Cita en la ciudad

La arquitectura chilena de los últimos años se ha convertido en un importante referente en la arquitectura internacional. No sólo es un fenómeno que se reconoce en Latinoamérica: a nivel mundial, la atención sobre lo que se produce en este país al Sur del continente es un reflejo de la relevancia de su producción arquitectónica y el prestigio de sus universidades.

Mas allá de estos objetos habitables puestos en montañas de abundante flora, en la inmensidad de la cordillera nevada o frente a la caprichosa costa nerudiana del Pacífico, sus ciudades han ido construyendo también una oferta interesante con importantes aportes en el tema urbano, paisajístico y de movilidad.

Notas recientes sobre Santiago –capital de este país que hoy estrena resultados electorales–, llaman la atención en temas de movilidad.
Después de los conflictos que tuvieron al inicio de la puesta en marcha del sistema de movilidad del Transantiago, hoy inauguran más estaciones de metro. Cuentan  con cinco líneas que otorgan una amplia cobertura que incluye un sistema integral de autobuses y un sistema de ciclovías que va en aumento (insuficiente aún para los cada vez más ciclistas que han tenido que invadir banquetas).

Destacables son los sistemas peatonales y espacios públicos. Junto a propuestas que fomentan el transporte público y la movilidad no motorizada, un sistema de autopistas urbanas ha venido a solucionar problemas de tráfico en las zonas centrales acortando significativamente el tiempo de trayecto a los extremos de la ciudad.

Sin embargo, estas políticas que por un lado fortalecen el sistema de transporte público y por otro facilitan los trayectos vehiculares, terminan fomentando el uso del automóvil particular con las consecuencias de tráfico, medioambientales y de salud. Como muestra, durante el mes de diciembre del año pasado, se incorporaban casi mil vehículos nuevos diarios a una ciudad de seis millones de habitantes, (en Guadalajara se incorporan 320 al día con cuatro millones); pero con una tasa de motorización que aún es baja (6.1 personas por auto, mientras en Guadalajara andamos en casi tres personas por auto).

Aunque aumentan los autos, también es cierto que la oferta de inversión en transporte público no para; por lo tanto, es posible pensar que tienen tiempo para analizar esta tendencia y en su caso, revertirla.

Muchas otras cosas pueden ser comentadas en función de los temas de ciudad que aporta Santiago, como por ejemplo, la cantidad de reserva urbana en la periferia metropolitana, que es factible de explotar habitacionalmente.

Lo relevante es que simultáneamente con los cambios de uso de suelo, se solucionan los aspectos de acceso; es decir, hoy todavía no hay casas, pero ya hay vialidades excelentes y transporte público. Es totalmente al revés de lo que nos sucede a nosotros, donde tenemos grandes zonas habitacionales sin accesos adecuados. Vale la pena revisar cómo funcionan estos sistemas ya que también ganan los desarrolladores inmobiliarios, pero no pierde la ciudad.

A propósito de una carta que el Colegio de Arquitectos de Chile mandó al nuevo Gobierno sobre los temas de ciudad que considera fundamentales para el gremio, enlisto tres que también lo son para Guadalajara:

1.    “Desarrollo urbano territorial y participativo, que en forma transparente promueva la generación de espacios públicos incorporando estrategias de seguridad y una política medioambiental armónica con el entorno, respetando el derecho de todas las personas a una mejor calidad de vida.

2.    “Leyes de planificación urbana que doten a los municipios y regiones mecanismos para impulsar el desarrollo de las ciudades”. Aquí hago énfasis en lo importante que resulta la visión metropolitana y regional para entender la operación de las ciudades a futuro.

3.    “Levantar la calidad de la arquitectura pública y de los proyectos de desarrollo urbano”, resulta fundamental hacer obras de calidad con los recursos públicos; no podemos permitirnos malgastar los recursos.

Finalmente los temas fundamentales para las ciudades son coincidentes, la diferencia es la forma en que los enfrentamos. Algunas ciudades tienen más complicaciones, otras más  ventajas.

Santiago ha aprovechado sus ventajas, seguramente lo seguirá haciendo. No queda más que a partir de las realidades concretas, las capacidades locales y la cantidad de información y experiencias externas, ir generando nuestro propio camino.

alfredo@infotectura.org