'Azotes de humanidad' para salvar la vida del Mesías

GUADALAJARA, JALISCO (26/MAR/2016).- “Qué carnicería tan semejante en un cuerpo humano”, dijo, en un atisbo de humanidad, el procurador romano. Fue la última frase que Poncio Pilato expresó, paradójicamente, segundos antes de condenar a muerte a un vapuleado Jesús de Nazaret. Rechazó en tres ocasiones firmar la papeleta que condenaría a muerte a quien era acusado de sedición, y  de autoproclamarse el “Hijo de Dios”.

Pidió, apelando a la humanidad de los soldados centuriones y sacerdotes que gozaban y se carcajeaban al azotar a su víctima, que en lugar de buscar la muerte en la cruz lo ataran y golpearan con varas de madera. El afán de esa “oferta” fue que reconsideraran la ejecución pública. Antes, insistió en que las leyes de la Iglesia fueran las que decidieran el destino del “profeta que curó a enfermos y regresó a los muertos”, y no las del César. Nunca logró convencer a los ofendidos.

Pero sí hubo rechazo a la sentencia. Durante la representación número 222 de la Judea en Vivo, que se realizó durante la jornada vespertina de este Viernes Santo en San Martín de las Flores, dos de los actores “rogaron” al procurador que desistiera a la petición. Incluso algunas voces del público le gritaron lo mismo.

Pero, pese a la resistencia, el rumbo de la historia descrita en los libros de Lucas, Mateo, Juan y Marcos, del Nuevo Testamento, tuvo el mismo final. “No tengo más remedio que hacerlo. La sentencia será firmada porque ustedes quieren y no porque sea mi voluntad”.

Acto seguido, Pilato lavó sus manos con el anhelo de que el recuerdo de la sentencia que firmó fuera borrada de la memoria colectiva. Un anhelo que la historia misma le impidió, pues sus hechos se han mantenido intactos, y continúan siendo recreados aún después de dos milenios.   

No obstante, el procurador dejó en claro que la cruz que el imputado cargaría y en la cual sería crucificado tendría enmarcada la inscripción “INRI”, escrita en tres lenguas, y que explicaría la razón por la que fue condenado: “Jesús de Nazareth: Rey de los Judíos”.

La representación religiosa, en su versión 2016, se caracterizó por una nutrida presencia de asistentes. Decenas de miles de fieles acudieron a la delegación de San Martín de las Flores, enclavada en el municipio de Tlaquepaque, para dar cuenta de la tortura que padeció Jesús, “el Hijo de Dios”, en su camino al Monte Calvario.

Personas de todas las edades se congregaron y saturaron tanto la plazoleta de la delegación, como las calles de ingreso, para apreciar las actuaciones. Incluso la vista hacia el Cerro de la Cruz lucía atiborrada de gente, aún en las primeras horas. La asistencia tuvo pocos cambios aún después de que Miguel Iván Alejo, “Jesús”, fuera llevado a su sepulcro: las ofertas de comida y juego en la feria que se instala en San Martín lograron mantener ocupada a la feligresía un buen rato después.
                      
Isaack de Loza

SIN PERCANCES

Judea de San Martín de las Flores deja saldo blanco

Cuando Jesús entendió que Judas lo iba a traicionar, comenzó a rezar y pidió por sus pecados. Con una asistencia de 250 mil personas, el Ayuntamiento de San Pedro Tlaquepaque reportó saldo Blanco en La Judea En vivo de San Martín de las Flores.

En un año sin precedentes, esta vez las peleas entre vándalos fueron casi nulas. De acuerdo al parte de novedades de la comuna, apenas se reportaron cuatro detenciones por pleitos entre rijosos y hubo tres menores de edad que se reportaron como extraviados que, al tiempo, fueron encontrados por sus padres de familia.

En el evento participaron 60 personas adscritas a la Fiscalía General del Estado, que reportó la participación de 30 patrullas para el resguardo de los participantes. Esto contribuyó a que el evento se llevara a cabo sin novedad.

El director general de Protección Civil del municipio, Ignacio Aguilar Jiménez, detalló que brindaron atención a siete personas por diferentes cuestiones como hipertensión, deshidratación, toma de signos vitales, contractura muscular, entre otras. Este tipo de eventos es común en la Judea en vivo, ya que los asistentes suelen recurrir a la celebración religiosa sin las previsiones adecuadas.

Además, se realizaron inspecciones a establecimientos semi fijos con instalaciones eléctricas y de gas LP, mientras que la Policía Preventiva Municipal informó que sólo se realizaron tres detenciones de personas que cometieron faltas administrativas.

EL DATO

Patrimonio cultural

Al viacrucis de Iztapalapa acudió personal de la Unesco, que atestiguaron la realización de la representación y con quienes se trabajará para buscar que dicho acto sea reconocido como patrimonio cultural.

PARA SABER

Algunas de las representaciones de la “pasión de Cristo” en México están inspiradas en el viacrucis llamado “Romancero de la Vía Dolorosa”, obra del presbítero Benjamín Sánchez Espinoza, “Fray Asinello”, dividida en 14 estaciones, que van desde la condena a muerte de Jesús hasta el momento en que su cuerpo es depositado en el sepulcro.

DOS MILLONES ACUDEN A VIACRUCIS DE IZTAPALAPA

La 173 Representación de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en Iztapalapa 2016 concluyó con una afluencia de dos millones de visitantes del domingo de Ramos 20 al 25 de marzo, tiempo en el cual se otorgaron 14 mil atenciones médicas.

En conferencia de prensa conjunta, la delegada de Iztapalapa, Dione Anguiano Flores, y el presidente del Comité Organizador de la Semana Santa en Iztapalapa, Miguel Morales, coincidieron en que se trató de una representación con saldo blanco, donde imperó el orden.

Tras un recorrido de dos kilómetros de la Macroplaza Cuitláhuac al Cerro de la Estrella y cargando una cruz de 90 kilos y una corona de espinas, el Cristo de Iztapalapa que interpretó Ariel Rodrigo Luna, se dirigió hasta donde se escenificó la crucifixión, donde era esperado por visitantes nacionales y extranjeros.

Acompañado por los apóstoles, vírgenes, nazarenos, mujeres de pueblo, la guardia, clarines, romanos, judíos, así como Dimas y Gestas, quienes también fueron crucificados, el Cristo de Iztapalapa caminó entre las calles de la demarcación ante la mirada de decenas de personas que se dieron cita al paso de la procesión.

A lo largo del recorrido, los asistentes se prepararon con visores para observar mejor el paso de la procesión, sombrillas para cubrirse del Sol y se concentraron en techos y aceras para ver el paso del viacrucis.

Durante el recorrido, el Cristo de Iztapalapa fue golpeado, escupido, azotado y humillado ante la mirada de los asistentes, mientras que los personajes a caballo reducían el espacio por las calles de Iztapalapa, pues la gente se amontonaba para tratar de no estorbar y permitirles el paso.

Judíos y romanos seguían el paso de Cristo quien sufrió las caídas y sostuvo los encuentros con los personajes programados, entre ellos la Virgen María y Verónica.

Al llegar al Cerro de la Estrella, Judas, el discípulo que lo vendió por 30 monedas, arrepentido se colgó a unos pasos de donde estaba la cruz en la que posteriormente fue crucificado Jesús.

 “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”, dijo Jesús cuando fue subido a la cruz, mientras que Dimas y Gestas ya estaban en sus respectivas cruces. Tras la crucifixión, los apóstoles pidieron bajar el cuerpo de su maestro para llevarlo al sepulcro.

El operativo de seguridad se reforzó con la presencia de hasta 10 mil elementos de seguridad.

Pese a la tranquilidad de la celebración, las altas temperaturas sí dejaron un saldo: más de mil personas fueron atendidas por problemas de insolación, según reportes de la Secretaría de Seguridad Pública.                  

NTX

LAS ISLAS FILIPINAS Y SU SANGRIENTA REPRESENTACIÓN

Clavos en manos y pies. Látigos golpeando el cuerpo. Corona de espinas en la frente. Sufrimiento real. A diferencia de las representaciones de la “Pasión de Cristo” que ocurren en México, el viacrucis de las islas Filipinas está cargado de realismo.

“El cristianismo en esas islas se ha ido perfilando a una experiencia sangrienta, de penitencia pública, de la cuaresma. Al grado que los obispos han tenido que intervenir con cartas pastorales pidiendo a los penitentes que se abstengan de cosas especialmente macabras para nuestra sensibilidad”, narra el padre Tomás de Híjar, historiador de la Arquidiócesis de Guadalajara.

El llamado de atención no es fortuito. Los fieles de ese lugar llevan la penitencia al dolor físico golpeándose en la espalda con varas afiladas de bambú y madera. Las autoridades eclesiásticas de ese lugar, ubicadas en el Sudeste asiático, han pedido que la celebración del Viernes Santo sea más mesurada… sin éxito.

“No juzgamos ni condenamos, pero lo desalentamos”, han declarado. Desde su óptica, no hay necesidad de padecer el dolor que Cristo sufrió, pues él “ya lo hizo por nosotros”, de tal forma que el sacrificio debe ser interno solamente.

En México, la Judea de Iztapalapa es la más grande de todas las representaciones en el país. El saldo que deja la participación de los fieles en esa recreación no dista de lo que se padece en otros eventos multitudinarios, como deshidratación, cortadas ligeras y ampollas en los pies.

Pero según el padre Tomás de Híjar, ninguna representación en el país alcanza el grado que hay en Filipinas. “Ni la de Iztapalapa, ni la de San Martín ni las demás que hay en México son así de sangrientas”.

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