Brigada de 22 de abril teme no poder hacer misa conmemorativa

GUADALAJARA, JALISCO (20/ABR/2015).- La Brigada 22 de abril, en Analco, denuncia que el Arzobispado de Guadalajara no les permitirá hacer la tradicional misa conmemorativa por las explosiones de hace 23 años, que año con año se realiza a las 10:00 horas en la capilla de la calle Gante.

Lamentan que, pese a que se les informó de la negativa de que no se les permitirá hacer la misa, sí habrá una misa vespertina la tarde del 22 de abril en el templo de San Sebastián de Analco, en donde está confirmada la presencia del Cardenal, Francisco González Ortega, de la cual apenas se enteraron.

El secretario de la Brigada 22 de abril, Roberto Hernández Alfaro, señaló que desde agosto del año pasado comenzaron con problemas en la capilla, pues el Arzobispado les envió un sacerdote que llegó a impedir que los vecinos se hagan cargo de las actividades religiosas

"Siempre hacemos la vigilia el 21 de abril, y el 22 hacemos la misa a las 10:00 horas, que fue a la hora que sucedieron las explosiones; nos dijeron que por orden tajante del Cardenal no vamos a poder a hacer misa".

Por su parte, el vocero de la Arquidiócesis de Guadalajara, Padre Antonio Gutiérrez,  señaló que la misa se podrá realizar como siempre, pues la Brigada 22 de abril es la que mantiene el control de la capilla y ellos mismos tienen las llaves.

Sin embargo, no se enviará ningún sacerdote para que oficie la misa, por lo que tendrán que buscar quién la dé.

"Ellos tienen las llaves, más bien ellos son los que no nos dejan celebrar a nosotros; no es que no se les permita celebrar la misa, más bien no va a ir nadie del Arzobispado a ese lugar".

Hernández Alfaro advierte que desde que se edificó la capilla, la Brigada se ha apoyado de sacerdotes externos que acuden a oficiar la misa, pero también se realizan misas de 15 Años, bautizos y bodas de los vecinos de la zona, sin cobrarles nada. Sólo se daba un apoyo al sacerdote invitado.

Hasta agosto del año pasado, la capilla tenía un sacerdote de planta, y después llegó otro padre del templo de la calle R. Michel y Gante que, según comentan las personas de la colonia, les dijo que para oficiar una misa, cualquier sacerdote debe pedirle permiso primero.

"Si nosotros traemos sacerdote, nos dijeron que nos van a denunciar penalmente por usurpación de funciones, entonces, estamos desconcertados, atados de manos".

El vocero de la Arquidiócesis lamenta que los colonos estén desinformados y polarizados.

"En este momento hay una serie de dificultades con ellos porque no quieren ceder, porque la capilla se trata de un centro de culto, no es una plaza que se pueda disponer como gusten".

El terreno donde se edificó la capilla se dio en comodato a la Brigada 22 de abril, según se confirma con el documento de decreto del Ayuntamiento tapatío. Sin embargo, también se menciona al Arzobispado como responsable del lugar, lo que es una inconsistencia, ya que debería aparecer la Arquidiócesis y no el Arzobispado, señaló Gutiérrez.

"Quisiéramos llegar a acuerdos, en lo que corresponde a las celebraciones y al culto, tener injerencia con sacerdotes, que su párroco no sea la gente; es ponernos de acuerdo para que haya orden, para que cada quien tome su responsabilidad y que dejen al padre realizar sus actividades".
 
EL INFORMADOR / THAMARA VILLASEÑOR