Chequeos médicos periódicos previenen desnutrición en niños

GUADALAJARA, JALISCO (21/ABR/2013).- Para detectar oportunamente deficiencias nutricionales en los niños, es necesario que tengan un chequeo médico periódico, afirmó la supervisora en Salud Pública, adscrita a la Coordinación de Atención y Prevención a la Salud del IMSS en Jalisco, Estela Rodríguez Michel.

Señaló la enfermera supervisora, que el esquema PrevenIMSS contempla mediciones constantes de talla y peso en este sector de la población, como parte de las acciones en el Programa de Salud del Niño, de cero a nueve años de edad.

Rodríguez Michel dio a conocer que las primeras evaluaciones deben llevarse a cabo, al cumplir la semana seis, 10 y 14, posteriores al nacimiento, así como a los 12 y 18 meses de vida y después, una vez al año.

Las mediciones de talla y peso se realizan en los consultorios de medicina preventiva con los que cuentan las 110 unidades de medicina familiar (UMF) del IMSS en esta entidad, así como en hospitales en la consulta pediátrica regular.

Rodríguez Michel comentó que en los parámetros normales, un niño al nacer debe medir aproximadamente 50 centímetros, al cumplir el año 75 centímetros, a sus dos años hasta 90 centímetros, y posterior a esta edad, la ganancia de estatura tiende a disminuir o desacelerarse.

Resaltó que el primero y segundo año de vida son cruciales para alcanzar el desarrollo.

Aclaró que la herencia es un factor determinante en la talla baja, aunque la mala alimentación suele ser desencadenante, la cual, incluso puede haberse originado a partir del embarazo de la madre.

Otros factores, mencionó la experta en salud pública, son hipotiroidismo, parálisis cerebral, Síndromes de Down, de Turner y de mala absorción de alimentos, entre otras patologías.

Insistió que, en materia de desarrollo del infante, la alimentación juega un papel fundamental, ésta debe ser balanceada y completa, en los primeros seis meses de vida y añadió que, la lactancia materna es indispensable para la buena nutrición del pequeño.

Luego de los seis meses de edad, el niño ya puede consumir otros alimentos, además de leche materna, incluso preparados de fruta y verdura como papillas y purés sin conservadores, hechos en casa.

En tanto que, al cumplir el año, ya debe estar incorporado a la dieta de la familia y comer alimentos de todos los grupos, incluyendo proteínas como: carne, pollo y pescado.

Aseguró que la nutrición es sumamente relevante, no sólo para alcanzar la estatura y peso adecuados, sino para el desarrollo y crecimiento del cerebro, que al llegar a los dos años de edad, prácticamente adquirió la totalidad y volumen que tendrá en la edad adulta.