Blindarán Chapala con distribución equitativa en cuenca del Lerma

GUADALAJARA, JALISCO (03/ABR/2014).- Fue firmado el 26 de marzo pasado, y en breve estará publicándose en el Diario Oficial de la Federación. Pero desde hoy es un hecho: el Lago de Chapala queda "blindado" y, por ordenanza presidencial, todos los usuarios del líquido que se extrae de él deberán usarlo racionalmente.
 
Esa fecha, el Presidente Enrique Peña Nieto firmó el decreto de Facilidades Administrativas en Materia de Títulos de Concesión de Agua para regularizar permisos, lo que actualizará más de 73 mil títulos en el país, aunque la nota de entonces destaca un punto clave que hoy se explica a fondo: la reglamentación del convenio de distribución.
 
Tras encabezar la reunión del Consejo Académico del Agua, celebrada esta mañana en las instalaciones de la CEA, el director de esa instancia, Felipe Tito Lugo Arias, explicó que a partir de la publicación del decreto quedarán en el olvido las "buenas voluntades" para acordar la distribución de agua de la cuenca del Río Lerma (que incide directamente en las condiciones de Chapala).
 
Cuando antes había entidades que simplemente abandonaban el acuerdo de distribución cuando consideraban que éste no les convenía, hoy por diposición legal habrán de acatarlo.
 
Adicionalmente se garantiza una distribución regulada y siempre priorizando el estatus del lago natural más grande en México. "Tanto en épocas de abundancia como de sequía (...) Nada de que lo que queda arriba, se queda. La cuenca es Lerma y es Chapala: no pueden quedar unos mejores que otros".
 
La modificación va así: al estar el Lago de Chapala a tope la entrega de agua a los usuarios será total. Pero al encontrarse, por ejemplo, al 60%, la cantidad de líquido disminuirá y no sólo para quienes lo extraen de las 11 grandes represas de la cuenca, sino para los casi mil 500 embalses de pequeña irrigación. Esa es la novedad del decreto.
 
"Por eso a los que están en la parte alta les debe interesar que el lago esté en buenas condiciones", dice Tito Lugo, aunque aclara que el blindaje está garantizado sólo en función del agua que se usa y siempre sujeto a las condiciones climatológicas, que pueden variar y afectar el nivel independientemente de que se extraiga agua o no del vaso.
 
Tal fue el panorama registrado durante la década comprendida entre 1945 y 1955, cuando Chapala alcanzó su nivel más bajo en la historia (menos de una décima parte). Por eso la CEA aplaude que se haga lo posible para ayudar a su recuperación, en tanto se tenga a la naturaleza de este lado.
 
Tito Lugo asegura que, tras la publicación del decreto, se hará cumplir la ley independientemente de que la delegación local de Conagua carezca del personal suficiente para inspección.
 
EL INFORMADOR / ISAACK DE LOZA