Cita en la ciudad

El panorama urbano actual se complica. Proyectos que eran la promesa de una mejor ciudad, donde participaron expertos y ciudadanos esperanzados, pese a enormes desaciertos de origen; se convirtieron en bastiones electorales, mostraron sus enormes debilidades y hoy son rechazados hasta por sus mismos promotores.

Esta ciudad pre-panamericana y pre-bicentenaria, nos lleva decepción tras decepción. Los resultados electorales rechazaron la forma en que hoy se construye la ciudad. Lejos han quedado los ejemplos de las grandes ciudades construidas bajo las reglas absolutas de una voluntad única.  Esa forma de hacer ciudad no se debe repetir, ya no se trata de políticas hegemónicas de un estado benefactor. Los ciudadanos no pueden quedarse callados aguardando que la fortuna arregle lo que oídos sordos hacen equivocadamente, no es el espíritu de esta época; como tampoco lo es la crítica ciega sobre la que resulta difícil construir.

Hoy, las contradicciones que se perciben desde la opinión pública y voces de expertos en temas como movilidad y desarrollo territorial, se pueden explicar a partir de  importantes proyectos.

Desde hace años el principal problema de la ciudad era el transporte público. Finalmente el gobierno estatal termina una primera fase del MACROBÚS, un proyecto que si bien no estuvo ausente de problemas, contó con una importante participación técnica de organismos ciudadanos; fue el primer paso. Se usa electoralmente y ahora no les interesa. Mientras esto aun no se soluciona, inician el PUENTE ATIRANTADO para solucionar el conflicto vehicular de López Mateos y Lázaro Cárdenas. Un proyecto mas vistoso que útil, más caro que ingenioso. Cuando parecían estar claras las prioridades en movilidad, retoman un proyecto heredado de la administración pasada, periodo de abundante infraestructura para el vehículo. Recordando el Decálogo Urbano (1), estos son claros casos de lo que no se debe hacer: Privilegiar al automóvil y ceguera, es decir, actuar al margen de una visión integral.  Si empezamos con un cambio en el tema de movilidad, si se está haciendo un Plan de Movilidad no Motorizada, no se pueden dar señales que confundan. Si es necesario replantear el Macrobús, incorporar el tranvía, recuperar el trolebús y el tren ligero, adelante, el transporte público es un asunto de interés ciudadano prioritario.

Por otro lado,  el gobierno municipal propone la recuperación del centro de la ciudad en sus planes de gobierno, principalmente a través de dos grandes proyectos: la renovación de las banquetas (proyecto casi terminado) y la VILLA PANAMERICANA, un proyecto que después del accidentado arranque y a poco mas de dos años para terminarse, no se sabe si va para adelante o para atrás. Hace apenas unos días se dio a conocer  el nuevo proyecto, después de que el original,  presentado hace más de un año y que fue producto de un concurso abierto con la invitación a arquitectos nacionales e internacionales fue desechado por el desarrollador ya que era comercialmente inviable, ¡que noticia!. Pese a la voluntad del Alcalde de hacer de este proyecto un detonante para el centro histórico, se siguen repitiendo los mismo errores del primero: proyectos poco consensuados, basados en la forma y no en el fondo, preocupados de los edificios y no del espacio público. En medio de este conflicto, se da a conocer la compra de un predio en área de reserva de la barranca, para construir el ESTADIO PANAMERICANO. Se hacen cambios de uso de suelo y se dan amplios beneficios al vendedor. 

Un proyecto que tendrá como principales beneficiados a los propietarios y socios de un predio en el que hasta ahora no se podía construir. Cito de nuevo el decálogo: ni perjudicar ni improvisar.

Mientras que durante dos años no se ha podido comenzar un proyecto para beneficiar el centro, en un par de meses si se puede hacer uno en una zona de protección, que contradicción!

Estos temas en la agenda de las actuales administraciones tendrán que ser asumidos por las nuevas autoridades. Proyectos importantes en momentos difíciles, grandes oportunidades donde sólo con conocimiento científico, opiniones técnicas y participación ciudadana, se tomarán decisiones correctas y saldrá adelante lo que sea mejor para la ciudad y sus ciudadanos.

Alfredo Hidalgo Rasmussen, alfredo@infotectura.org