Contaminación daña cantera de exteriores de la Catedral

GUADALAJARA, JALISCO (16/MAR/2014).- Con casi cuatro siglos de historia, la vida de la Catedral Metropolitana de Guadalajara es casi tan larga como su nombre oficial: Catedral Basílica de la Asunción de María Santísima; a través de los siglos ha sufrido temblores y construcciones aledañas que han provocado su deterioro.

Sin embargo, el edificio histórico pasa por un nuevo factor que desgasta la cantera: el esmog, así lo afirma el rector de la Catedral Arnulfo Jaime Arámbula: “Su cuestión química corroe la cantera (…) Dada la densidad del tránsito vehicular, es necesario constantemente limpiar toda la Catedral, porque luego se les empieza a pegar el esmog. Es algo pegajoso que inmediatamente no la hace lucir”.

El presbítero asegura que el área más deficiente del recinto es la cantera de la parte Norte (que se ubica sobre Avenida Hidalgo), Oriente (sobre calle Liceo), y la Sur, que da a Plaza de Armas. “Desgraciadamente, muchas veces la gente nos manchan, y hasta se orinan. Falta educación y respeto”. El sacerdote añade que recientemente sorprendieron a un muchacho pintando las canteras con aerosol, pero la Policía lo detuvo.

Esto sucede en las afueras del templo, pero Jaime Arámbula lamenta que la Catedral Metropolitana tenga daños más serios y profundos en sus techos como lo son dos grietas que se han abierto por la vibración del túnel vehicular: una desde la nave Norte en Avenida 16 de Septiembre hasta la calle de Liceo, abarcando todo el recinto; la otra “menos grave, pero también clara”, es transversal de la puerta Norte a la Capilla del Santísimo “y supone una intervención mayor”. El sacerdote recuerda que esas grietas aparecieron desde 1990.

A estos defectos se suma que la torre Norte se ha inclinado hacia esa dirección. “No hay ningún riesgo de que se colapse, por la misma forma de la torre, con una amplia base y terminación en punta, pero se nota la fatiga de algunas canteras”.