Cuadrilla cubre 37 baches en 100 metros

GUADALAJARA, JALISCO (13/JUL/2012).-La piel de cemento hidráulico de la calle Isla Cartagena, en la colonia Jardines de la Cruz, ya no es tersa. El tiempo y el clima son los culpables de los cráteres, los que esta mañana –de viernes- están cubiertos por agua de lluvia.  La superficie de esta vía es ahora una ilusión  y engañan a los vecinos y a los automovilistas, que diario transitan por esa ruta.

El fragmento de calle de Isla Cartagena, entre Reyes Católicos y avenida Urdaneta, tiene 37 baches, la mayoría son pequeños huecos, pero molestan a los automovilistas, cuando las llantas de los vehículos caen sobre la superficie irregular.

Esta mañana, la calle está en la lista del recorrido de una de las 11 cuadrilla de Bacheo y Pavimento, del Ayuntamiento de Guadalajara. Isla Cartagena fue elegida debido a un reporte ciudadano que se hizo al número telefónico: 070.

Dos vehículos llegan al cruce de calle después de las diez de la mañana. Es el primer punto de trabajo de la cuadrilla número ocho. El equipo empieza tarde por culpa de la lluvia, pero en esta ciudad los baches se tapan truene, relampaguee o llueva, bueno, dependen de la intensidad: con una tormenta, imposible, pero con una llovizna como la de hoy, sí se puede seguir con las labores.

Este equipo está integrado por experimentados cubre baches: Domingo González, cabo responsable de la unidad; Manuel Lépiz, conductor del camión volteo; José Luis Cerda, quien hoy barre el asfalto; y por Víctor Jesús Ochoa es quien esta mañana baja el material: asfalto.

Domingo, Manuel y José Luis llevan más de 10 años en su trabajo, conocen el proceso de memoria.  Víctor tiene a penas un año, pero ya sabe que la dinámica en la calle es rápida, porque no faltan los vecinos inconformes por las obras o los  automovilistas molestos por la calle cerrada, aunque sólo son unos minutos, mínimo media hora y máximo una hora, pero todo depende de la cantidad de baches.

En Isla Cartagena hay que cubrir 37 baches en casi 100 metros lineales.  El proceso es rápido. Primero hay que barrer el hueco, dejarlo libre del agua de lluvia, luego aplicar la “liga”, material que permite que el asfalto se adhiera a la superficie, después  se deposita el asfalto en el hueco y se barre con rastrillo de metal el área. Y para finalizar, el aplanado.

Debido a la lluvia, el proceso es más lento, pero las cuatro toneladas de asfalto, que transporta la unidad, no están calientes, se aplicarán en frío sobre los baches de los tres puntos del recorrido de la Cuadrilla número ocho. La ruta de hoy es la zona aledaña a la avenida Colón.

Un bache y luego otro. Así  trabaja el equipo sobre la calle de Isla Cartagena, pero su presencia no pasa inadvertida, un hombre que toma una cerveza afuera de una casa, se levanta y le dice a José Luis Cerda que hay más baches. La cuadrilla ya sabe cuántos baches faltan por cubrir y lo ignoran por un rato, luego le recomiendan irse a la banqueta porque el material mancha la ropa.

Otro vecino sale, pero a tomar nota del número de la unidad. Francisco Ochoa Chamaco, de 71 años, va a levantar un reporte ante el Ayuntamiento tapatío. “Vea como está el clima. ¿Le parece que está bien cubrir baches ahora? Tienen tantos, pero tantos meses, y pueden hacer esto en tiempos de seca para que sea un verdadero trabajo. Ahorita, no dura nada. Ojalá y venga en unos cuantos días para que vean cómo va a quedar”,  dice.


EL INFORMADOR / MAYRA TORRES DE LA O