Cardenal celebra misa de Pascua

GUADALAJARA, JALISCO (31/MAR/2013).- "Esta es la fiesta de las fiestas; la más grande de la fe cristiana", afirmó  el cardenal José Francisco Robles Ortega al iniciar su sermón en la misa de Pascua. Lo escucharon, el mediodía de este domingo, cientos de fieles que ocuparon las bancas y pasillos laterales de la Catedral metropolitana.

El cardenal y arzobispo de Guadalajara señaló al enorme cirio pascual, ubicado al pie del altar, para recordar su significado: "Es el signo visible de Jesucristo, quien conoció la profundidad de las tinieblas, la misma muerte. Pero volvió victorioso y se constituye en luz, luz que no se extinguirá jamás, luz que ilumina a todos los hombres que vienen a este mundo".

El sacerdote ahondó en la importancia de la resurrección de Jesús, que se conmemora en este domingo de Pascua: "Resucitó para darnos vida (...) si no lo hubiera hecho seríamos desdichados, porque tendríamos la fe en un muerto. Pero como Cristo resucitó, somos los más afortunados (...) con su muerte nos abrió  un camino nuevo, lleno de luz, lleno de esperanza, alegría y paz".

Habló después de la manera en que los fieles deben conducir sus vidas en consecuencia. En primer lugar -dijo--  "tenemos que hacer lo que hizo él: pasar por el mundo haciendo siempre el bien; nunca el mal, nunca la mentira, el rencor, la soberbia, el orgullo, la vanidad (...)". Y en segundo lugar "hay que experimentar a los demás esta verdad, hay que comunicar la vida nueva en Cristo (...) ser testigos de la vida y de la resurrección".

Localizado al lado derecho del altar, el coro de la Escuela Superior de Música Sacra se encargó de los cantos. Éstos se alternaron con las vibraciones producidas por el órgano Merklin, mismo que acaba de cumplir 120 años. 

Personas de todas las edades se dieron cita para escuchar la misa, comulgar y/o confesarse mientras se celebraba la eucaristía. Varios grupos de turistas extranjeros ingresaron para presenciar la entrada del Cardenal y los obispos auxiliares, quienes fueron dejando a su paso una estela de humo con olor a copal.

Varios entre los asistentes participaron en la ceremonia vistiendo su playera de las Chivas, ya que este domingo, el equipo tapatío jugará el clásico en el estadio Omnilife.

Luego de la bendición del Cardenal José Francisco Robles Ortega, y largo aplauso que recibió de los fieles, éstos se fueron en paz a prepararse para el partido.

EL INFORMADOR / EUGENIA COPPEL