Jalisco | En tres patadas por Diego Petersen Farah Como médicos de pueblo No hay mejor manera de certificar lo mal pavimentada que está la ciudad, que subirse a una bicicleta Por: EL INFORMADOR 20 de julio de 2010 - 04:37 hs Diego Peteresen Farah. / No hay mejor manera de certificar lo mal pavimentada que está la ciudad, que subirse a una bicicleta. No sólo son los baches, que de eso todo automovilista puede dar exacta cuenta de cuántos hay en sus trayectos cotidianos. Pero para certificar lo mal terminado de los pavimentos en las orillas de las calles (literalmente con holanes como de cortina Luis XV); las olas creadas por los frenones y arrancones de los camiones, y las verdaderas trampas mortales que son las alcantarillas sumergidas, que ya van 20 centímetros debajo del nivel del arroyo de la calle, hay que circular en dos ruedas. Decir que en Guadalajara se ha pavimentado es un piropo: a las viejas calles de empedrado se les ha puesto chapopote encima una y otra vez, y a las calles buenas de concreto, en lugar de repararlas como se debe, les han puesto parches de chapopote, con lo cual lo único seguro es que el bache volverá a aparecer. Tanto el Gobierno del Estado como el Ayuntamiento de Guadalajara han planteado, por separado (recordemos que no pueden trabajar juntos porque se contaminan) la necesidad de hacer un gran programa de pavimentación con concreto hidráulico en la ciudad, aprovechando la coyuntura de los Juegos Panamericanos. Más allá de la factibilidad, pues en este momento se podrían bajar recursos federales con la excelente excusa de los juegos, es también la oportunidad para mandar una señal a los ciudadanos (no sólo de Guadalajara, sino de toda la zona metropolitana) de que los Panamericanos son algo más que grillas, gritos y sombrerazos. Independientemente de quién se ponga la estrellita en la frente, lo importante es que se logre avanzar en la modernización de los pavimentos de la ciudad. Un buen pavimento puede ayudar a mejorar la velocidad promedio de circulación más que los puentes, túneles y pasos a desnivel, y a reducir la contaminación más que los programas de Semades. Pero sobre todo, puede ayudar de manera importante a la economía familiar: en México, y Guadalajara no es la excepción, la suspensión de un auto tiene 50% menos vida útil que la que tiene en un país de primer mundo gracias a los baches, y eso sin contar, claro, el costo de reposición de rines y llantas dejados a granel en los cráteres de la ciudad. El cambio de carpetas asfálticas por concreto hidráulico es sin duda un gran noticia. Ojalá este tema no lo engrillen los políticos y que efectivamente pueda darse esta transformación de la ciudad y desaparezca de una vez el arcaico sistema del “bacheo en caliente”. Los que bachean son como los médicos de pueblo, que viven de que la gente se enferme, no de que se alivie; los asfalteros no viven de reparar la ciudad, sino de que ésta se destruya una y otra vez en cada temporal de lluvias (que, dice mi compadre, salvo deshonrosas excepciones, es cada año). Temas Diego Petersen Farah En tres patadas Lee También Silvia Pinal y el 'no' definitivo que le dio a Diego Rivera Las cartas que Diego Rivera le mandaba a Silvia Pinal Sociales: 21° Torneo Adolf Horn de American Chamber México | Capítulo Guadalajara NFL: Los Ravens dominan a los Chargers Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones