Chulavista, el fraccionamiento fantasma

TLAJOMULCO DE ZUÑIGA, JALISCO (04/OCT/2012).- Aquí, en el fraccionamiento Chulavista el aire suena a olvido. Los moscos salen en parvadas. El frío del invierno ya se ha instalado, las casas tienen los vidrios retacados de grafiti y hay zonas que el cobre de los cables de luz son el mero recuerdo. Chulavista es un fraccionamiento fantasma.

Según el Infonavit, este desarrollo inmobiliario es el que tiene más casas con la marca del abandono, como las 13 mil casas deshabitadas en Tlajomulco.

Chulavista se caracteriza por la vivienda barata: 195 mil pesos cuesta una casa en las mejores etapas, en las peores "hay letreros de que te las prestan, para que se las cuides a los dueños", dice una vecina. Así es, se prestan casas con tal de vivir el riesgo de la noche.

Mientras una casa dentro del Periférico gana plusvalía con los años, aquí el tiempo se acaba el patrimonio de los trabajadores que ganan lo suficiente para comprar una casa para vivir apretaditos: dos habitaciones, una sala, cocina y baño custodiadas por puertas de madera.

Sandra regresó de Estados Unidos hace un mes. No tuvo donde dormir ni meter a su familia, sigue sin empleo. Ahora vende ropa usada en una calle semidesértica. Paga mil 500 de renta por una casa de dos plantas, "pero hay casas que rentan hasta en 400 pesos".

En Chulavista hay más de tres mil casas que no rebasan los 40 metros cuadrados de construcción. Los políticos han dicho que vivir en Tlajomulco es vivir en un municipio dormitorio, "pero no es cierto, hay muchas familias que vivimos aquí todo el día", dice Mariana, una chica que tiene cinco años cuidándole la casa a su primo: "Ellos no se quisieron venir porque tienen casa más cercana a su trabajo".

Lo que no sabe Mariana es que trabaja como velador, y que su paga es directamente proporcional a vivir en una colonia mitad fantasma, mitad espanto. "Si vas a ir a la etapa 13, no te vayas solo, ahí sí te roban".

En Chulavista, etapa 13, el común denominador son perros que custodian cocheras, servicio de agua intermitente, policías federales platicando con vecinos, y niños, muchos niños en el Tlajomulco que sigue conservando el fervor a Enrique Alfaro.

Aquí es Chulavista, un fraccionamiento que vive de noche y duerme, solitario y peligroso, de día.

EL INFORMADOR / OMAR GARCÍA