Cihuatlán bajo la arena

CIHUATLÁN, JALISCO  (13/OCT/2011).- Las playas en Cihuatlán ya no están donde mismo; 'Jova' demoró una madrugada, y nada más, para desplazar miles de sus toneladas de arena y "redecorar" las calles y viviendas del primer cuadro de esa localidad. Escenario no ventilado, pues el principal y único acceso carretero fue imposible de transitar durante las primeras secuelas que se evidenciaron: la carretera entera cedió su paso únicamente a las aguas del río Maravasco.

Incomunicado, el centro de uno de los primeros municipios que resintió los estragos del huracán "Jova" se permitió permanecer en el anonimato... Hasta que la autoridad comunicó la apertura de esa rúa y ciertos gobernantes en turno abrieron un espacio de su agenda para verificar las afectaciones de que tanto se escuchaba en Guadalajara.

Miles de damnificados, cientos de casas bajo polvo y una cifra no menor de habitantes apurados en la limpieza de sus respectivos domicilios, fue el primer espectáculo que concedió el ingreso a la cabecera. Los rostros desconcertados de quienes observan a una gran comitiva de "bien vestidos", escoltados por militares y rescatistas, la imagen que da secuencia a la catástrofe.

Un individuo con gorra y pantalón de mezclilla resalta de entre todos; él busca acercarse a los "golpeados" ribereños, quienes sin chistar dejan a un lado su tarea de borrar o limpiar su hogar de la playa artificial que "Jova" les heredó. Unas breves palabras de su parte, el obligado apretón de manos y lo que sigue:

-    ¿Sabe usted quién es el que la saludó, señora?

-    Pues venía con (Roberto) Gallardo, (presidente de Cihuatlán).

-    ¿Entonces sí sabe quién es?

-    Pues no, ni me importa.

-    Es el secretario de Gobierno. ¿Podría saber qué le dijo?

-    ¡Ah! Pues que no me preocupara, que estaba aquí para apoyarnos.

-    ¿Y usted qué apoyo necesita?

-    Pues que nos limpien las calles, están llenas de arena.

-    ¿Y sus pertenencias?

-    ¿Esas qué? ¡Ya han de estar en el agua! (ríe).

De un lado a otro, el amigable sujeto cruza breves charlas con quien le acompaña, y otras tantas con los residentes del área. "No te olvides de nosotros"; "pásale por acá y mira cómo quedó mi casa"; "ayúdanos, no nos dejes así": unas tantas de las frases que se escuchan entre las calles, arena y agua que el miércoles por la mañana y tarde rebasaron los dos metros de alta. Una línea de este lodo finamente dibujada en cada residencia, la prueba de ello.

El desplazamiento a pie en Cihuatlán durante la jornada, indudablemente obligaba a quitarse los zapatos, o bien pensar en desecharlos una vez transcurrida la odisea. Un paso tras otro es difícil en verdad, pero la comunidad ya está habituada a ello. "Hubieran venido ayer; esto ya no es nada", celebraban los damnificados con el último resquicio del buen humor de quien habrá quizá perdido su patrimonio.

Sobre la arena acumulada en calles y machuelos esa es la historia, pero debajo de las montañas que formó quizá aún haya varias más; la autoridad municipal concede su hipótesis sin mayores restricciones: una víctima mortal que entre el polvo pereció fue descubierta por lugareños que limpiaban su acera. Una mano revelada por la escoba es evidencia, dice, de que cerrar cifras respecto al saldo rojo de "Jova", aún no es algo certero.

EL INFORMADOR/ISAACK DE LOZA