Convocan a universidades para discutir el futuro de la ciudad

GUADALAJARA, JALISCO.- El Ayuntamiento de Guadalajara, a través de su Comisión de Planeación Urbana (Coplaur), convocará a las universidades locales para que de manera conjunta, en un seminario con la participación de autoridades, académicos y estudiantes, se discuta el futuro de la ciudad, principalmente en materia urbanística.

“Hay muchas preguntas qué hacernos”, señaló el vocal ejecutivo de Coplaur, Daniel González Romero, “estamos en el momento adecuado para que Guadalajara como centro de la metrópoli y los demás municipios, nos preguntemos cuál va a ser la ciudad que queremos dentro de 50 años”.

Además de las escuelas de arquitectura y urbanismo de las universidades, considera indispensable la presencia de otras como diseño gráfico e industrial, que permitirían conformar un espacio de análisis y reflexión que considere de manera integral los distintos elementos que componen a una urbe, desde el mobiliario urbano hasta sus aspectos más simbólicos.

“Qué ciudad queremos significa de qué manera participará la sociedad y los sectores privado y público, porque en un momento crítico, como el que vive la economía del país, es claro que se requiere la participación de todos. Necesitamos ver de qué manera vamos a  trabajar todos en unidad, con todo y sus intereses, porque la ciudad es una caja de intereses (…)  Entendemos muy bien que si no hay inversión privada es difícil que se puedan desarrollar proyectos”, agregó quien fungió anteriormente como coordinador del doctorado en Ciudad, Territorio y Sustentabilidad de la Universidad de Guadalajara.

Guadalajara tiene retos por delante del tamaño de un despoblamiento que registra de manera sostenida desde 1990, y que le hará perder 400 mil de sus habitantes –principalmente jóvenes– en los próximos 25 años en una diáspora que origina la carencia de alternativas de vivienda popular, las que podrían generarse con acciones de densificación selectiva (EL INFORMADOR 5/1/2010).

Además de la densificación de Guadalajara, existirá la oportunidad de abordar en este encuentro la pérdida de competitividad de la ciudad con respecto a otras del país, el vocal ejecutivo de Coplaur, Daniel González Romero, mencionó a Monterrey y Puebla:

“En las cifras de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) sobre las ciudades y su relación con el mundo global, nos damos cuenta que Guadalajara como metrópoli ha perdido presencia. Tenemos que pensar que es un proyecto común que atañe a todos, gobiernos federal, estatal y municipal;  desde nuestra visión municipal entendemos que tenemos que hacer un esfuerzo por convocar y revisar lo que se ha hecho y tratar de reenfocar lo que hay que hacer”.

La intención es que el seminario se realice en no más de dos meses; no puede demorar demasiado, pues de sus conclusiones se obtendrán directrices para la política en planeación que implementará el Ayuntamiento durante la actual gestión, e incluso, se espera que de él surjan conceptos y propuestas que después puedan desarrollarse formalmente como proyectos de intervención en la ciudad.     

“Los ejercicios académicos de este tipo tienen dos finalidades: primero, aprovechar el talento que tenemos de la gente joven, de la cual pueden surgir ideas muy interesantes que desarrollaremos posteriormente; y, por otro lado, conectar a los jóvenes, a los estudiantes y comprometerlos con su realidad, que la conozcan un poco más cercanamente y que su tránsito de ser estudiantes  a ser profesionales tenga un vínculo”.

Programa de desarrollo, bajo estudio

La Coplaur tiene actualmente en revisión el Programa Municipal de Desarrollo Urbano (PMDU) que dejó fundamentado la anterior administración del municipio, y en el que se engloba una estrategia de densificación para revertir el despoblamiento de Guadalajara.

El vocal ejecutivo de Coplaur, con un discurso mucho más emparentado a las aulas y el ambiente académico que con las oficinas burocráticas, se muestra confiado en que Guadalajara será uno más de esos casos a nivel mundial que muestran que a un proceso de despoblamiento le sigue otro de repoblamiento.

“En general en todos los países del mundo, en todas las grandes capitales, hay áreas que se van despoblando; en este caso, en nuestra América Latina y otras ciudades del mundo, el que se vayan despoblando las áreas centrales de las ciudades metropolitanas es casi una cuestión natural”.

No podía ser de otra forma, según refiere, pues el Centro Histórico de Guadalajara no tiene las condiciones de residencia que busca “la clase media que surge en los años del primer proceso de industrialización en México, que requería otro tipo de forma de habitar. Además, convirtieron un sector de empleados, tanto de la industria, como del comercio, en una nueva gama de clase media que fue teniendo acceso a adelantos tecnológicos como la estufa, refrigerador y el automóvil, que pasó a formar parte de la vida social, económica y cultural de la sociedad”.

Surgió, explica González Romero, “una nueva forma de consumir el territorio de la ciudad”, y tanto aquí como en otros lugares ejemplificativos, las áreas centrales fundacionales quedaron como “reminiscencias para utilizarse en dos caminos”: para la concentración simbólica del poder político y económico (oficinas gubernamentales y bancarias), y el turismo, por su rica carga histórica.

Sin embargo, el crecimiento disperso de la ciudad está conociendo ahora niveles insostenibles no sólo ambiental y socialmente (trae mayor consumo de recursos naturales y presupuesto público para equipamiento, así como largos traslados para los habitantes), sino incluso comercialmente: “Están demasiado lejos los que viven muy lejos y los valores se empiezan a perder, los valores catastrales y de plusvalía. El sector inmobiliario tiene problemas, porque la lejanía de las áreas centrales de servicios y de carácter simbólico van perdiendo valor”.

El proyecto de densificar la ciudad, y en particular su Centro Histórico, apuntó el funcionario, tiene que ver con la regeneración de su plataforma urbana para vincularla con las formas de vida y los requerimientos del consumo del espacio en esta “posmodernidad”, aunque manteniendo su tradición e identidad.

“Significa generar una nueva estructura más actualizada, diría más neo-moderna, posmoderna,  para actualizar otro tipo de situaciones y servicios, ahora se requerirán instalaciones ocultas, otro tipo de transporte, equipamiento como escuelas, mercados, hospitales, etc.”.

Junto a la revisión del PMDU se lleva a cabo la de 43 planes parciales de desarrollo urbano que tampoco fueron aprobados por la anterior administración. González Romero informó que la mitad de esos planes se consideran correctamente fundamentados, y en el resto se encontraron algunas deficiencias cuya corrección será solicitada a los consultores que los elaboraron.

Telón de fondo

Objetivos del PMD

Uno de los principales objetivos establecidos en el Programa Municipal de Desarrollo Urbano (PMDU) es que la población de Guadalajara, que actualmente es de un millón 600 mil 894 habitantes, no disminuya del millón y medio e, incluso, que pueda llegar al millón 800 mil. Con la tendencia actual, en el año 2030 podría tener sólo un millón 216 mil 292 habitantes.

La diáspora de tapatíos no sólo conlleva la pérdida de capital humano para la ciudad, también el deterioro de su plataforma urbana por su subutilización y la reducción de la recaudación impositiva de la autoridad, lo que, a su vez, afectará la prestación de servicios públicos.

La densificación es la alternativa a las reservas urbanas limitadísimas de la ciudad de apenas 119 hectáreas, que se terminarán, todas, en menos de tres años. Otras metas puntuales del PMDU es la integración de mil 100 viviendas en el Centro Histórico y 650 en la zona de la Barranca de Huentitán (EL INFORMADOR 5/1/2010).