Bahía de Huatulco, la calle del bache eterno

SAN PEDRO TLAQUEPAQUE, JALISCO (19/MAR/2015).- Recorrerla en auto, camión o bicicleta es toda una aventura: el zigzagueo resulta obligado para quien decide atravesarla. Bahía de Huatulco, la calle de la colonia Parques de Santa María en la que concurren los municipios de Tlaquepaque y Zapopan, en la zona Sur de la ciudad, es reconocida como 'la calle del bache eterno'.
 
Nadie la recuerda de otra forma. Con lluvia torrencial o sol radiante, esa rúa siempre ha mostrado, orgullosa, una amplia colección de hoyos en el asfalto. Y las lluvias de las fechas recientes no han hecho sino enriquecer dicha estampa.
 
Por esa vialidad pasan por igual camiones del transporte público, tráilers, patrullas de Policía y vehículos compactos. Todos aportan en la ampliación de baches, y todos sufren también por atravesarla sin lograr que la suspensión padezca los embates de cada agujero.
 
Pero las lluvias de los últimos días agravaron el panorama. Peatones y automovilistas lo creían imposible, pero sucedió.  
 
"Teníamos 'siemprevivos': así les decíamos a los baches porque nunca se iban, o llegaban y los tapaban pero luego luego regresaban", cuenta Ana Mora, vecina de la colonia. "Ahora los 'siemprevivos' tuvieron hijos, y parece que hasta nietos".
 
No exagera. De hecho se queda corta, pues habla sólo de una vialidad en un espacio habitacional que luce atiborrado de baches.
 
Sólo a una cuadra: sobre Agrícola, la ruta 30 del transporte público tiene su terminal. Y la imagen que ésta rúa ofrece es prueba contundente de que los caminos de Parques de Santa María no fueron diseñados para resistir el paso constante de vehículos de 12 plazas.
 
"No cayeron meteoritos, ¿eh? Así está de feo diario", bromea Darío, un joven que habita cuadras abajo, donde "tampoco hay espacios planos".
 
Parques de Santa María es una de las colonias de Tlaquepaque desde las que más reportes se realizan para un bacheo urgente, de acuerdo con la autoridad municipal. Pero tampoco las calles de Zapopan, en el tramo próximo al ingreso trasero del ITESO (por donde pasa el Arroyo Seco) son para presumirse.
 
Vicente Guerrero, por ejemplo, es otra vialidad que muestra a sus baches más nutridos día con día.
 
El gran problema, coinciden residentes de la zona, es que el sitio se encuentra en los límites territoriales de ambos municipios, donde cualquiera de las partes, afirman, prefiere voltear atrás y responder que "le toca al otro".
 

EL INFORMADOR / ISAACK DE LOZA