Con marcha, recuerdan a víctimas del 22 de Abril

GUADALAJARA, JALISCO (22/ABR/2015).-  Ricardo Soto, lesionado por las explosiones del 22 de abril de 1992, marchó con cuatro placas en su pierna y una en su pulmón, aún con la convicción de desfilar año con año. "Aquel día desastroso, mi esposa y yo lo vivimos en carne propia. Ella quedó discapacitada, pero nos cuidamos entre los dos", comentó Ricardo.
    
Madres de familia, estudiantes, personas de la tercera edad y familiares de las víctimas se reúnen para marchar desde hace 23 años en conmemoración a las víctimas de las explosiones, liderados por Lilia Ruiz, afectada del suceso y ahora coordinadora de la asociación.
 
Ese día la señora Lilia había llegado de vacaciones con su esposo y sus cuatro hijos. "Él decidió llevarse a los dos mayores al trabajo, y yo dejé a mis otros dos hijos en casa para ir al mandado. Cuando iba en el camión, perdí el conocimiento y desperté entre escombros cuando ya me estaban sacando", cuenta Lilia Ruiz, "Perdí una pierna, bienes personales y a varios vecinos".
 
"Desde aquel día conocí a un ángel, una enfermera que atendía a las víctimas de aquel espantoso suceso. Ella fue la fundadora y quien me invitó a coordinar a todas estas personas en una AC que les levantara el espíritu, y poder conmemorarles año tras año con distintos eventos", dice Lilia Ruíz.
 
Miembros de la A.C. 22 de Abril de Guadalajara marcharon este año sobre las calles de Analco, del Sector Reforma. Alrededor de 14 kilómetros de cuadras y fincas del barrio fueron afectadas aquel día, con daños que alcanzaron 126 manzanas
 
Comenzando en Calzada del Ejército y Gante, la procesión desfiló hasta la calle 20 de Noviembre y siguió por Constitución. Calles donde estuvo el mayor número de casas afectadas, hasta llegar a la plaza del templo de San Sebastián, culminando la marcha con rezos al Santísimo.
 
A la procesión se unió el candidato a la presidencia de Guadalajara, Enrique Alfaro, quien dió su apoyo a los familiares y a las víctimas del desastre del 22 de Abril.

EL INFORMADOR / ADRIANA GUZMÁN