Aumenta melancolía por la Navidad, no casos de depresión

GUADALAJARA, JALISCO (22/DIC/2010).- En mito se queda la supuesta idea de que la temporada navideña sea una de las épocas en las que se presentan más casos de cuadros de depresión, y que diciembre sea el mes en donde se registran más suicidios.

Lo que sí ocurre es que por ser el término de un año, la ausencia de seres queridos, factores económicos, entre otras cuestiones personales y familiares, es más fácil que en estas fechas aumenten los sentimientos de nostalgia, melancolía y tristeza. Además, los trastornos afectivos pueden aumentar con el consumo de drogas como el alcohol, asegura el Instituto Jalisciense de Salud Mental (Salme) de la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ).

No obstante, en las personas que tienen antecedentes de enfermedades mentales, o cursan con un cuadro de ansiedad o depresión en estas fechas, el padecimiento puede agudizarse; no así en aquellas que tienen una vida mental sana.

De acuerdo con la subdirectora de Atención a Salud Mental de Salme, Lorena Hernández Muñoz, para que se considere clínicamente que una persona cursa con un cuadro depresivo, deben aparecer síntomas como cansancio inusual, irritabilidad, incapacidad de hacer las tareas cotidianas, así como ideación de muerte y falta de energía, por al menos dos semanas consecutivas. De lo contrario, es sólo una etapa de tristeza pasajera.

“En esta época de diciembre, lo que sí tenemos podría ser una mayor incidencia de tristeza por las fechas, que para muchos podrían traerles malos recuerdos. Pero de ahí a que tengan un cuadro depresivo, hay una gran diferencia, dado que esta tristeza no tiene una duración”.

RECOMENDACIONES

Para poder tener una Navidad con buena salud mental, Salme hace algunas recomendaciones:

Fortalecer las redes sociales y reencontrarse con los seres queridos.

Realizar actividades de voluntariado en beneficio con la comunidad.

No esperar que los problemas desaparezcan en estas fechas, y tomar la Navidad sólo como una festividad.

Reflexionar sobre los logros obtenidos durante el año y planear metas que se quieran cumplir.

No basar la felicidad en la compra de regalos, y mejor tratar de dar y recibir afecto.

No endeudarse.

Decirle adiós al estrés en la medida de lo posible.

No sentirse obligado a asistir a todos los compromisos, y darse tiempo para necesidades personales.