Carlos Corona está fuera de la Secretaría General del Congreso

GUADALAJARA, JALISCO (26/AGO/2010).- Después de siete meses de ejercer el cargo, Carlos Corona, secretario general del Congreso del Estado, se va en medio de escándalos administrativos y luego de perder la confianza de algunos diputados que lo apoyaron para llegar hasta ahí.

Ayer, los 18 legisladores del tricolor sostuvieron una larga reunión —que se prolongó por más de cuatro horas— con el presidente del partido en Jalisco, Rafael González Pimienta, en la sede del PRI en la Entidad. El tema principal eran las inconformidades de los diputados por los “excesos” en los que habría caído el actual secretario.

Sin embargo, no todos votaron a favor de su salida: los diputados Omar Hernández, Carlos Briseño y Marco Barba lo defendieron hasta el final, pero con los votos de la mayoría se decidió quitarle el respaldo al funcionario y pedirle su renuncia.

Al salir de la reunión, el único que emitió declaraciones fue el coordinador parlamentario Roberto Marrufo Torres, quien, entre evasivas, dijo: “Por unanimidad la fracción tomó una decisión que se hará oficial hasta que se comunique con el resto de la Junta de Coordinación Política”.

Una vez acordada la salida de Carlos Corona, el siguiente paso es definir a su sucesor. Todo parece indicar que será el actual director de Procesos Legislativos del Congreso y ex presidente del partido, Francisco Morales. Sin embargo, Marrufo Torres no quiso confirmarlo. También sonaron nombres como Rafael Castellanos y Ernesto Díaz Márquez.

Se prevé que mañana la Junta de Coordinación Política haga oficial el anuncio de la salida y del sucesor de Carlos Corona, quien podría permanecer en el cargo hasta el 31 de agosto.

PARA SABER

Lo que Corona dejó

Durante su gestión, Carlos Corona se vio involucrado en diversos escándalos administrativos, entre los que sobresalen las acusaciones por hostigamiento laboral contra el personal del Congreso, compras y movimientos financieros irregulares, una adquisición nunca aclarada de dos automóviles de lujo para uso personal, encarar con declaraciones a diputados y la decisión de mandar a hacer “charolas” para los legisladores.