Sábado, 19 de Octubre 2024
Jalisco | Padece Guadalajara déficit de arbolado

Carecen ayuntamientos de censo de arbolado

Las alcaldías no registran avances en el inventario que permitiría cuidar las áreas verdes, acelerar trámites y sanar enfermedades

Por: EL INFORMADOR

Entre los cinco principales municipios de la metrópoli, 40% de vive en zonas donde no se alcanza el parámetro mínimo de áreas verdes. EL INFORMADOR /

Entre los cinco principales municipios de la metrópoli, 40% de vive en zonas donde no se alcanza el parámetro mínimo de áreas verdes. EL INFORMADOR /

GUADALAJARA, JALISCO (26/NOV/2014).- Después de las personas, los árboles deben ser los más protegidos en las ciudades, así lo percibe la titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet), Magdalena Ruiz Mejía. Para proteger y depurar el manejo, dice, es esencial un inventario o censo para reconocer “donde estamos parados en el tema del arbolado”, pero ningún Ayuntamiento de la Zona Metropolitana de Guadalajara lo tiene. Los más avanzados presumen 10% de desarrollo.

En Guadalajara aseguran que, cada 10 años, debe hacerse un censo del arbolado; sin embargo, nunca se ha hecho uno. De acuerdo con el director de Parques y Jardines, José de Jesús Pacheco, “no han tenido esa posibilidad”.

El acercamiento más claro que han tenido es un conteo por cuadrante, en los cuales dividen territorialmente la ciudad, para observar el estado vegetativo y la salud del arbolado. Reconoce que ni siquiera se tiene un aproximado de árboles, aunque calcula que podrían existir medio millón en el municipio.

En Tlaquepaque el avance del censo es de apenas 5%, según el director de Medio Ambiente, Blas Ramos Caro: “Sería apresurado decir un dato, pero el trabajo que desarrollamos es en la vía pública”.

Arguye que se requiere de un trabajo metropolitano: “Es una preocupación de los alcaldes el saber qué tenemos y la magnitud del arbolado para proponer mejoras del mismo”.

Donde está más avanzado el conteo, aseguran, es en Zapopan. Elías Ávila Castro, director de Parques y Jardines, explica que pretenden saber con estos trabajos cuántos árboles hay, en dónde están y, sobre todo, en qué estado de salud se encuentran.

“Vamos sobre cuatro meses trabajando, espero que en esta administración lo tengamos terminado”.

Atribuye la falta de un censo oficial al tiempo reducido que tienen dentro de la dependencia para trabajar en ello.

Tlajomulco y Tonalá también carecen de un censo.

El representante del Colectivo Ecologista de Jalisco, Mario Silva Rodríguez, explica que no es posible que, con la tecnología que se tiene ahora, no haya un registro georreferenciado que informe sobre los servicios ambientales que ofrece el arbolado. El beneficio del inventario, por tipo de árbol, documentaría la aportación ambiental de cada especie, verificaría su origen y estado de salud.

Preparan plan de manejo


Ante el retraso en el tema, la titular de la Semadet prepara un proyecto de plan de ordenamiento forestal metropolitano donde se pedirá un inventario que incluya la evaluación de la salud de los árboles y las especies que existen.

“Debe haber un plan de manejo y de imagen urbana porque hay instaladas especies debajo de cables, a un lado de postes, de estacionamientos. Y el censo dará una relación de los ejemplares mal manejados”.

La georreferenciación de los ejemplares electrónicamente, según Ruiz Mejía, permitirá que los trámites en las direcciones de Parques y Jardines pasen de ocho meses a 24 horas.

El plan considera la capacitación estratégica de personas que manejen adecuadamente el arbolado: “Mi intención es que la ciudad esté altamente arbolada. Me reuniré con los titulares de las direcciones para proponerles este plan junto al Instituto Metropolitano de Planeación”.

La funcionaria prevé que el plan tardaría un año en integrarse. Al mismo tiempo desde la dependencia estatal se generarían los convenios de prospección estratégica de la reforestación con las especies adecuadas para la ciudad y se capacitaría al ciudadano para que trate a su árbol como su carro o un perro”.

Tetlán, entre las zonas más afectadas

Dos de cada tres tapatíos viven en zonas donde no se alcanza el parámetro mínimo recomendado de áreas verdes por la Organización Mundial de la Salud (OMS). De los ocho municipios del área metropolitana, Guadalajara es el que más padece esta situación, pues 62% de sus habitantes no cuentan con las áreas verdes suficientes para mejorar su calidad de vida.

El parámetro marcado por la OMS señala que la población debe contar con nueve metros cuadrados (m2) de áreas verdes urbanas por habitante “cuando menos”. Pero la zona de Tetlán es una de las más afectadas en Guadalajara, pues cuenta con 0.86 metros cuadrados de áreas verdes por habitante en algunos puntos. La Zona Oriente (hacia Tonalá) presenta el mayor déficit, pero en la parte Sur colindante con Tlaquepaque también carece de estos espacios. Por otra parte, en las zonas Poniente y Norte hay niveles aceptables.

San Pedro Tlaquepaque se ubica en el segundo sitio. Una de cada tres personas viven en áreas geográficas que están por debajo de las recomendaciones, concluye un estudio del Instituto de Información Territorial de Jalisco, a partir del análisis en el que se observa la distribución de las áreas verdes y la vegetación en la metrópoli mediante imágenes satelitales. “Para la cuantificación de estas áreas verdes se consideraron parques, jardines y espacios que el satélite detecta con vegetación, como son los árboles en banquetas y camellones, jardines privados y áreas abiertas cercanas a las zonas urbanas”, destaca el diagnóstico.

Tras analizar el nivel de incumplimiento del parámetro recomendado por la OMS se detectó que 34% de la población del Municipio de Guadalajara vive “en zonas críticas o con carencias severas de vegetación”, con menos de cuatro metros cuadrados de áreas verdes por habitante. Para el caso de San Pedro Tlaquepaque, 18% de su población vive en esa misma condición de carencia severa.

“Hacemos un llamado a la sociedad y a las autoridades competentes para que desarrollen programas orientados a incrementar las áreas verdes en las zonas con mayores carencias. Esto se puede hacer con programas de reforestación en espacios urbanos, calles, camellones, azoteas verdes y mejorando los espacios verdes ya existentes”, señala el estudio.

La secretaria Magdalena Ruiz Mejía focaliza en las zonas Minerva, Cruz del Sur, Seattle, Providencia y Chapalita la mayor cantidad de metros de áreas verdes; en contraste están colonias como la del Fresno.

Explica que las zonas con más vegetación adquieren plusvalía: “Es una suma de factores donde el árbol es importante”. Lamenta que los gobiernos municipales no tengan una visión de integralidad y continúen con una instancia de parques y jardines y no una dirección de manejo de arbolado.

La OMS puntualiza en sus estudios que la cobertura de zonas verdes es de gran importancia para mantener una buena calidad de vida. Las plazas, jardines, parques o bosques urbanos desempeñan un papel fundamental en el medio ambiente y la biodiversidad de la ciudad, además de ser espacios para el paseo, relajamiento o el ocio. A nivel de ordenación del territorio forman parte de su estructura y simbolizan un ambiente de territorio equilibrado, donde la edificación se amortigua con los espacios naturales. Estos espacios verdes son considerados por la OMS como imprescindibles para mitigar el deterioro urbano: generan oxígeno, captación partículas de polvo, regulan el clima, amortiguan los niveles de ruido y al captar agua reducen inundaciones y la erosión del suelo.

FRASES

"
Si seleccionamos a las especies adecuadas no se gastarían las grandes sumas de dinero en la CFE, por ejemplo, para podar los árboles o por los daños en banquetas "

José Sánchez Anaya,
investigador del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias.

"Los ciudadanos no perciben el arbolado como necesario. La mayoría desea quitar los árboles de su banqueta porque les estorban "

Magdalena Ruíz Mejía,
titular de la Semadet.

"Cada año se pierde 15% de espacios verdes por malas prácticas. Es más fácil señalar al árbol como estorbo, que a la corrupción o las malas decisiones de ayuntamientos "

Mario Silva Rodríguez,
del Colectivo Ecologista de Jalisco.

Rechazan siete de cada 10 solicitudes de tala

El frío acabó con la vida de la jacaranda plantada en Plaza Liberación. Un día de septiembre amaneció talada, sin aviso. Las suspicacias no se dejaron esperar ante el uso de ese espacio por toldos del Gobierno del Estado. Sin embargo, el director de Parques y Jardines de Guadalajara, José de Jesús Ruiz Pacheco, notifica que la pista de hielo que se instala cada año en esa plaza influyó en la salud del árbol; tanto que ninguna sustancia revirtió el daño, aunque dice que la deshidrató “tantito”. “No hubo respuesta positiva, se deterioró su corteza y decidimos sustituirlo después de 30 días de tratamiento”.

Debido a enfermedades, riesgo u “obstrucción” de ejemplares en construcciones se derriban 18 árboles diarios en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG). Desde 2010 se cuantifican 24 mil 636. Esta cifra es conservadora para el representante del Colectivo Ecologista de Jalisco, Mario Silva Rodríguez, “el registro debe ser mucho mayor a la cantidad reportada”.

En Guadalajara, Tonalá y Tlajomulco entre 30% y 40% de los ejemplares derribados se atribuye a “riesgo” para infraestructura u “obstrucción” de obras públicas.

La cantidad se queda corta considerando que, según el director de Parques y Jardines, José de Jesús Ruiz Pacheco, se calcula que hasta siete de cada 10 peticiones se rechazan porque no fundamentan alguna razón para talarlo. “Se busca hacer la recomendación de una poda drástica o de rejuvenecimiento”.

Explica que, ante una solicitud, la dirección realiza un dictamen técnico en el que se buscan todos los aspectos para comprobar que lo más viable es retirar el árbol, “como afecciones a la banqueta, o que genere problemas hacia una finca, o que haya otro ejemplar a corta distancia”.

Además del dictamen necesario, se compromete al solicitante sustituir el árbol en la misma zona donde se quitará o la donación de cinco a 15 árboles.

En caso de derribo por una obra, la dependencia hace una revisión para verificar que se hizo la plantación del nuevo árbol y, en caso de que no sea así, se obliga a hacerlo al solicitante. Cuando no hay otra medida para sustentarlo en el lugar donde está, pero conserva buena salud, se hace un trasplante, y si no hay espacio en la zona se cambia a un espacio verde y los costos del traslado se hacen por el mismo solicitante.

Sin embargo, el cumplimiento de reposición, por lo menos en Zapopan, es de apenas la mitad de quienes solicita el derribo ya que no está reglamentada ni obligada por ley.

En Tlaquepaque se repite la misma estadística de rechazo a solicitudes de derribo de arbolado, pero la Dirección de Parques y Jardines hace una valoración y aprueba o rechaza el derribo, la poda o la conformación estética de las ramas, dice el director de Parques y Jardines, Blas Ramos Caro.

Los asentamientos urbanos todavía no impactan a Zapopan, Tonalá, Tlajomulco y El Salto, principalmente por las grandes extensiones de los territorios de estos municipios. Sin embargo, en los cinco principales municipios de la metrópoli, 40% de la población vive en zonas donde no se alcanza el parámetro mínimo de áreas verdes.

CONTACTO

El número para denunciar algún derribo ilegal u otro reporte referente al arbolado en Guadalajara es el 12018800 extensión 8809.

DATO

El oxígeno que 200 árboles producen en un día, el auto lo combustiona en una hora, según el Colectivo Ecologista de Jalisco.

LA VOZ DEL EXPERTO
Reforma al reglamento

Mario Silva Rodríguez
(representante del Colectivo Ecologista de Jalisco).

La ley sólo concibe modos de control del arbolado urbano y no una idea de protección de los servicios ambientales que ofrecen a los entornos urbanos de ciudades contaminadas, como el Área Metropolitana de Guadalajara, explica el representante del Colectivo Ecologista de Jalisco (CEJ), Mario Silva Rodríguez.

Un cambio de este paradigma permitiría que, ante solicitudes de derribo de algún ejemplar, se consultara a los encargados del servicio ambiental para evaluar la viabilidad. “Es más fácil señalar al árbol como un estorbo, que a la corrupción urbana o las decisiones de los ayuntamientos por no tener equipamiento urbano de buena calidad”.

Silva Rodríguez promueve un cambio de reglamento para hacer más cuantiosas las sanciones y hacer más estrictos los filtros para aceptar derribos de árboles. “Sólo debe autorizarse el derribo o la poda en situaciones críticas, cuando se justifique”.

El CEJ documenta que cada año se pierde 15% de espacios verdes por malas prácticas, que van desde la poda particular hasta del mismo Ayuntamiento. Ante ello, afirma que debe cambiar el discurso de cuidar un pulmón para la ciudad (como el Bosque La Primavera) y crear varios descentralizados con los árboles adecuados y darles un cuidado permanente.

Visualiza que el problema se agudiza al creer que, con la restitución de los árboles, se palia el derribo: “En un periodo de cinco a seis años no le devuelves a la ciudad los servicios ambientales que te daba el árbol derribado. Es como si a un niño de cinco años (el ejemplar restituido) se hiciera cargo de una familia de adultos. No está para salir a trabajar”.

LA VOZ DEL EXPERTO
Especies no adecuadas, grandes y en sitios estrechos…

José Sánchez Anaya
(investigador del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias).

La utilización de especies inadecuadas de flora para la ciudad es incongruente y caen en el mismo problema administración tras administración municipal, afirma José Sánchez Anaya, maestro en Ciencias e investigador del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad de Guadalajara.

Menciona que hay especies no adecuadas, de grandes tamaños, en sitios estrechos, debajo de aljibes y cerca de construcciones por la falta de conocimiento de las especies dañan la infraestructura. El desconocimiento también afecta a las instituciones que perpetran podas, maltratan y descompensan a los árboles; esto les generan enfermedades y aceleran la vejez de la flora. “Todos vemos con tristeza que sigue lo mismo: gente mal capacitada en los ayuntamientos”.

Aunado a la falta de capacitación y a la toma de decisiones inadecuadas, el académico critica la autorización para cortar árboles, por ejemplo, afuera de tiendas de conveniencia.

Esto ha provocado que, de acuerdo con sus investigaciones, sólo 3.5% de la ciudad tenga áreas verdes, comparado, por ejemplo, con la Colonia Chapalita, que alcanza 22.5 por ciento. Informa que debe haber nueve metros cuadrados de espacios verdes por habitante y no debe estar a más de 15 minutos de la residencia de los ciudadanos.

Para solucionar el problema señala que la inversión debe darse en los diagnósticos y no en el control de los ejemplares: “No podemos estar tumbando o acortando la vida de las especies arbóreas porque nos da sustentabilidad en las ciudades”.

LA CIFRA


24 mil árboles derribados en los últimos cuatro años en los cinco principales municipios de la metrópoli.

2 de cada tres tapatíos viven en zonas donde no se alcanza el parámetro mínimo recomendado de áreas verdes.

10% es el mayor avance en el censo de arbolado que registran ayuntamientos de la ciudad.

15% porcentaje que se pierde cada año de espacios verdes por malas prácticas, según el Colectivo Ecologista.

12 mil pesos es la sanción máxima por el derribo ilegal de un árbol en la metrópoli.

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