Cadena agroalimentaria desperdicia 40% de alientos perecederos

GUADALAJARA, JALISCO (26/MAY/2010).- Los canales tradicionales del mercado agroalimentario, como las centrales de abasto y los mercados municipales, así como la cadena de distribución en conjunto, desde el campo, hasta los puntos de venta, registran mermas de hasta 40% en lo alimentos que ahí se distribuyen, lo que plantea un reto complejo y apremiante para que tomen las medidas correctivas en los esquemas de logística, sobre todo en la transportación y refrigeración, según lo expresó el subtitular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación ( Sagarpa), Pedro Adalberto González.

Por  separado, el director de desarrollo del Banco Diocesano de Alimentos de Guadalajara, Neftalí Martínez,  informó que en términos conservadores, de un volumen de 200 millones de toneladas que anualmente se distribuyen en mercados de abastos y cadenas departamentales del país, se desperdicia 10% por diversos factores, desde problemas en la logística y la refrigeración, hasta por los aspectos fiscales involucrados, como el hecho de que se tenga que dar aviso al Sistema de Administración Tributaria (SAT) para que se autorice la donación de los víveres con efectos deducibles al donador.

El funcionario federal indicó que es prioridad para las dependencias federales que tienen que ver con el sector alimentario, la eficiencia de la cadena de suministro, desde el campo, a la mesa, por lo que los problemas que se tienen en los canales tradicionales de comercialización son motivo de acciones concurrentes de la Sagarpa y la Secretaría de Economía, lo que supone también tener mejores condiciones de precio para el agricultor.

Al respecto, adujo que existe el Programa Pro Lógica de parte de la Secretaría de Economía, que se enfoca específicamente a la mejoría de las condiciones de almacenamiento, transporte y refrigeración de los productos perecederos. Tal programa fue dotado este año de 200 millones de pesos, según dijo.

Coordinación pro filantropía

Neftalí Martínez considera que falta más difusión de la autoridad fiscal, así como de los colegios de contadores y  los organismos gremiales del comercio, para que se conozcan las disposiciones oficiales relacionadas con las donaciones de alimentos en forma oportuna, de modo que éstas sean compatibles con las reglas del SAT.

Con lo anterior, aseveró que se avanzaría más en la labor de las organizaciones no gubernamentales que son beneficiadas por la filantropía de diversos donadores de alimentos.

Al respecto, el presidente de la Unión de Comerciantes del Mercado de Abastos de Guadalajara, Rafael Barrios Dávila, refirió que en el caso de su sector, las mermas suponen una tercera parte de las que se originan al total de la cadena de suministro. Acotó que la ineficiencia debe matizarse, dado que se convierte en fuente de abasto de producto aprovechable para las donaciones.   

Este dirigente también trajo a colación que afortunadamente el SAT ya ha modificado sus disposiciones relacionadas con la donación de alimentos, lo que supuso una coyuntura muy complicada en el sexenio pasado, cuando se elaboraron ciertas reglas muy complicadas para los comerciantes que llegaron a  desalentar la cesión de los productos
Sobre el tema, el presidente del Consejo Agropecuario de Jalisco,  Mauro Jiménez Íñiguez, expuso que en el ámbito estatal hay necesidad de amarrar ciertos cabos sueltos que se tienen en algunos productos que originan su desperdicio.

Citó que esto incluso se origina en el mismo sitio de producción por factores de la gran distancia desde el campo hasta los sitios de consumo, como sucede con el mango de la costa de Jalisco.