Brigada ciudadana limpia el Parque Mirador

GUADALAJARA, JALISCO (13/NOV/2011).- La basura no desaparece,  pero tampoco los ánimos y la voluntad por parte de las más de 100 personas que ayer por la mañana se dieron cita nuevamente en el Parque Mirador para realizar labores de limpieza en el descenso hacia la Barranca de Huentitán.

Hace poco más de un mes, la brigada ciudadana de rescate urbano “Viva la calle” dio inicio a sus acciones de aseo sobre el también conocido como Parque de la Barranca, donde liberan a la vegetación y áreas de esparcimiento de las botellas de plástico y vidrio, latas, ropa vieja, desechos y alimentos en descomposición y, de paso, maleza y pasto crecido que no recibe mantenimiento.

Para descender a la zona del mirador que da hacia la barranca, hay que caminar por más de 100 escalones. El esfuerzo físico es evidente para aquellos jóvenes —en su mayoría— que durante un lapso mayor a tres horas bajaron y subieron cargando costales con basura para verterlos temporalmente sobre el suelo y comenzar con la separación de la misma, y mandarlos a reciclaje según la categoría del desecho.

Adolfo Garcín de la Cueva, colaborador de la brigada ciudadana, acudió con toda su familia a limpiar el Parque Mirador, espacio público que pareciera ser olvidado por las autoridades.

“El parque es tan bonito, pero necesitamos que nos ayuden a mantenerlo así”, comentó mientras jalaba una soga —aventada a la barranca en forma de rappel— para subir algunos costales llenos de botellas de plástico al filo del mirador. El Sol estaba en su máximo esplendor, y las gotas de sudor y el bochorno ante la temperatura obligaban a la mayoría de los voluntarios a portar gorras para proteger la piel, otros sólo protegieron sus manos con guantes quirúrgicos.

Algunos gritos se escucharon desde la barranca, entre las ramas se encontraba Ignacio Castiello, parte de los organizadores, quien solicitaba más bolsas para enviar más desecho. Adolfo contestó que en breve regresarían el grupo de niños que también colabora en las acciones más sencillas y fáciles de emprender, como el transportar los costales más ligeros hasta el simulado punto de separación de basura.

“Traemos a nuestros hijos para que aprendan a limpiar y a mantener así los espacios, a solidarizarse con el medio ambiente. Esta es chamba que muchas veces le toca a la autoridad, pero por lo pronto nosotros venimos a ayudar, para ver si siguen nuestro ejemplo”.