GUADALAJARA, JALISCO (13/SEP/2017).- Alfonso García Hernández tiene 48 años, en octubre de 2016 acudió al médico por lo que, al parecer, era un problema gástrico. Después de varios análisis determinaron que era su hígado lo que le estaba causando problemas. Una cirrosis en consecuencia del hígado graso no alcohólico, hicieron que los médicos iniciaran el protocolo para saber si era candidato a un trasplante.“El desgaste fue muy rápido, yo en octubre llegué por mi propio pie al hospital, pero en semanas ya no podía caminar y perdí mucho peso. Durante el tiempo que esperamos el trasplante, que se hizo en abril, duraba una semana fuera y un largo tiempo en el hospital”.Los médicos de Alfonso requerían tenerlo en un nosocomio porque su patología hacía que retuviera líquidos, los cuales tenían que ser drenados y, con ellos, él perdía todos los nutrientes de su cuerpo.“Verlo así fue muy difícil. Ver cómo se deterioraba. Yo todos los días le pedía a Dios que nos hiciera el milagro de conseguir el hígado. Le exigíamos al doctor, aún cuando sabíamos que no estaba en sus manos. Todos los días doy gracias y pido por el joven que, al final, pudo donarle el hígado”, comentó su esposa Noemí Ramírez.El donador de este órgano debe ser alguien que haya tenido muerte cerebral y que sus familiares expresen que quieren donar, en caso contrario, la persona con daño hepático muere, ya que las patologías del hígado no tienen un tratamiento como hemodiálisis o diálisis que mantiene con vida a los enfermos renales.El trasplantólogo, Alejandro Lugo Baruqui, señaló que la recuperación de su paciente ha sido buena y que, si sigue todas las indicaciones, podrá tener una vida normal.Alfonso y Noemí pidieron a todas las personas hacer conciencia de cuántas vidas se pueden salvar si se donan los órganos de alguien que tenga muerte cerebral. Tan sólo en Jalisco hay cinco mil 279 pacientes en lista de espera, 32 de los cuales esperan un hígado.DATOSEspecificaciones sobre el hígado• El trasplante de hígado se da cuando el órgano deja de funcionar y las razones pueden ser: Hepatitis B, Hepatitis C, VIH, cáncer y cirrosis, ya sea alcohólica o no.• Las personas con cirrosis por alcoholismo no son candidatos al trasplante, ya que está demostrado que recaen.• Algunos tipos de hepatitis regresan a los tres o cinco años del trasplante.• Este tipo de trasplantes son, exclusivamente, de un donador cadavérico.Fuente: Fernando González Garza, médico internista y gastroenterólogo.
