Jalisco | En tres patadas por Diego Petersen Farah Buíganle Algunos comerciantes del Centro Histórico tienen miedo de que le buigan otra vez a las calles y, sobre todo, de que las hagan peatonales Por: EL INFORMADOR 5 de agosto de 2010 - 05:55 hs “Mejor no le buigan, que lo van a descomponer”, nos decían las abuelas cuando metíamos mano en algo que ellas no entendían. Para los que no comprendan esta vieja frase tapatía, buigan es la deformación de Acámbaro de la palabra bullan, imperativo del verbo bullir que literalmente significa hervir, pero que ya desde tiempos de Don Miguel de Cervantes, se utilizaba como sinónimo de mover: “Mas lo que detuvo al villano no fueron las voces de Sancho, sino el ver que Don Quijote no bullía pie ni mano, y así, creyendo que le había muerto, con priesa se alzó la túnica a la cinta y dio a huir por la campaña como un gamo”, Capítulo LII. Algunos comerciantes del Centro Histórico tienen miedo de que le buigan otra vez a las calles y, sobre todo, de que las hagan peatonales. El miedo al cambio tienen que ver más con la ignorancia que con las certezas. Desde hace quince años se habla de peatonalizar el Centro de la ciudad y desde entonces los temores son los mismos. Todos son grandes mitos, pero muy bien instaurados en algunos comerciantes como la palabra buigan en el diccionario tapatío. Primer mito: Si no hay coches, no hay venta. Nada más falso. La mejor prueba de ello es que no hay ningún local en las zonas peatonales que diga “Se vende” o “Se traspasa”; todos están rentados, más que bien rentados. Pero si eso fuera poco, no existe un solo lugar, salvo el McDonald's o el Starbucks , donde la gente compre en coche. Los centros comerciales no son otra cosa que centros peatonales donde uno llega, estaciona su coche a 200, 300 ó hasta 500 metros del lugar a donde va y hace las compras a pie. Segundo mito: Si no hay coches, se muere el Centro. Hay quien sostiene que las calles peatonales se mueren al caer la noche, y que es mejor y más seguro vivir donde pasan coches. El problema no es la falta de coches, es la falta de vida. Los espacios donde no hay vivienda, restaurantes, bares, cafés o un lugar atractivo se mueren, sean peatonales o calles para automóviles. Con una diferencia: las calles peatonales por lo menos están iluminadas completas, las de autos sólo iluminan el arroyo de la calle y dejan doblemente abandonadas las banquetas. Tercer mito: Si no entran los coches, la gente no va. Esto puede ser cierto para algunos centros comerciales, pero no para el Centro: 90% de las personas que van al Centro lo hacen en transporte público. Lo que necesita el Centro es un buen sistema de transporte, no avenidas grandes ni estacionamiento en las aceras. Peatonalizar las calles, no sólo del Centro, sino de muchos de los subcentros que existen en una metrópoli, le regresa a las ciudades la dimensión humana y a los comercios la velocidad que se requiere para comprar. Ahora sí que buíganle, que hay prisa. Temas Diego Petersen Farah En tres patadas Lee También Sociales: 21° Torneo Adolf Horn de American Chamber México | Capítulo Guadalajara NFL: Los Ravens dominan a los Chargers Oktoberfest 2024: una tarde de intercambio culturalconvivencia alemana Sociales: Santiago Méndez Díaz, bautizo y cumpleaños en familia Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones