Autoridades descartan autogobierno en el Centro de Readaptación Social

GUADALAJARA, JALISCO (12/MAY/2010).-Tras el operativo del jueves pasado en el Reclusorio Preventivo de Puente Grande, en el que se localizaron drogas, armas y artículos electrónicos, se reveló que existía un interno con el nombre de Alejandro Mena Quirarte que fungiría como “jefe del autogobierno” en el área de sentenciados del penal estatal de Puente Grande.

Las autoridades carcelarias descartaron que sea un “líder” en el poder del Centro de Readaptación Social como lo era Miguel Ángel Zazueta Ontiveros, alias “El Mike”, quien mantenía un sistema de autogobierno dentro del penal preventivo y ahora continúa recluído en ese centro carcelario.

En contraste con Zazueta Ontiveros —quien contaba con cinco dormitorios para realizar cualquier acción que deseara, además del agregado de armas, drogas y una pandilla a su servicio—, Mena Quirarte se encuentra en una celda de dimensiones exactas a las de cualquier otra; la única diferencia es el moderado lujo de un baño con mosaicos y una televisión, así como gran orden en el aseo de su “casa”, que cuenta con agua, de lo cual no pueden jactarse muchas otras.

No obstante, dicho agregado guarda relación con el “buen comportamiento” que ha mostrado desde que inició su estadía en el centro penitenciario, de acuerdo con lo mencionado por el director de ése sitio, Jorge Pérez Migoni.

En una visita guiada a las instalaciones del Penal, en la que varios medios de comunicación lograron acceder al área de celdas, el funcionario explicó que dicho agregado a su dormitorio —donde Alejandro Mena Quirarte no se encontraba cuando la prensa entró—, es algo que ganó tras participar en tratamientos de reinserción social.

“La Ley de Ejecución de Penas del Estado de Jalisco establece como facultad, tanto del director del Establecimiento, como del consejo técnico-interdisciplinario, generar estímulos a aquellos internos que observan buena conducta y tienen participación en el tratamiento que ha de conducirlos a alcanzar la readaptación social para una adecuada reinserción”.

Tras la visita guiada, encabezada por el comisario general de Prevención y Reinserción Social en el Estado, José González Jiménez, se logró constatar que el hacinamiento en el complejo carcelario es grande. Los propios representantes del lugar reconocieron que, al menos en esa área, se cuenta con una sobrepoblación del 158 por ciento.

A decir del titular de reclusorios, el Centro de Readaptación Social cuenta con dos mil 87 estancias, pero tiene un total de cinco mil 394 sentenciados. A esta debilidad se suma el poco personal de custodios, a quienes se les encomienda garantizar el control total de esa prisión.


EL INFORMADOR/ ISAACK DE LOZA