Jalisco | Por: Juan Palomar Verea Conveniencias y molestias urbanas LA CIUDAD Y LOS DÍAS 8 DE MAYO 2009 Por: EL INFORMADOR 8 de mayo de 2009 - 02:17 hs Es normal que todo aquello que afecte a la población en su vida cotidiana produzca molestias e inconformidades. Lo que no es tan habitual es la consideración de que la ciudad implica, por su misma esencia, una permanente transformación. Como todo organismo, las urbes tienen necesidad de renovarse periódicamente, de adaptar sus sistemas y dispositivos ante las nuevas condiciones y requerimientos. El riesgo del inmovilismo es mayúsculo. Una ciudad que no sabe adaptarse a los nuevos tiempos corre el riesgo de dejar de responder a las necesidades más esenciales de sus habitantes. Es claro, por otra parte, que las obras a ejecutarse deben ajustarse a criterios de eficiencia y puntualidad. Esto no siempre es fácil de lograrse, ni sencillo de preverse. Las variables citadinas son incontables. El medio urbano está inmerso en una densa maraña de circunstancias, instalaciones y equipamientos de los que no siempre se tiene un adecuado registro. Las obras mismas ofrecen algunos aspectos que no es posible controlar en su totalidad. Los intereses de la ciudadanía son, también variados y múltiples. Este es el contexto en el que las nuevas obras de la ciudad deben efectuarse, siempre buscando el bien común y el beneficio de las mayorías. La cuestión de fondo radica en la obligación, indeclinable, de buscar una mejor ciudad para todos. Si se analiza la historia reciente (y no tan reciente) de Guadalajara, le ha correspondido a múltiples generaciones sobrellevar las adecuaciones urbanas y superar los obstáculos y molestias que estas han supuesto para su vida cotidiana. Basta pensar en todas las obras de introducción y renovación de infraestructuras que a lo largo del tiempo han sido necesarias, sin hablar de una gran cantidad de obras mayores que se han realizado en muchos puntos de la ciudad. Una reflexión que puede colaborar para la mejor comprensión de las adecuaciones urbanas reside en las ventajas de diverso orden que estas raerán para los usuarios al propiciar mejores condiciones de habitabilidad general. Y esta mejor habitabilidad redunda, a su vez, en una mayor rentabilidad del territorio en provecho de todos sus usuarios, y en particular de los vecinos inmediatos de estas demarcaciones. El valor agregado que las mejoras suponen beneficia directamente a los entornos en los que las obras se realizan, haciéndolos funcionar mejor, ser más útiles, prácticos, agradables. Así es como se puede ir construyendo una mejor ciudad. Con la conciencia de que las acciones emprendidas habrán de beneficiar a la comunidad. Con el convencimiento de que los intereses particulares podrán ser conciliados, mediante ciertas medidas preventivas y algunas molestias pasajeras, con el bienestar común. Estas consideraciones fundamentan el acuerdo general, no por tácito menos vigente, que permite vivir civilizadamente, aspirar a una mejor ciudad, a una convivencia más plena y más justa. Las obras en la ciudad son la manifestación visible de la voluntad ciudadana, ejercida por las autoridades, por tener un entorno más adecuado para el desarrollo de sus actividades, para el desenvolvimiento integral de la vida comunitaria. Es algo que deberíamos tener siempre presente. jpalomar@informador.com.mx Temas La ciudad y los días Juan Palomar Verea Lee También Restaurantes en CDMX para celebrar el Día de Acción de Gracias 2024 Descubren en Chapultepec los restos de un muelle y un canal de agua de la época prehispánica Sociales: Hard Rock Cafe Guadalajara abre sus puertas en un nuevo espacio Sociales: 21° Torneo Adolf Horn de American Chamber México | Capítulo Guadalajara Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones