Cardenal Robles preside la última misa a su padre

MASCOTA, JALISCO (26/DIC/2012).- El cardenal de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega, presidió la misa de las exequias de su progenitor Francisco Robles Arreola en el marco de una solemne celebración eucarística con la compañía de siete obispos y unos 50 clérigos (en su mayoría del presbiterio tapatío).

Con un lenguaje sobrio, el arzobispo tapatío destacó la figura de su padre, de quien dijo "fue alguien muy generoso con la vida y que curiosamente partió en la fecha del día del nacimiento de Jesucristo, el autor de la vida".

El prelado enfatizó que su padre "asimiló la doctrina católica con el silencio y el ejemplo, dado que en nuestra familia, nuestra mamá fue la gran teóloga. Nos queda la herencia de alguien que cruzó el umbral de la muerte con gran fe y nos enseñó grandes valores, como la vida en familia y el respeto al domingo y a los pastores de la fe".

Recordó que los últimos años de su padre fueron dedicados "a la purificación de su espíritu". Mencionó que a él en lo personal, su progenitor le decía: "pídele a Dios que te conceda no llegar a mi edad, ya que es difícil no poder hacer lo que estabas acostumbrado". Sin embargo, también resaltó la realización de su padre "en ver viejos a sus hijos, como él decía al referirse a nuestra realización".

Ante una gran concurrencia de familiares y amistades que acudieron a la parroquia de la Virgen de Los Dolores en este poblado de la Sierra Occidental de Jalisco, destacó que la clave de la vida humana "es no enconcharse en el egoísmo, ya que el ser humano se realiza en la misma medida que se entrega".

En la misa estuvieron quince de los dieciséis descendientes del  difunto (el ausente ya falleció), además de los nietos. Entre los obispos presentes en la ceremonia estuvo el titular del obispado de Tepic, Artemio Flores, a cuyo territorio eclesiástico pertenece Mascota, tierra de origen del cardenal Robles Ortega.

Al inicio de la ceremonia eucarística se leyó un mensaje especial enviado por el nuncio del Vaticano en nuestro país: monseñor Christhofer Pierre, quien reiteró por escrito las condolencias al arzobispo tapatío que ya le había expresado por vía telefónica.

Al término de la misa fúnebre, se hizo el tradicional paseo final del cuerpo del finado con el paso lento del féretro en la carroza motorizada y el recorrido a pie de los dolientes hasta el cementerio municipal.

De parte de la clase política fue muy discreta la participación en el velorio y las exequias (poca presencia de políticos). En esto figuraron  unas condolencias enviadas por el gobernador saliente Emilio González Márquez; y una corona floral de parte del mandatario electo Aristóteles Sandoval Díaz.

EL INFORMADOR / SALVADOR Y MALDONADO