Concluye la rehabilitación del Parque Liberación

GUADALAJARA, JALISCO (26/MAR/2012).- Hoy quedaron formalmente concluidas las obras de rehabilitación del Parque Liberación o El Dean, en el oriente de la ciudad de Guadalajara, y cuyas nuevas instalaciones lo vuelven, como sucedió también con el Parque San Rafael, un centro polideportivo suficientemente equipado para la práctica de distintas actividades físicas de los vecinos.

Lo que se hizo fue habilitar una nueva cancha de fútbol con pasto sintético y graderías; un circuito para caminar, trotar o andar en bicicleta; la transformación de la antigua “fuente de sodas” en un gimnasio donde se impartirán distintas clases de baile, yoga, pilates, entre otras; y la renovación de la zona del Museo del Ferrocarril, donde se encuentran los vagones de tren, que ahora también tiene una cafetería.

También está la rehabilitación integral de la alberca, la cual se complementó con equipos de calefacción para regular la temperatura del agua. La autoridad municipal había informado con anterioridad que, bajo las anteriores limitaciones de la piscina, tenía sólo entre 40 y 50 usuarios diariamente, ahora, con su intervención, se esperan hasta mil personas aprovechando estas instalaciones.

Si en el Parque San Rafael, también recientemente concluido en su intervención, se espera recibir todos los días alrededor de cinco mil usuarios, el Parque Liberación, de una capacidad un poco más reducida, podrá estar teniendo cerca de tres mil 500 visitantes.

Este espacio público no es sólo relevante para la ciudad como un centro polideportivo para la activación física de los habitantes de Guadalajara, es además una de las áreas verdes más grandes del municipio, con 11 hectáreas de superficie y más de dos mil árboles.

Este tipo de intervenciones del Ayuntamiento de Guadalajara, refirió el presidente municipal, Francisco Ayón López, deben comprenderse dentro de una estrategia para recuperar el “tejido social” de las comunidades, con espacios adecuados para la convivencia, la recreación y el deporte.

André Marx Miranda Campos, director general del Consejo Municipal del Deporte (Comude), destacó que las acciones de mejoramiento del Parque Liberación nacieron de las gestiones de las representaciones vecinales de los alrededores como Valle del Álamo, El Dean, Fraccionamiento Higuerillas, La Nogalera y Ferrocarril.

El mismo Comude se encargará de emprender una serie de actividades deportivas, como clases de instrucción física, ligas y torneos en distintas disciplinas, para promover el uso intensivo del Parque Liberación.
 
Inundaciones siguen pendientes

El proyecto de rehabilitación del Parque Liberación o El Dean se presentó el 8 de agosto de 2011. Aquel día la Comisión de Planeación Urbana (Coplaur) de Guadalajara advertía que la intervención vendría a potenciar el uso recreativo y deportivo del espacio público, pero que aún hacía falta la ideación de otro plan que venga a resolver las inundaciones que se dan en la zona.

En dicho parque confluyen corrientes de agua que provienen desde el Cerro del Cuatro, y que requieren, considera la Coplaur, de acciones que las disminuyan o contengan desde su punto de generación y en su trayecto.

Las inundaciones del área, por lo tanto, siguen siendo un tema pendiente.
 
Retraso e incremento de inversión

Originalmente el Ayuntamiento de Guadalajara había anunciado que el mejoramiento del parque quedaría concluido para noviembre de 2011, esto no se logró, y terminó con un retraso de prácticamente cuatro meses.
Además, la inversión inicial se había fijado en 34 millones de pesos, pero durante la inauguración la Secretaría de Obras Públicas puntualizó que los recursos que se llevaron las acciones fueron de 45 millones de pesos, es decir, un 30% más de lo previsto.

La autoridad municipal no ha esclarecido si la diferencia entre las cantidades se debe a un sobreprecio, o si hubo mejoras adicionales a las planteadas desde un inicio. El actual alcalde tapatío con licencia, Aristóteles Sandoval Díaz, se jactó en más de una ocasión porque las obras de su administración no terminaban tarde, ni a sobreprecio.

 
 EL INFORMADOR / LUIS HERRERA