Caminan siete kilómetros para conocer mejor al Ejército

ZAPOPAN, JALISCO (05/AGO/2013).- Cientos de familias de la Zona Metropolitana de Guadalajara participaron ayer en una larga y asoleada caminata que les permitió conocer las “entrañas” del Ejército Mexicano, durante un paseo recreativo por la Base aérea Militar número 5 (BAM5), ubicada en Zapopan.

Como parte de los festejos del aniversario 100 del Ejército, soldados de la V Región Militar invitaron a la caminata dominical a familias de la ciudad, y unas tres mil 500 personas respondieron a la convocatoria.

Maricarmen y su hijo de cinco años, vecinos de La Tuzanía, estaban entre los invitados: acudieron para conocer las instalaciones de la BAM5 y tuvieron una oportunidad para conocer al Ejército desde perspectivas distintas: “Conocimos algo diferente. Fue larga la caminata, cinco o tal vez siete kilómetros, pero mi hijo se subió a dos avionetas y un helicóptero, además de escuchar una banda tocando la canción de Cielito Lindo”.

En el primer “puesto de control”, los visitantes escucharon melodías de una banda de guerra a cargo de soldados del 79° Batallón de Infantería y conocieron el equipo de una ambulancia militar.

Continuando a pie o en bicicleta, los asistentes se encontraron con el ingreso a la Escuela del Aire, y en su patio principal, una bandera de grandes dimensiones que no cabía en sus cámaras fotográficas.

Más adelante, tal vez a uno dos kilómetros, otro “retén”, donde los niños eran maquillados como si fueran soldados, además de colocarse todo un equipo de un militar de élite para tomarse una fotografía.

Los niños emocionados y sus padres continuaron hasta encontrar aviones y un helicóptero, a los que pudieron subirse y tomarse la foto del recuerdo; también pudieron recorrer una sala donde se exhiben fotos de cabinas de avionetas antiguas.

Pero, mientras esto sucedía, un avión de la Fuerza Aérea realizó un despegue y se convirtió en la atracción principal del día. “Fue impresionante, nunca había tenido la oportunidad de ver cómo despegaba un avión a una corta distancia, pero estaba a unos 10 metros de donde lo hizo, eso sí fue espectacular”, comentó Karla Castillo, quien era acompañada de su mamá de 60 años de edad y una vecina del fraccionamiento Monraz.

Cuando el calor pegaba, las sombras de una zona arbolada fueron el lugar ideal para refrescarse y escuchar a una banda musical. Y luego, al terminar el recorrido, de vuelta a la salida, para caminar un aproximado de siete kilómetros.