Viernes, 29 de Noviembre 2024
Jalisco | El Coneval presenta estudio pagado por el Gobierno estatal

Crece en Jalisco el número de pobres que no tienen para comer

Aunque destinarán todos sus ingresos, 910 mil 647 personas no contaban el año pasado con el suficiente dinero para obtener una canasta básica

Por: EL INFORMADOR

GUADALAJARA, JALISCO.- El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social ( Coneval) emitió el informe de la evolución de la pobreza por ingresos en entidades federativas. En Jalisco hay malas noticias: entre 2005 y 2008 se sumaron 175 mil 237 habitantes al rango de pobreza alimentaria, para dar un total de 910 mil 647 personas en esta situación (13.1% de la población).

¿Qué significa vivir en pobreza alimentaria? La respuesta es que los 910 mil 647 jaliscienses no contaban el año pasado con el suficiente dinero para obtener una canasta básica, así hubieran destinado todos sus ingresos para ésta.

“A partir de 2000, la pobreza disminuye a un ritmo más lento en el país, pero ese ritmo es más severo en Jalisco. Hay que analizar cuáles son las fuentes de ingreso que no crecen a la par en Jalisco, como ha ocurrido en el país”, enfatizó el secretario ejecutivo de Coneval, Gonzalo Hernández Licona.

En la clasificación de pobreza de capacidades —insuficiencia de ingreso disponible para efectuar gastos necesarios en materia de salud y educación—, la Entidad también aumentó de 17.2% a 18.3%. Sólo en pobreza patrimonial —insuficiencia del ingreso disponible para adquirir la canasta alimentaria, así como para realizar los gastos necesarios en salud, vestido, vivienda, transporte y educación— hubo una leve mejoría. De 41.6% bajó a 41 por ciento.

El Coneval aplicó el estudio en Jalisco, Distrito Federal, Guanajuato, Estado de México, Querétaro, Sonora y Yucatán.

Las estimaciones muestran que hubo aumentos de pobreza por ingreso en el Distrito Federal; de pobreza de patrimonio en Guanajuato; de pobreza alimentaria y de capacidades para Jalisco y Estado de México.

“El consejo reconoce que los niveles pobreza y desigualdad en México aún son elevados, lo cual debe ser un elemento de particular atención para las políticas públicas de desarrollo social de las entidades federativas”.

El organismo tiene autonomía técnica y de gestión, con la responsabilidad de definir, identificar y medir la pobreza a nivel nacional, estatal y municipal garantizando la transparencia, la objetividad y el rigor técnico en dichas actividades.

Aumenta pobreza alimentaria en Jalisco entre 2005 y 2008

En Jalisco, 13.1% de la población (910 mil 647 personas) vivía pobreza alimentaria en 2008; es decir, tres puntos porcentuales (175 mil 237 habitantes) más que en 2005.

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) dio a conocer la evolución de la pobreza por ingresos en las entidades federativas. De acuerdo con estos parámetros, la pobreza alimentaria es la más grave. “Se identifica como la incapacidad de obtener una canasta básica, aún si hiciera uso de todo el ingreso disponible en el hogar”.

Lo anterior significa que al menos 910 mil jaliscienses registraron en agosto de 2008 ingresos inferiores a los 949 pesos mensuales en zonas urbanas y 836 pesos en zonas rurales.

“A partir de 2000, la pobreza disminuye a un ritmo más lento en el país, pero ese ritmo es más severo en Jalisco. Hay que analizar cuáles son las fuentes de ingreso que no crecen a la par en Jalisco, como ha ocurrido en el país”, dijo el secretario ejecutivo de Coneval, Gonzalo Hernández Licona.

El director del Consejo Estatal de Población (Coepo), Humberto Gutiérrez, atribuyó el estancamiento en las cifras a los incrementos que se dieron en el precio de la canasta básica en el segundo semestre de 2008.

“Estadísticamente no hay cambio en la tendencia entre 2005 y 2008, la razón es que el pico de inflación de la canasta  básica fue en 2008. Eso le pegó a todo el país. Si la encuesta hubiera sido en otra fecha, los resultados hubieran sido diferentes, pero esas son mediciones. Lo importante es medir y saber cómo estamos, hubo un incremento en los hogares, apenas alcanzó para empatarse con el incremento de la canasta básica, y este aumento le pega más a lo pobres”.

Jalisco fue uno de los siete estados que pagó al Coneval por una ampliación de la muestra, con la finalidad de conocer cuál es la situación real de la pobreza en la Entidad. Para ello, el Poder Ejecutivo, a través de la Secretaría de Desarrollo Humano, destinó cerca de cuatro millones de pesos.

En entrevista telefónica, el secretario ejecutivo del Coneval afirmó que es importante conocer la situación de la pobreza para tomar medidas en la materia y poder abatirla.

“Esta información es importante. Para resolver el problema hay que medirlos (a los estados) adecuadamente; de otra manera, no podemos resolver la pobreza, que es uno de los indicadores más importantes del país”.

Y emitió un par de recomendaciones para las autoridades estatales:
“Las autoridades deben acercar recursos para reforzar la red de protección social, en programas que sean mejor focalizados y que vayan a la pobreza, como el caso de Oportunidades. Hemos visto que es el programa más progresivo, que llega con más calidad a los pobres. También se debe trabajar por un acceso universal a la salud; en la encuesta no se ve claramente, pero es importante.

“El segundo elemento es que, para abatir la pobreza más sistemática, debemos mejorar el crecimiento económico y la creación de empleos formales”.

De capacidades

El estudio también midió la “pobreza de capacidades”, que se entiende como la “insuficiencia de ingreso disponible para efectuar gastos necesarios en materia de salud y educación, aún dedicando el total de los ingresos de los hogares”. En esta categoría, en Jalisco los ingresos mensuales promedio per cápita ascienden a mil 164 pesos mensuales en zonas urbanas y 836 en zonas rurales.

En este tipo de pobreza se ubicaban a un millón 276 mil 455 habitantes; es decir, 13.3% de la población, lo que significa un incremento de un punto porcentual con respecto a la cantidad de pobres que había en 2005, cuando se registraron un millón 162 mil 371 de personas en esta situación.

Patrimonial


Existe una tercera clasificación: pobreza patrimonial. En ella se encuentran 41% de los jaliscienses.

Esta categoría significa que no tienen ingreso para vivienda y transporte. Los ingresos promedios mínimos mensuales son de mil 905 en zonas urbanas y mil 282 en zonas rurales.

En este supuesto, hasta 2008 estaban dos millones 854 mil 651 personas; es decir, cerca de 52 mil menos que en 2005.

En este tipo de pobreza se registró una disminución: mientras que en 2005 había 41.6%, en 2008 la cifra bajó a 41 por ciento.
Comparativo 1996

El Coneval también realizó un comparativo de los índices de pobreza entre 1996 –cuando se tomaron las primeras muestras– y 2008. Encontraron datos importantes, en el sentido de que la pobreza alimentaria afectaba a 30.4% de los jaliscienses, mientras el año pasado bajó a 13.1 por ciento.

En la pobreza de capacidades, hace 12 años afectaba a 20%, pero en 2008 redujo a 18.3%. De la pobreza patrimonial, los porcentajes disminuyeron de 69.4% a 41 por ciento.

Los municipios más pobres:
Mezquitic.
Chimaltitán.
Bolaños.
San Cristóbal de la Barranca.
Cuautitlán de García.

Periodo 2000 y 2005.

La pobreza se redujo en:
Atengo.
Villa Purificación.
Chapala.
Zapopan.
Ojuelos.

La pobreza aumentó en:
Bolaños.
Ahualulco.
Acatic.
Tototlán.
Acatlán de Juárez.
Juanacatlán.

Estudio revela malas políticas públicas: académico


Lo que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) reveló sobre el incremento en la pobreza alimenticia en Jalisco, es  el resultado de una política pública “mal dirigida y dispersa, que no ha generado las condiciones para la creación y fortalecimiento de la pequeña y mediana empresa”.

Adrián Acosta Silva, jefe del Departamento de Políticas Públicas del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), expuso que si bien en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en Hogares que elaboró el Instituto Nacional de Estadística  Geografía e Informática (INEGI), y en el Informe sobre Desarrollo Humano de la ONU –que de acuerdo con el especialista, manejó variables socieconómicas de los años 2000 y 2006–, se muestra un panorama menos adverso, las aplicaciones fueron “muy anteriores a la embestida más severa de la crisis financiera, que lesionó el acceso a la canasta básica”.

Expuso que los resultados del Coneval demuestran que la política emergente del Gobierno del Estado para contrarrestar los efectos de la crisis financiera no ha dado resultados, mientras que en otras regiones del país, como en el Norte y Centro, “incluso en algunas entidades del Sur”, los esquemas de amortiguación del embate financiero han permitido que las poblaciones enfrenten de un modo menos hostil la crisis económica.

Medio ambiente, un “lujo” para los pobres

Para los tres millones de pobres que hay en Jalisco, pensar en el medio ambiente es un lujo, pues sus necesidades primarias son comer y vestirse, y a medida en que van satisfaciendo  estas carencias aparece el tema ambiental, pero como una necesidad terciaria.

Es por esto que las personas que menos tienen sufren en mayor medida los daños ambientales: son testigos de la depredación de áreas naturales, son vecinos de industrias contaminantes, viven junto a ríos contaminados; lo cual repercute en su salud y al no tener acceso a servicios de salud, enferman y mueren.

Felipe Lozano Kasten, director del Instituto Regional de Salud Pública de la Universidad de Guadalajara, señaló que de acuerdo al modelo de desarrollo humano que propone la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se da prioridad a mitigar la pobreza a base de producir más, dejando de lado el medio ambiente.

“Este modelo de desarrollo humano no toca el ambiente, simplemente dice que se mueran menos las mujeres, los niños al nacer, las mujeres embarazadas, que no haya tuberculosis, pero no tocan la relación ambiente-pobreza-salud.

“Los servicios de salud solamente son para los que producen. Ejemplo de ello es el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el cual de acuerdo al modelo social en el que nos desarrollamos, nada más les da a los que producen”.

Aunado a esto, hay elementos que influyen en la nula o mínima detección de enfermedades en la clase baja, posteriormente su propagación. El especialista en salud ambiental señaló que los niños son los que más expuestos a estas condiciones.

“Su piel es diferente, su consumo de oxígeno es mayor, su consumo de alimentos por kilo de peso es mayor, su movimiento es mayor y está en contacto en el piso, en la tierra, comiendo, agarrando y pasándose en la boca muchas cosas. Son aproximadamente 15 años en que el niño está en contacto: desde el seno materno, tomando leche con plomo o contaminantes, hasta cuando llega a la escuela ingiriendo comida chatarra”.

Pronosticó que los efectos de la contaminación se verán reflejados en el deterioro de la salud años más tarde, con enfermedades como: diarrea, gripa, resfriado, amigdalitis, rinofaringitis, asma, bronquitis, pulmonía, otitis, tuberculosis, influenza, dermatitis y diferentes tipos de cáncer.

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