Calle Aldama, foco rojo en zona de Obregón

GUADALAJARA, JALISCO (26/NOV/2015).- La intervención de la Policía tapatía para eliminar los delitos de las zonas de San Juan de Dios y Obregón tiene una aprobación por parte de vecinos y comerciantes. Sin embargo, un sondeo por el sitio arroja un factor común dentro del perímetro intervenido: en Aldama se concentran las bodegas, casas u hoteles de productos ilegales, prostitución y venta de droga.

“En la calle Aldama está la raíz de la delincuencia”, denuncia el músico Esteban, quien invita a extremar precauciones cuando se camina por sus maltrechas banquetas.

Ayer, el Ayuntamiento de Guadalajara lanzó una estrategia para recuperar 21 fincas que son utilizadas para la comisión de delitos en la zona, principalmente en Obregón y la Calzada Independencia. Cinco están en proceso de ejecución de embargo y 16 más son hoteles y giros restringidos que podrían recuperarse bajo la figura de extinción de dominio, confirmó el comisario Salvador Caro Cabrera tras presentar los resultados del operativo implementado desde la noche del martes. “La extinción de dominio está amparada por la Constitución, y se trata de reunir los elementos suficientes para probar que en ese espacio están arraigadas actividades delictivas que lesionan el entorno y la ciudad. De esa manera se solicita a la Fiscalía (de Jalisco) que pueda proceder a extinguir el dominio”.

Tras un recorrido por la zona, los señalamientos se inclinan a que en Aldama siempre hay “halcones” en modo de alerta. Los pasos de cualquier sospechoso son seguidos con detenimiento desde azoteas o ventanas. “Se hablan en claves: si te ven sospechoso se silban o se gritan y… pues ya sabes lo que pasa después”, advierte en voz baja Arturo.

Charly, un guía turístico, sabe de la venta de droga. Sólo basta pasar por el sitio y ser abordado por quienes conocen dónde y cómo está la mercancía.

La oferta de prostitución es tan amplia como la demanda. “¿Quieres llevarte a una morra? Te la traen. Pero vente en la noche”, invita un peatón habitual del lugar.

En el operativo de la Policía no se irrumpió ninguna de las 21 fincas porque no había orden judicial, pero ya se reúne evidencia para probar que sirven a personas que trafican con estupefacientes y funcionan como bodegas o centros de operación para la ejecución de robos, por ejemplo.

El fiscal Eduardo Almaguer ofreció apoyo: “En coordinación con autoridades municipales y federales regresaremos las zonas a la ciudadanía… hay un proceso de varios años de omisiones. Seguiremos para garantizar la estabilidad”.