Corrupción frenó muchos de los objetivos, afirma Ramiro Hernández

GUADALAJARA, JALISCO (10/SEP/2015).- Los escándalos alrededor de la administración tapatía fueron la constante durante los primeros dos años de administración. Las grabaciones de la regidora Elisa Ayón, los golpes entre barristas y policías en el Estadio Jalisco, la corrupción en el área de Obras Públicas y en Espacios Abiertos, son apenas una pincelada de lo que fue la administración de Ramiro Hernández García.

Sin duda, el caso de la regidora grabada, pidiendo dinero a personal de los cementerios para repartir entre otros colaboradores; fue lo peor. “Lamentablemente nos tocó enfrentar casos muy sonados, pero que se solucionaron”. Y comenta que en el caso de la regidora, se decidió deshabilitarla de cualquier cargo público por 12 años.

Desde Palacio Municipal, Ramiro Hernández confiesa que la corrupción impidió que el problema del ambulantaje se resolviera, lo que podría haber liberado algunas zonas peatonales en el Primer Cuadro de la Ciudad: “No descarto que la práctica de la corrupción causara la proliferación del ambulantaje. Incluso nosotros hicimos cambios en algunas áreas de la administración (...) a pesar de los cambios, tampoco se logró el objetivo planteado”.

Otro de los temas pendientes en la administración de Ramiro Hernández es bajar la percepción de inseguridad: “De poco sirve bajar el número de delitos si no se siente”. Es por ello que “no nos sentimos satisfechos de los resultados”.

Dos temas que quedan en tribunales son los juicios que mantienen suspendidos los planes parciales de desarrollo y la instalación de 40 mil luminarias que renovarían la mitad de toda la infraestructura de alumbrado público en la ciudad.

AHORROS
Operan con menos gente

Aunque la nómina aprobada era de 11 mil 830 personas más mil supernumerarios, el Ayuntamiento operó con sólo 10 mil 500 empleados.