Jueves, 28 de Noviembre 2024
Jalisco | En tres patadas por Diego Petersen Farah

Crucificar al redentor

Para la Universidad de Guadalajara la entrada de la SEP es música para sus oídos por dos motivos

Por: EL INFORMADOR

Diego Petersen Farah.  /

Diego Petersen Farah. /

El problema de meterse de redentor es el riesgo de salir crucificado. El secretario de Educación Pública federal, Alonso Lujambio, ofreció que la dependencia a su cargo funja como mediadora en el conflicto UdeG vs. Gobierno, a lo que la Universidad de Guadalajara pronto dijo sí, pues nada tienen que perder en esta mediación. Hoy por hoy está claro que de las arcas del Gobierno del Estado no va a salir un peso más para la Universidad. La razón es muy sencilla: se habían acordado ya en una mesa de diálogo un monto de 300 millones de pesos. Por los motivos que hayan sido, justificables o injustificables, la UdeG aumentó la cantidad a 520 millones de pesos y finalmente está peleando 701 de contrapartidas a fondeos entregados por la Federación, en el esquema uno a uno.

Para la Universidad la entrada de la SEP es música para sus oídos por dos motivos: Primero porque el argumento de tres semanas para acá es la deuda de fondo concurrente, con lo cual esperan que la SEP presione al Gobierno del Estado a que cumpla con el acuerdo. Segundo, porque la directora de Educación Superior en la secretaría, Sonya Reynaga Obregón, que es quien lleva las cuentas, es gente de la Universidad de Guadalajara. El argumento del Gobierno del Estado será que no hay dinero. Cierto o falso, ése será el discurso y con mucho gusto le entrará al debate para que sea la SEP la que ponga. Si la batalla es en ese terreno, el Gobierno tendrá oportunidad de presumir, una y otra vez, que es el Estado que más aporta en educación superior en la República.

Cuesta trabajo entender el tema porque las dos partes dicen verdades a medias. Es cierto que el Gobierno firmó las contrapartidas de los recursos federales equivalente a 701 millones. Lo que no dice la Universidad, y es por ello que los documentos no han salido a la luz pública, es que antes de firmar el Gobierno pidió que se le agregara una cláusula que establece claramente que el Gobierno aportara esos recursos sujetos a disponibilidad. Por eso no los había peleado el rector y por eso nadie hablaba de esa deuda hace un mes. El Gobierno por su parte, sostiene que el presupuesto de la Universidad ha aumentado ocho veces y la matrícula sólo 1.5 veces, lo que no dice es cuánto costaba un alumno hace 20 años y cuánto cuesta ahora, es decir usan pesos corrientes para comparar precios, lo cual es una forma muy poco fina de mentir.

Si los jaliscienses se dejan de orgullos idiotas, éste es el momento de tomarle la palabra a la SEP y meterla de lleno en el problema, que es la poca aportación federal a la educación superior en el Estado. La UdeG es la segunda universidad en tamaño y, pésele a quien le pese, la única realmente descentralizada y una de las más eficientes del país en el costo por alumno. Si trabajan juntos por el Estado, es el momento de crucificar al redentor.

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