuando eran paraísos. El Río Azul, en Tonalá, es uno de éstos. Los vecinos recuerdan con nostalgia que desde hace 20 años sólo contiene aguas residuales urbanas; es decir, los coliformes fecales corren a un lado de sus casas, en los espacios donde juegan los niños.

En Loma Dorada nace el Río Azul, poco antes de la Unidad Deportiva Revolución. Y en la misma colonia se transforma en un río negro, el cual avanza recogiendo descargas de otra zonas hasta unirse con otro arroyo, donde comienza la Cuenca de Osorio, que finalmente desemboca en el ya contaminado Río Santiago.

“Todos confluían en el Parque de la Solidaridad… era lo que llamaban la Presa de Osorio, que ya no es una represa porque está entubada y ahora es una cuenca de colectores que pasan por la periferia”, explica Tunuhary Chávez, asesor técnico del Colectivo Tonalá, integrado por vecinos de la colonia que han recuperado espacios a través de la agricultura urbana.

Uno de estos ciudadanos comprometidos con la defensa de su entorno es Miguel Jiménez, quien expresa que los colonos han ido al Ayuntamiento de Tonalá para exigir el saneamiento de las aguas, pero hasta la fecha  no hay respuesta.  En pocas palabras, lo único que conocen de la actual administración es el conflicto del otra vez alcalde Jorge Vizcarra Mayorga (quien salió de la cárcel para regresar a la presidencia municipal el pasado viernes), traducido en el abandono de la población.

Y es que la solución no es del otro mundo. El Colectivo Tonalá tiene muy claro que para resolver a corto plazo los focos de infección y recuperar el río, “el cual está vivo y puede estar limpio dejando de caer las aguas urbanas”, se requiere arreglar los drenajes, que todas las descargas estén conectadas a los colectores y que éstos tengan mantenimiento, pues además de que muchos están rotos, se desbordan porque no tienen la capacidad para conducir las aguas pluviales. 

Aunque saben que la solución total es el saneamiento de las aguas, para no aportar más contaminación a la Cuenca del Santiago, esto se resolverá cuando el Gobierno de Jalisco construya la planta de tratamiento de Agua Prieta, que tiene años de atraso, pero que, en teoría, podría comenzar a construirse este 2009.
 
¿Y el proyecto?

En el Segundo Informe de Gobierno del Ayuntamiento de Tonalá en 2007, incluyen el proyecto del saneamiento integral de la Cuenca de la Presa de Osorio, que permitiría limpiar 45 hectáreas de arroyos y ramales. Para ello, dice el documento, estaban gestionando tanto en la  Secretaría de Desarrollo Urbano como con participantes alemanes la realización del proyecto ejecutivo ya cuantificado.
¿Qué fue de este proyecto? Es una incógnita. Por lo pronto, ya lo presumieron.
 
“Ni con el niño ahogado taparon el pozo”

Otro problema a resolver son las inundaciones. Antes de que las calles de Loma Dorada se pavimentaran, el agua de las precipitaciones se infiltraba y nacía en los mantos acuíferos, como el del Río Azul. Pero poco a poco el pavimento ha sellado esta posibilidad y Tonalá se ha convertido en uno de los sitios con más problemas de anegaciones de la Zona Metropolitana de Guadalajara.

En esta zona, a una cuadra de donde nace el ojo de agua, es donde falleció el pequeño de seis años Pedro Manuel Ramírez Rodríguez, quien fue arrastrado por un canal de aguas pluviales el pasado 7 de agosto.

“Es un problema de seguridad social. Lo que queremos es que sustituyan el asfalto por pavimento permeable, como lo han hecho en avenida Moctezuma. El problema es que fueron alterados los ecosistemas y al bloquear la filtración comenzaron las inundaciones, además de que los colectores se desbordan… los escurrimientos son de hace muchos años y nunca se han atendido”, señala Tunuhary Chávez.

En concreto, la petición es que se realice infraestructura para conducir las aguas pluviales y se construyan zanjas de infiltración cada siete u ocho metros. “En vez de invertir en el mantenimiento de las calles, cambien el pavimento por uno ecológico, que permitiría reducir las corrientes pluviales y los desbordamientos de aguas negras de los colectores durante el temporal”.

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