Viernes, 29 de Noviembre 2024
Jalisco | En tres patadas por Diego Petersen Farah

Cultura FEG

La Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG) nació como una organización estudiantil, que con el tiempo se movió hacia el corporativismo priista

Por: EL INFORMADOR

Si algo define la cultura FEG, es la charola. No fue gratuito que Sergio Aguayo Quezada titulara así su libro dedicado a analizar el tema de la violencia en Guadalajara de la década de los años setenta, en la que los protagonistas eran las charolas, credenciales metálicas de estudiante, judicial, policía secreto o diputado que en la práctica, se convirtieron en licencias para delinquir, modernas patentes de corso amparadas por grupos de poder.

La Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG) nació como una organización estudiantil, que con el tiempo se movió hacia el corporativismo priista y terminó siendo un brazo operador de intereses de grupo. Ser “estudiante” con credencial de la FEG (así, con comillas) implicaba ser bueno para los trancazos, traer pistola (normalmente chueca) estar dispuesto a usarla, asaltar camiones en nombre de la diversión estudiantil y salir a marchar dos o tres veces al año por causas muy locales, como el precio de los camiones, o internacionales, como el boicot gringo a Cuba, pero nunca contra el Gobierno federal. Ser “estudiante” con credencial significaba derecho para pagar la mitad o nada en lo camiones, permiso para estacionarse en lugares prohibidos, para no pagar estacionómetros y en algunos casos, hasta para evitar pagar algunos servicios privados como el cine. No cualquiera tenía credencial de la FEG: había que tener cuates en la Federación de Estudiantes que hicieran el paro para tener la preciada charola estudiantil.  La charola de judicial era aún más preciada, pues ésa servía tanto para detener arbitrariamente a quien se pusiera enfrente como para delinquir.  La charola de judicial, también metálica, era doble: había una para traer una en la cartera y otra para ponerla en el parabrisas del auto, a la vista de todos. La charola de diputado era aún más importante, con ésa se podía incluso evitar el paso de aduana en tiempos en que la frontera estaba cerrada a todo, menos al contrabando.  No es gratuito que quien mandó a hacer unas charolas idénticas a las que se usaban en los setenta, con la mismas características metálicas, con la charola espanta cuicos para el parabrisas, y la leyenda “agradecemos a las autoridades civiles y militares su colaboración (suponemos que la colaboración no es para hacer leyes) sea un ex líder de la FEU (la hija de la FEG) y actual secretario general del Congreso, Carlos Corona. Tampoco es gratuito que la FEU celebrara el 4 de julio su cumpleaños con una gran reunión de la familia feuísta, a imagen y semejanza de las que se hacían en tiempos del socialismo teórico y el pistolerismo práctico.  La cultura FEG está de regreso.

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones