Aumentan indigentes en albergues debido al frío

GUADALAJARA, JALISCO (07/DIC/2015).- Juan Manuel Melgoza Salazar tiene 65 años y muy mala suerte. Hace tres semanas llegó a Guadalajara proveniente de Tijuana y apenas llegaba al panteón a visitar la tumba de su madre cuando cuatro tipos lo asaltaron. Le quitaron todo: dinero, celular, reloj y equipaje.

Desde entonces es un indigente más en la ciudad. “Mientras consigo el dinero para regresar, yo creo que el 25 de diciembre me regreso”.

Los albergues como el San Juan Grande, del DIF Guadalajara, reciben a esta población flotante y también a personas en situación de calle. De acuerdo con los datos reportados por el Instituto Jalisciense de Asistencia Social (IJAS), estos espacios llegan a saturarse de personas que buscan un lugar caliente para dormir y sobrellevar la noche.

“Habitualmente atendemos a una población de 220 personas en el albergue, pero en temporada decembrina, cuando ya empieza a hacer frío, tenemos hasta 280 personas, cuando la capacidad es de 250”, comentó Clemente Hernández, coordinador de las dependencias directas del IJAS.

Una historia conocida

El señor Juan Manuel Melgoza espera que el albergue que administra el municipio tapatío abra sus puertas. Llega todos los días alrededor de las cinco de la tarde para hacer fila. Una hora más tarde se abre el comedor, donde les dan de comer por tres pesos.

Si paga cinco pesos más, le permiten ducharse. Las luces se apagan a las 10 de la noche y a las seis de la mañana ya están otra vez afuera.

“Está muy bien, nos tratan con ciertas reglas. No podemos llegar tomados, ni drogados ni nos dejan decir groserías. Como en todos lados hay reglas, y eso está bien porque mira como está todo, cada quien trae su fiesta”, y voltea a ver a sus compañeros. Unos inhalan solventes, otros fuman hierba, y otros más están tan cansados que mejor se duermen en la banqueta.

Por lo pronto, don Juan Manuel y su mala suerte se van a descansar. Espera que  le puedan dar “jale” en una obra como albañil. Sabe que es pesado: “Pero se gana por destajo y yo soy rápido”.

Si todo sale bien, rentará un cuarto para esperar la fecha en que pueda regresar. Pero si lo rechazan, habrá de regresar a la misma hora y al mismo lugar. Y esperar que la suerte le cambie un poco.

Enfermos y con lesiones

A diferencia del de Guadalajara, en el albergue administrado por la dependencia estatal se estima que 96% de la población padece de sus facultades mentales, muchas veces producto del consumo excesivo de drogas duras. Tres de cada 100 personas presentan algún tipo de lesión física, por lo que muy pocos pueden integrarse a la vida laboral de manera un poco más sencilla.

Ante esto, Clemente Hernández,  coordinador de dependencias directas del Instituto Jalisciense de Asistencia Social, comentó que el trabajo que se realiza es de investigación para poder “reubicarlos en sus familias. Tenemos un promedio de 10 reintegraciones por mes, pero es complicado porque la investigación es tardada”.

A PROPÓSITO

Gente "de la calle"

De acuerdo con los datos del Instituto Jalisciense de Asistencia Social, en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) existe un estimado de 600 personas que viven en situación de calle, cifra a la que además se suman los inmigrantes que llegan a la ciudad a pernoctar para continuar su camino hacia el Norte.