Autoridades sanitarias alertan por uso de pirotecnia

GUADALAJARA, JALISCO (22/DIC/2014).- Bengalas, buscapiés y las tradicionales palomitas no faltan en la vendimia de la época navideña, pero estos artefactos pirotécnicos en manos inexpertas son un potencial peligro para quien los usa y para quien tenga la mala suerte de pasar por ahí cerca.

"Las quemaduras son el evento más aterrador al que puede enfrentarse el ser humano", advierte el jefe de la Unidad de Atención a Niños con Quemaduras del Nuevo Hospital Civil "Dr. Juan I. Menchaca", Rodolfo Ariel Miranda, sobre los accidentes provocados por pirotecnia.

"La prevención es el punto medular del éxito que podemos tener en evitar estos casos. El 90 por ciento de las quemaduras que ocurren en niños son prevenibles", asegura el médico.

Miranda expone que el caso más reciente que atendieron en dicha unidad ocurrió el pasado 12 de diciembre, durante la celebración del Día de la Virgen de Guadalupe, según la fe católica. A un bebé recién nacido, que iba en brazos de su madre, le cayó un buscapié afuera de un templo y se incendió su cobija, provocándole quemaduras en 40 por ciento de su cuerpo.

"Es muy triste que a pesar de estar legislado, todavía vemos la venta en cada esquina de luces de bengala que fácilmente pueden producir quemaduras. Con el solo hecho de estar en la bolsa del pantalón de los niños, la fricción que esto ocasiona puede causar una lesión".

En el Nuevo Hospital Civil, la casuística es de 26 quemados por pirotecnia al año. Rodolfo Ariel Miranda explica que aunque la incidencia ha bajado en el Estado, en la Unidad de Atención a Niños con Quemaduras se mantienen los mismos números porque les llegan muchos pacientes de otras entidades circunvecinas.

Aunque no es su especialidad, el Antiguo Hospital Civil "Fray Antonio Alcalde" también ha sido receptor de casos de quemaduras. En este año se registraron 101, de los que ocho correspondieron a incidentes relacionados con la pólvora; uno murió. Del total, la mitad eran menores de 14 años.

Las principales lesiones por juegos pirotécnicos se presentan en manos, cara y extremidades inferiores. Y en 70 por ciento de los casos, los pacientes pierden algún miembro, a veces un dedo y otras las manos completas.

Por ello, autoridades del Hospital Civil de Guadalajara y del Hospital de Zapopan piden a los padres mayor supervisión para que los niños no compren estos explosivos.

Los animales también sufren

Desde hace algunos meses, circula a través de las redes sociales una campaña para concientizar sobre los efectos nocivos de la pirotecnia en los animales, particularmente por el nerviosismo que les provoca a algunas mascotas el estallido de los cohetes.

Mónica Lepe, vocera de la asociación Justicia y Dignidad Animal, explica que los perjuicios a la salud de otros seres vivos son similares a los seres humanos: "Se puede presentar taquicardia, mareos, sordera temporal o permanente, quemaduras... incluso por un susto, puede haber un infarto. En algunos casos se puede causar hasta la muerte".

Lepe comenta que los animales que están en una casa se ponen especialmente nerviosos, y que algunas mascotas por tratar de escapar, se lastiman e incluso se mueren.

"Ellos son muy sensibles, si a nosotros nos resulta molesto, por la contaminación y el ruido, pues ellos lo sufren todavía más (...) no les queda de otra más que resguardarse como su instinto se los indique".

Cuenta sobre el caso de un perro desesperado que se azotó repetidas veces contra la pared para tratar de huir de los ruidos de la pirotecnia. Al estar solo en casa, el can falleció.

"En las fiestas de San Agustín hace dos años, hubo otro caso de un perro que fue lastimado por un buscapié que dio con él, y perdió un ojo. Este perro tenía familia y fue atendido, pero imagínate todos los animales que andan en la calle".

Lepe argumenta que a las aves también les afecta notablemente, por la contaminación de la pólvora que llega hasta sus nidos y el susto que les provocan las explosiones.

"Si a nosotros siempre que hay un cohete nos hace saltar, pues a los animales también, y ellos no se lo pueden explicar".

EL INFORMADOR / BRENDA RAMOS