Continúa tensión en Santa María Ostula

AYUQUILA, MICHOACÁN.- El silencio no es sinónimo de tranquilidad. Especialmente en Santa María Ostula, municipio de Ayuquila, Michoacán, donde este domingo no permitieron que se instalaran casillas electorales y donde la amenaza de que podrían volver a ser atacados como el pasado 29 de junio cuando recuperaron más de mil hectáreas por la “vía de los hechos”, ha espantado el barullo de las calles, a los niños de las actividades escolares en 21 poblados y hasta a los proveedores de alimentos y medicinas, que ha generado un desabasto que comienza a alarmar a la población.

Y es que este domingo, mientras el país estuvo atento a las votaciones, la policía comunitaria de Ostula entregó al ministerio público a tres personas (Trinidad Gómez Barajas, Ramón Gómez Barajas y Felipe Martínez de Miguel) que tenían presas por su participación en los ataques de la semana pasada, y temen que se pueda repetir la violencia.

La Comisión por la Defensa de los Bienes Comunales señala que los predios recuperados -“invadidos anteriormente por pequeños propietarios de La Placita (población ubicada en la costa de Michoacán)”- siguen bajo su control y hasta el momento han edificado 25 casas, mientras que la encargatura del orden, la capilla y la casa de salud comunal están en proceso de construcción para conformar el nuevo centro de población que, “de conformidad con la memoria ancestral de nuestros abuelos, llevará el nombre de Xayakalan”.

Aclaran que es falso que tengan acuerdos con el gobierno y que existe tranquilidad en la zona, por lo que las familias no pueden dedicarse a sus labores ante la necesidad del resguardo comunal y de la edificación de las fincas.

El Informador/ Alejandra Guillén

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